Remontada de España y 2 valiosos puntos

Se presentaba este Austria–España como un duelo para engancharse, los primeros, a la clasificación, o tomar una decisiva ventaja, los segundos.

Comenzaba el encuentro a todo ritmo, con unos ataques eléctricos ante unas defensas en proceso de adaptación, donde Iosu Goñi hacia los dos primeros goles para España. Esta celeridad nos llevaba a un empate a 3 en apenas 2 minutos de juego.

Poco a poco las defensas fueron siendo mas consistentes, y partir del empate a 4, los ataques tuvieron que trabajárselo más. Austria nos proponía un 6:0 muy centrado en la consigna de parar el juego de creación con Julen Aguinagalde, con pequeñas salidas al contacto a 7-8 metros. Ante esto, “los hispanos” buscaban el juego hacia el centro, creando en el 2×2 con pivote y dándole continuidad, haciendo daño sobre todo en el lado izquierdo.

Enseguida se empezó a notar el cansancio de la temporada, faltando alegría en el ritmo de juego, predominando el ataque estático pausado, a las oleadas en velocidad.

Austria se adelantó 4-5 mediado el minuto diez, dándole enseguida la vuelta España con un 3-0 de parcial, aunque los locales nunca se despegaron, y se mantuvieron en pequeñas desventajas de 1 y 2 goles, hasta llegar al 13-14 del descanso.

España había dado en la primera parte la sensación de poder dar algo más, donde ajustando las marcas defensivas y con un poco de acierto, la segunda parte se podría llevar más cómoda, pero nada más lejos.

Comenzaba la reanudación con error por ambos lados, pero si que los locales daban la sensación de salir a por el partido, con un ritmo más alto, y no dudando a la hora de lanzar exterior.

Una exclusión forzada por Iosu Goñi nos daba respiro, sobre todo en ataque, ya que defendíamos en igualdad, sin encontrar la tecla de la incomodidad para el ataque austriaco, que construyendo con paciencia, seguía anotando.

Tras una perdida en el 37, los austriacos cogían dos peligrosos goles de ventajas, lo que obligaba al tiempo muerto español. El publico comenzaba a creer, y no pintaba la cosa nada bien.

Un gol desde el extremo de Ferrán Solé parecía que podía cambiar la dinámica, ya que el juego hispano era predecible y siempre entre los primeras lineas, buscando zona de pivote para crear, y luego cruces y movimientos rápidos para llegar a zonas de menor densidad defensiva, para penetrar en nuestro poderoso 1×1.

No fue así, y ni el cambio en la portería hizo que la defensa española estuviera más solida. Faltaba frescura en las piernas, no llegábamos a controlar al oponente en los 1×1, y acabamos pagando con gol nuestra poca capacidad defensiva.

Así llegamos a un nada halagüeño 24-19 en el minuto 44, donde Jordi Ribera tuvo que agotar sus tiempos muertos para buscar el cambio de tendencia.

Apareció Dani Sarmiento con su frescura habitual, para anotar y romper la dinámica. En la siguiente defensa, volvimos al 5:1 con avanzado en 15 metros, para intentar ralentizar el juego austriaco y mermar a sus lanzadores y su movilidad de balón.

Funcionó! Parcial de 3:0 a favor y tiempo muerto austriaco, que no quería ver crecerse a España, ya que empezábamos a carburar.

La exclusión de Viran Morros nos hizo daño, y Austria volvió a coger 3 goles de ventaja, pero estaba claro que el equipo ya no iba a dejar de luchar, intuyéndose un final apretado.

Encontramos a Julen en el pivote y eso nos daba confianza, aunque nuestra defensa no conseguía condicionar el ataque rival, seguíamos muy reactivos a lo teníamos delante. Cada vez que les hacíamos dudar, conseguíamos recuperar y correr. Nuestro sello.

La experiencia fue un grado en el final, donde “los hispanos” gestionaron bien, parando el partido, llevándolo a su terreno, y con un gol de Ferrán Solé a falta de dos minutos, sellar una importante victoria que le afianza en el primer puesto del grupo.

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