Nueva derrota en el Viejo Nervión, así concluyó el encuentro correspondiente a la séptima jornada de la Liga 1|2|3, que enfrentaba al Sevilla Atlético y al CF Reus. Con un único gol, por parte del conjunto catalán, quedó sentenciado el partido que suma una nueva derrota para el conjunto hispalense que continúa siendo el farolillo rojo de la Segunda división española.
La primera parte arrancó con un dominante equipo local que tuvo, durante los primeros minutos, varias ocasiones para inaugurar el marcador a su favor, siendo la más clara de éstas el remate de Aitor Cantalapiedra, realizado fuera del área y que se marchó por encima de la portería de Edgar Badia. Después de las claras oportunidades de gol del filial sevillista, fue Juan Domínguez quien abrió el marcador de la Ciudad Deportiva Juan Ramón Cisneros Palacios para el conjunto visitante. Dicho gol, fue la consecuencia de una pérdida de balón en el área local, que Fran Carbiá supo aprovechar para ponerle el esférico al centrocampista del Reus con cuya derecha batió la portería de Caro.
El resto de la primera mitad del encuentro podría resumirse en un juego aburrido en el que ninguno de los dos conjuntos tenían claras oportunidades para lanzar a puerta. Lo más remarcacable fueron las dos tarjetas amarillas que mostró el colegiado gallego, Eiriz Mata, a Miguel Olavide para el equipo hispalense y a Máyor para el catalán, a quien, además, expulsó con doble amarilla en la segunda parte del partido tras una dura entrada a Alex Muñoz.
Tras el descanso que dejaba el partido con el conjunto visitante por encima del local, los de Tevenet salieron con las pilas recargadas, llegando más a la portería del equipo catalán. Sin embargo, a pesar de la pegada que demostraba, los remates del conjunto blanquirrojo acababan o por encima del larguero o atrapado entre los guantes del portero rival. Una peligrosa contra del equipo sevillista protagonizada por Pozo, casi consiguió el ansiado gol para el equipo y los aficionados sevillistas, pero el esférico se marchó por la derecha de la portería de Badia.
En el descuento final del partido, el árbitro gallego mostró la última cartulina amarilla al mediapunta sevillista Aitor Cantalapiedra por haberse tirado para conseguir la pena máxima desde los once metros. Algo que el colegiado no vio con claridad y consideró que el jugador se tiró a la piscina.
En sala de prensa, el segundo técnico del CF Reus admitió que “se va más alegre después de haber conseguido la victoria en un partido difícil y ante un rival muy complicado”. Alegó, además, que “el objetivo del equipo en la segunda parte, había sido el de proteger. Por lo que, habían sufrido mucho a pesar de tener el equipo bien cerrado”. Sin embargo, el técnico del Sevilla Atlético vio “más desajustes por parte del Sevilla Atlético que aciertos por parte del rival”. Aseguró tener “fe en el trabajo y en el equipo”, y admitió “no tirar la toalla sino seguir adelante”.
Nuevos tres puntos perdidos en el Viejo Nervión que deja a la afición descontenta, mientras que los catalanes celebran haber ganado y batido, por fin, fuera de casa.
Foto:Sevila Atlético
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