Este miércoles hubo fiesta en el Monumental. Se enfrentaban el Barcelona (ECU) y el Gremio (BRA) por la segunda semifinal de la Copa Libertadores de América.
Ambos equipos con planteamiento similar. 4-2-3-1. Almada, en error estratégico significativo, implementó su equipo con extremos con perfil cambiado, en consecuencia, tendencia a jugar por dentro, dejando el carril externo para los laterales y renunciando a su impronta con extremos veloces y que rompan por velocidad hasta ganar la raya. En esa función el despliegue de Ramiro y Fernandinho fue extraordinaria, retornando a posiciones defensivas para esperar las incursiones de B. Caicedo y Velasco, con ello desechando la principal arma ecuatoriana, desborde por los costados.
La apuesta de Barcelona (ir por dentro), fue mitigada por la extraordinaria labor de Arthur y el despliegue de Jailson que cortaron los circuitos Oyola–Díaz–Vera. La cosecha brasilera llegó muy temprano en jugada de desequilibrio de Cortez que centró por bajo, pero Oyola (mal posicionado dentro del área) pifia para dejar la pelota a Luan que con roce incluido cobró con intereses el grave error amarillo.
Los guayaquileños salieron en búsqueda del empate, pero las limitaciones ya explicadas redundaron en fútbol aéreo en búsqueda de Nahuelpan, sin que se tuviera éxito. El equipo torero bloqueado por el planteamiento inteligente de Renato Gaúcho y sus propias imprecisiones, exageró en faltas cercanas a su área, con lo que llegó el segundo tanto de Edílson.
El planteamiento de Renato fue exultante, esperó parado en la media cancha impidiendo encerrarse en su área llevando el peso del partido sobre sus volantes centrales, con ello, las incursiones amarillas predeterminaron un equipo largo, con espacios aprovechados con maestría por Luan de brillante partido. Movedizo, táctico y contundente en la distribución de fútbol en horizontal y en vertical, explotando el último espacio frente al arco de Banguera. Gremio entregó la posesión a los locales, pero liquidó las situaciones que generó.
Almada planteó para el segundo tiempo su apuesta original: Marco Caicedo por izquierda y José Ayoví por derecha. Estas variantes mejoraron el funcionamiento en función de un mayor volumen futbolístico por las bandas apremiando a la defensa tricolor. La jugada del partido se registró al 50′ tras definición bajo el arco de Nahuelpán que Grohe de manera milagrosa rechazó con el puño, en lo que fue la jugada bisagra del partido. Del 1-2, se pasó en un minuto al 3-0 tras jugada de Edílson que culminó en la red Luan.
Barcelona cayó estrepitosamente en medio de sus imprecisiones y negligencia al marcar. Gremio fue una máquina táctica y lució toda su eficacia para llevarse más de la mitad del boleto a la final ante uno de los argentinos.
Fuente de imagen destacada: @BarcelonaSCweb
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