El Balonmano Benidorm ha estrenado su casillero de victorias frente a Frigoríficos Morrazo (31-27) que desfalleció en los instantes finales por falta de fondo armario y recursos sobre la cancha en la segunda jornada de la Liga Loterías Asobal.
En el primer partido en casa para los hombres de «Zupo» Equísoain su equipo comenzó dubitativo, primordialmente en defensa. El navarro debía engrasar una máquina con muchas piezas nuevas, hasta seis fichajes, y con la importante baja de David Cuartero.
Por su parte, los canguenses debían resarcirse de su derrota contra el Ademar León la primera jornada. Querían empezar con buen pie y no repetir lo de la pasada campaña, en la que los gallegos salvaron la categoría pero tras estar muchos meses en descenso.
Las defensas se imponían a los ataques aunque en el caso del Benidorm, su guardameta, Mile Mijuskovic, no tuvo su tarde (una parada de ocho lanzamientos). Su homólogo contrario, Henrique Hermones, sí conseguía atajar un tercio de los balones que les lanzaban los benidormenses.
La falta de efectividad y de puntería hizo que los locales fueran por detrás en el electrónico hasta el minuto 27, en el que Noelvis Robles, uno de los nuevos fichajes de los anfitriones, puso la igualada a 13.
Anteriormente, Equísoain había pedido tiempo muerto para cambiar algunas fichas. El tiempo le dio la razón y la reacción del rumano Makaria bajo palos y Robles poniendo goles desde el centro revitalizó al equipo.
Desde la otra orilla Víctor García, «Pillo», reaccionó dando entrada a Muratovic, uno de los viejos rokeros de la liga, pero que dejó su impronta en el Palau junto con Pontic, cuatro y ocho goles respectivamente.
El cambio por parte de la parroquia local no sirvió de mucho tras un último minuto aciago para ellos. Una parada del meta visitante y un tanto de Chapela hacían que el Frigoríficos Morrazo se marchara al descanso con dos tantos de ventaja (13-15).
Sin embargo, para desgracia de los pontevedreses, Robles y Makaria siguieron dando muestras de su calidad en el cuarenta por veinte. Ello, unido a varias exclusiones para el conjunto de «Pillo», incluida una roja directa a Máximo Cancio en el 10 de la segunda, fue irreversible para los gallegos.
En los últimos cinco minutos los locales acabaron de distanciarse por completo en el marcador gracias al buen hacer de jugadores como Paván, que aún se le observa falto de ritmo, y el capitán Carlos Grau.
El preparador del Frigoríficos pidió tiempo muerto en el 26 para corregir a sus jugadores, pero la falta de efectivos y el cansancio hicieron mella en su escuadra que se atascó en el juego por el centro y quedó a merced del rival.
Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Alberto Barrado, ‘speaker’ del Benidorm, fallecido recientemente en un accidente de tráfico. Desde Sexto Anillo queremos sumarnos a las condolencias de amigos y familiares de esta última semana.
Imágenes vía: Edwin Van’t Hek.
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