Las cifras que se manejan hoy en día en el fútbol son mareantes y tal vez desproporcionadas. Hace ocho años hablar de 100 millones de euros por un futbolista no era muy común y solo fue reservada esa cantidad para Cristiano Ronaldo, cuando en el verano de 2009 fichó por el Real Madrid por 96 millones de euros. Hay que destacar que en ese momento, Cristiano ya había ganado un Balón de oro y era el mejor jugador del Manchester United. Florentino Perez apostó fuerte para traer al portugués e intentar cambiar la dinámica en España, dónde el FC Barcelona había conquistado el triplete de la mano de Pep Guardiola y con un Lionel Messi que ya empezaba a demostrar que su crecimiento no tenía techo.
Más tarde, llegaron los traspasos de Bale (el galés venía de hacer un temporada increíble en el Tottenham, pero aun lejos del nivel que había mostrado Cristiano en la misma liga) y Neymar (el brasileño en cambio, era un joven promesa pero que en Brasil ya era un ídolo de masas y había conseguido ganar la copa libertadores con el club que lo vio crecer). En principio estaban destinados a ser los herederos de Messi y Cristiano, y ambos costaron 100 millones de euros. Parecía que esta cantidad estaba reservada solo para unos elegidos en el mundo futbolístico pero de repente llegaron los ingresos masivos de TV y rompieron el mercado.
Hoy en día, estamos instalados en un fútbol dónde el campeón de la Champions League gana la misma cantidad de dinero que el último clasificado de la Premier League y esto hace que los equipos de la zona baja de Inglaterra, incluso los punteros de la Championship puedan ir a ligas como la Serie A o la Liga Santander y puedan comprar a los mejores jugadores de los equipos clasificados mas o menos entre la sexta y la vigésima plaza sin ningún tipo de problema. Además esta gran cantidad de ingresos por parte de los equipos ingleses ha provocado que los traspasos entre equipos de la liga inglesa hayan sufrido una inflación fuera de lo común, como son los casos Walker o Pickford.
El grave problema pero es que los demás equipos de las otras ligas no pueden competir contra el dinero inglés, solo Barça, Madrid y PSG pueden estar a la misma altura y hace muy difícil poder retener a los mejores jugadores de tu equipo.
En medio de todo este crecimiento económico, de repente apareció Kylian Mbappé, un chico de 18 años que ha realizado la mayor irrupción que se recuerda en la historia del mundo del fútbol. Es el primer futbolista en conseguir 26 goles en sus primeros 44 partidos como profesional, obteniendo una media de 0,6 goles por partido y demostrando en la Champions League que era capaz de batir a cualquier rival y que la presión no podía con él. El AS Monaco, club top y gran conocedor del mercado actual en el mundo del fútbol gracias al trabajo de Antonio Cordón, director deportivo del equipo y famoso por su paso por el Villarreal logrando el mejor equipo que se recuerda en la historia del submarino amarillo que se quedó a las puertas de su primera final de la Champions League, ha tasado al futbolista en 180 millones de euros. El motivo es muy simple, sabe que los clubes ingleses tienen mucho dinero, además el Real Madrid otro pretendiente del joven futbolista, ha ingresado una cifra cercana a los 150 millones de euros en ventas y se da la circunstancia que el Monaco des de que empezó su política de fichar jóvenes jugadores, hacerlos crecer y venderlos, lleva ingresados alrededor de 400 millones de euros y no tiene ninguna necesidad de vender a Mbappé.
Por tanto, el que quiera al jugador tiene que pasar por caja, eso piensan des del club monegasco. Además los últimos rumores que han situado que el PSG estaba dispuesto a pagar la cláusula de 222 millones de euros de Neymar, lo único que han hecho ha sido reforzar su postura.
No sabemos si Kylian Mbappé vale esa cantidad de dinero, seguramente no, pero lo que es seguro, es que si sigue esta progresión va a situarse en el TOP-5 de mejores futbolistas del mundo.
Miguel Ángel Salvá
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