Emilio Larraz ha resumido la derrota por 2-0 de su equipo, el Ebro, ante el Cornellà en el papel de un hombre: Enric Gallego. El 9 verde ha anotado los dos goles del partido y ya son cinco los que lleva en cinco partidos de competición. El partido ha estado marcado por la intensidad y la velocidad del balón. Los locales han tirado de veteranía en un campo tan particular como el Nou Municipal para deshacer la igualdad a base de ataques muy veloces. Los visitantes solo han conseguido acercarse a la portería de Craviotto con la segunda parte ya avanzada. El riesgo necesario que han tomado los zaragozanos no ha servido para romper el muro de los del Baix Llobregat. En cambio ha permitido que los de Jordi Roger cerraran el partido.
El partido ha arrancado con pocas llegadas en ninguna de las dos porterías. El Cornellà conseguía trabajar mejores posesiones de balón pero sin mucha efectividad en cuanto a las ocasiones se refiere. El Ebro, por su parte, buscaba salir rápido pero sin precisión y sin éxito en las disputas de los balones divididos. El gol de Enric Gallego al cuarto de hora no cambió la dinámica de juego antes del descanso aunque si condicionó el segundo tiempo. Fue un gol de killer. El balón salió bombeado hacia atrás después de una disputa aérea y Enric, con la caña a punto, lo cazó de cabeza desde el punto de penalti. Un tanto que solo mete el jugador que sabe que está en racha.
A partir del gol Roger no estaba cómodo con el juego pese al resultado favorable. “El partido estaba donde el Ebro lo quería” aseguró. Y es que pese al mejor juego de los locales, los arlequinados rascaban faltas en campo rival y segundas jugadas que hacían imprevisible el devenir del partido.
Tras el descanso el Cornellà salió más conservador. El bloque defensivo era ahora el objetivo principal. Eso dio más espacios al Ebro en campo propio tras una primera mitad en la que se vio ahogado por la presión de Enric, Pep y compañía. El marcador también obligaba a los de Larraz a buscar con más ahínco la portería. Todo ello propició que los visitantes, sin conseguir demasiadas ocasiones con claridad, vieran más de cerca a Craviotto.
El Cornellà tenía menos el balón. La transición hacia al ataque era muy complicada cada vez que el equipo salía des del repliegue. Eso sí, cuando salía llegaba y lo hacía con peligro. Fran Miranda, saliendo desde el banquillo generó mucho peligro por el costado. El Ebro llegó más aunque nunca con una jugada limpia. Las más claras llegaron tras rechaces o en barullos dentro del área.
Enric tuvo un mano a mano con Salva muy claro antes de hacer el segundo y cerrar el partido. El delantero cruzó demasiado el tiro en la más clara que tuvo. Poco después, en una acción muy similar a la del primer gol hizo el segundo. No sin la dosis de duda, pues el portero a punto estuvo de evitarlo desviando el balón sobre la línea. Pero cuando se está de dulce todo acaba dentro. Selló la victoria y dio otros tres puntos a un Cornellà que vuelve a dormir, igual que la semana pasada, en zona de promoción.
Síganme en @davidriol4 y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo
