En 1895, el célebre filósofo alemán Friedrich Nietzsche sacó a la luz su obra “El Anticristo”. En aquella, con vigente controversia, se dio un giro radical al sistema moral de una sociedad estructurada sobre valores judeocristianos. Resalta del escrito una cita relativa a la cuestión de qué es “lo bueno”, la cual reza: “¿Qué es lo bueno? Todo lo que eleva en el hombre el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo”.
S. XXI
En 2021, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, oficializó la creación de una Superliga. Un torneo cerrado y sin sustento meritocrático que pretende congregar anualmente a los equipos de mayor renombre en Europa, o bien, aquellos que reportan una mayor utilidad. A ojos del escritor de este artículo, se destaca que algunas de las grandes potencias del fútbol envían un mensaje claro de lo que, para ellos, es “el fútbol”: un negocio dirigido por la avaricia, donde no importa el deporte, sino el dinero.
Si para ellos “el fútbol” es un frío ejercicio económico de instituciones con poder de mercado, la Hiloteca Deportiva se propondrá escribir “El Antifútbol”. Porque para el buen hincha del balompié “el fútbol” no es una transacción de dividendos, sino una romántica expresión humana. Nos negamos, rotundamente, a convertir “The Beautiful Game” en un ejercicio nudamente mercantil en que el único vector sea la lucratividad. Hoy cabe secundar a Bill Shankly cuando afirmó: “Algunos creen que el fútbol es solo una cuestión de vida o muerte, pero es algo mucho más importante que eso”.
¿Qué es “el fútbol”?
Fútbol es donde haya dos equipos, un objeto para patear y elementos para hacer al menos dos canchas. Fútbol es el hincha que cada domingo ve con devoción a su equipo, juegue contra el más grande o contra el equipo más modesto; fútbol es el “ultra” que no escatima en cánticos ni banderas. Fútbol es el Leicester City coronándose campeón de la Premier League; fútbol es Maradona jugando con el tobillo inflamado ante Brasil por amor a Argentina; fútbol es el FC Start ganándole la batalla en el campo de juego a soldados nazis de la Wehrmacht.
Fútbol es el Nottingham Forest conquistando a Europa de la mano de Brian Clough; fútbol es la emoción de tener la fortuna, del azar y el destino, de encontrarse en un torneo internacional con el rival eterno, con el más difícil o con la revelación del torneo; fútbol es West Ham y Leicester City dejando, por el momento, a Liverpool, Tottenham y Arsenal fuera de competiciones europeas; fútbol es el orgullo vasco derrotando a los poderosos de España como manifestación deportiva y política; fútbol es Ronaldinho gambeteando por diversión, disfrutando del deporte, siendo libre e insumiso ante el escenario empresarial que buscaba subyugarlo y lucrarse de él.
Fútbol es la Copa de Campeones de Europa 1990-91, aquella en que Estrella Roja de Belgrado se alzó con la copa eliminando en la semifinal al Bayern Múnich y en la cual Spartak de Moscú eliminó al Real Madrid en cuartos de final.
Muchos más
Es cierto, el balompié también es un fenómeno económico que reporta onerosos beneficios para sus actores, pero ello es secundario, ya que los pilares en que se erige la concepción de lo que es “el fútbol” desde esta óptica de “El Antifútbol”, en realidad, son tres: la deportividad, el hincha y el jugador.
¡Espérennos en la siguiente entrega de “El Antifútbol”! Allí desarrollaremos los 3 pilares en mención.
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