Dos partes claramente diferenciadas, una para cada equipo. Empate justo. Un buen arranque local puso por delante al Alcoyano gracias a un cabezazo de Gato a los nueve minutos, igualado en las postrimerías del primer acto por Jorge Félix. Los locales acusaron el esfuerzo físico de la primera mitad Lleida dominó la segunda parte pero no consiguió voltear el marcador.
Volvía el fútbol a El Collao y la parroquia local confiaba en regresar a casa con una victoria, algo que no pasaba, contrariamente a lo que viene siendo tradicional en el feudo blanquiazul, desde el pasado mes de abril. Pero deberá esperar al menos quince días más. El capitán Mario Fuentes no quiso perderse tan trascendental cita. La incursión del central madrileño en el eje de la zaga en detrimento de Pau Bosch fue la única novedad en el once inicial de Galiana respecto a los hombres que alineó ante el Valencia Mestalla.
El Lleida, que iniciaba la jornada en puestos de playoff, pisó El Collao con el objetivo de dilatar su buena dinámica y, consecuentemente, la mala racha local ante sus aficionados. De inicio, los pupilos de Gerard Albadalejo dieron muestra de su buen dominio del cuero, mientras que inicialmente el Alcoyano volvió a caer en el abuso de los balones largos buscando esta vez la referencia ofensiva de David Torres y las segundas jugadas.
Para tratar de mejorar la combinación entre líneas, Gato retrasó su posición y ocupó puestos más propios de mediocentro que de segundo punta. Álvaro García se movía entre líneas. Y de la clásica combinación alcoyanista entre ambos futbolistas nació el primer gol blanquiazul. Una internada por banda derecha de Álvaro García terminó en un excelente centro picado del extremo de La Romana que superó a la pareja de centrales. Por detrás, solito, entró Gato para cabecear al fondo de la red el primer tanto del Alcoyano y volver inútil la estirada de Diego Rivas.
Paulatinamente, tras el tanto de Gato, el conjunto ilerdense se hizo con el dominio del esférico y fue adelantando líneas. No obstante, el Alcoyano avisó en dos ocasiones, aunque sin fructificar, de lo peligrosas que podían ser sus contras. A raíz de esas llegadas, el Deportivo volvió a cogerle el pulso al partido y, paradójicamente, fue entonces cuando el Lleida gozó de su primera ocasión. Jorge Félix, en el minuto 26, buscó la meta de Miguel Bañuz pero su disparo centrado lo blocó el portero ilicitano. Acto seguido, Nierga, superada la media hora, disparó por encima de la portería local.
Las oportunidades del Lleida fueron, sin embargo, un espejismo en ese momento del encuentro. Barreda, Navarro, Omgba, Ribelles, David Torres y, sobre todo, un omnipresente Gato pusieron el susto en el cuerpo del conjunto ilerdense con peligrosas llegadas, aunque, eso sí, la mayoría de ellas sin remate. La más clara de este tramo final del primer acto para los blanquiazules fue para López Silva. Su disparo de calidad con pierna izquierda se estrelló contra el lateral de la red.
En el último estertor de la primera mitad el Lleida logró el empate. Aitor colgó la pelota al interior del área y Jorge Félix conectó un remate en escorzo, que cogió un endiablado efecto parabólico que volvió inútil la estirada de Bañuz. Doble jarro de agua fría para los locales, que en la jugada inmediatamente anterior había reclamado un posible penalti sobre David Torres que no decretó el colegiado y terminó con amarilla para el delantero de Petrer.
Segunda mitad de dominio visitante
De inicio en el segundo acto, Galiana dio entrada a José García en sustitución de Álvaro García, hombre clave para los blanquiazules en el empate ante el Mestalla. Precisamente un disparo envenenado de José García lo dejó muerto Diego Rivas y el balón cayó muerto a los pies de David Torres. Incomprensiblemente, con todo a su favor, el delantero alcoyanista mandó el esférico fuera.
Se desperezó el Lleida del buen arranque local en la segunda parte. El disparo de Marc Valiente en el minuto 58 chocó con el palo izquierdo de la portería de Bañuz y evitó momentáneamente que el Lleida diese la vuelta al electrónico. A partir de ahí, coincidiendo con la entrada de Musa, el Lleida disfrutó de sus mejores minutos sobre el césped de El Collao, dominando a su antojo la posesión del balón, agudizando esta situación por las imprecisiones locales.
Trató Galiana de corregir esta situación de sumisión que mostraba su centro del campo con la entrada de Lado en el lugar de López Silva. Pero ni con esas. Acto seguido Manu Molina volvió a tener el gol en sus botas. Trató de aprovechar otra imprecisión defensiva local para adelantar a los suyos pero no supo definir con precisión en el mano a mano ante Bañuz y disparó excesivamente desviado.
En el sprint final, con más corazón que cabeza y fútbol, el Alcoyano trató a la desesperada de lograr el gol que le otorgase el triunfo. Y la jugada estuvo a punto de costarle cara, puesto que Manu Molina, habilitado por Bojan en una fragrante posición antirreglamentaria no señalada por el protestado colegiado murciano, tuvo otro mano a mano que desperdició. Gato, ya en tiempo añadido, empaló desviado desde la frontal
Justas tablas al final que lo dejan todo como estaba al principio. El Alcoyano sigue sin ganar en casa y coquetea peligrosamente con las posiciones de descenso. Es duodécimo con nuevo puntos, siete por detrás de su rival de hoy, el Lleida, que sigue marcando las posiciones de playoff.
Imágenes vía: @CD_Alcoyano
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