El Autodromo Nazionale di Monza ofreció el pasado fin de semana lo peor y lo mejor de sí mismo. Por una parte, el sábado tuvo lugar la clasificación sobre mojado. Muy mojado. Su resultado fue la espera durante media tarde para poder determinar la parrilla de salida. Por el contrario, el domingo las condiciones climatológicas fueron idóneas, por lo que los pilotos pudieron demostrar qué podían hacer. También sus coches, ya que en uno de los circuitos más rápidos del calendario la potencia de los monoplazas juega un papel determinante. En esto Lewis Hamilton fue líder indiscutible, por lo que se llevó la victoria. Con esta, además, se puso primero en el mundial de pilotos, por delante de Sebastian Vettel.
El fin de semana comenzó con un sábado pasado por agua en Monza. La pista estaba encharcada, pero dirección de carrera decidió que se llevase a cabo la clasificación, a pesar de las quejas de algunos pilotos. Finalmente, Romain Grosjean provocó la cancelación de la Q1 a 13:31 minutos de acabar. El francés perdió el control del coche en la línea de meta, chocó contra el muro exterior y de rebote acabó contra el interior. Rápidamente salieron las banderas rojas a esperas de que mejorara el tiempo. Unas banderas que no se quitaron hasta dos horas después, cuando ya incluso se planteaba la posibilidad de hacer la clasificación el domingo. Entonces fue cuando Lewis Hamilton demostró que el agua tampoco es rival, consiguiendo de nuevo la pole. La sorpresa llegó tras él, ya que Lance Stroll saldría en la segunda posición y Esteban Ocon en la tercera. Unos puestos inusuales para estos pilotos.
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En el domingo la situación climatológica ya no fue un problema, lo que aseguró poder ver lo máximo de los Fórmula 1 en uno de los circuitos estandartes de la velocidad. Sin embargo, no a todas las escuderías les viene bien esto, y sufrieron por ello. Tampoco lo pudo aprovechar Max Verstappen, que tuvo que abandonar de nuevo. Mientras tanto, la carrera ofreció un espéctaculo de cambios de posición debido a la poco habitual parrilla del día anterior.
Ricciardo y su remontada
El australiano, que salió 15º, no se dio por vencido y fue a por todas. Se pasó toda la carrera subiendo posiciones hasta alcanzar a Vettel, que iba tercero, a escasas 10 vueltas para el final. La distancia era de 17 segundos cuando le dijeron por radio que era posible alcanzarle, y lo intentó. Sin embargo, fue en vano ya que acabó la carrera a cinco segundos del alemán. Pero el resulado ahí quedó, casi a puertas de podio tras recuperar once posiciones.
El renacer de Williams
Tras varios grandes premios de capa caída, la escudería británica recuperó su ser con unos buenos resultados. En la clasificación, Stroll sorprendió con su segundo puesto (tras la sanción a Verstappen y a Daniel Ricciardo). A su vez, Massa salió en la séptima posición. A pesar de esto, el canadiense bajó puestos consecutivamente durante la carrera. Finalmente acabó en la séptima posición seguido por su compañero de equipo. Si bien no fue una actuación espectacular la de los pilotos, al menos salieron del pozo en el que se encontraban tras los resultados de las últimas citas.
Verstappen sigue con su mala suerte
El holandés vive una racha de infortunios durante los últimos grandes premios. El sábado fue sancionado junto a su compañero y relegado a las últimas posiciones de la tabla. En las primeras vueltas de la carrera, Verstappen tuvo un toque con Felipe Massa que le arruinó la carrera. El choque provocó el pinchazo en su rueda delantera derecha prácticamente en las primeras curvas del circuito, por lo que tuvo que hacer más de la mitad con la rueda pinchada. Un golpe polémico ya que tanto él como el brasileño se echaron las culpas mutuamente. Finalmente, a pesar del contratiempo, el de Red Bull consiguió acabar en la décima posición. No sin antes tener también sus más y sus menos con otros pilotos como Grosjean y Kevin Magnussen.
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Räikkönen, el Ferrari menos Ferrari
Kimi Räikkönen no tuvo una de sus mejores carreras en Monza. Mientras su compañero de equipo, Sebastian Vettel, recuperaba posiciones imparable, el finlandés se vio limitado en varias ocasiones por monoplazas que no eran rival para el suyo. Tuvo una dura pelea con Stroll y Ocon para adelantarlos y, por si fuera poco, Ricciardo vino de detrás y consiguió adelantarle. El de Ferrari tuvo que conformarse con la quinta posición, una plaza que sabe a más bien poco comparado con su compañero.
McLaren en su línea
De nuevo, la escudería británica retiró sus dos coches de la pista. Aunque en ella tampoco le iban demasiado bien las cosas. A pesar de los intentos de sus pilotos por mantener un ritmo, la escasez de potencia frente al resto era notable, y esto en un circuito como Monza no se perdona. Mientras tanto, todos los focos fueron a la escudería, a Honda, a Renault y a Toro Rosso en una posible negociación a cuatro. Negociación que, de momento, no sacó nada en claro más que McLaren quiere soluciones a su situación.
Hamilton toma la delantera
Esta victoria del británico se tradujo en su ascenso al primer puesto en el mundial de pilotos. Ahora con tres puntos por delante de Vettel, su rival directo, el de Mercedes está más cerca del obtener el ansiado título. Por otra parte, el primer y segundo puesto de la escudería alemana aumenta su ventaja respecto a Ferrari en 62 puntos. Unos resultados que pueden cambiar, pero será difícil si la marca de la estrella mantiene la dinámica de los últimos encuentros.
Imagen destacada: Diario As
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