Si hay un circuito del campeonato en que las manos del piloto pueden destacar sobre el coche ese es el Hungaroring, con permiso de Mónaco. El circuito húngaro destaca por su trazado sinuoso y sin apenas rectas, lo que permite que pilotos que en otras carreras se encuentran en los últimos puestos de la parrilla puedan brillar bajo el sol de Budapest.
Sin embargo, un trazado así, presenta un gran peligro en las salidas debido a su escasa anchura y a unas primeras curvas que tienden a crear embudos. Los chicos de Red Bull lo experimentaron en sus propias carnes. En un circuito en el que estaban “invitados” a molestar a los Mercedes y Ferrari, los de las bebidas energéticas perdieron una gran oportunidad tras una salida en la que Max Verstappen se llevó por delante a Daniel Ricciardo. Tal vez el holandés pecó de efusividad en la lanzada, pero Ricciardo fue demasiado duro en las declaraciones posteriores. Sea como fuere, ambos pilotos han hablado ya fuera de los micrófonos y han afirmado mantener una buena relación. No hay, pues, motivos para que cunda el pánico en el garaje de Red Bull.
Cuando parecía que Ferrari tenía la carrera controlada, Sebastian Vettel reportaba problemas en la dirección de su SF70H. Rápidamente se tomó la decisión de usar a Kimi Raikkonen como un escudo frente a los Mercedes. Esto deja claro que los de Maranello ya han apostado todo al campeonato de pilotos con el alemán. Raikkonen tenía ritmo para haber adelantado a Vettel en pista y lograr su primera victoria desde 2013, la misma que ya se le escapó en Mónaco. Pero, ¿por qué no lo hizo? Parece que el motivo es que el finlandés está más centrado en conseguir la renovación que en batir a su compañero, esa famosa renovación que Sergio Marchione dice tener al 50%. La dura realidad es que Ferrari ya ha tomado una decisión respecto a su alineación y a Raikkonen le ha tocado ser el escudero del alemán, algo que parece no molestar demasiado al finés.
Para los pilotos españoles esta carrera era una oportunidad de oro para irse de vacaciones con un buen puñado de puntos en el bolsillo, y no defraudaron en absoluto. Tanto Fernando Alonso como Carlos Sainz nos regalaron una gran batalla que comenzó justamente en las primeras vueltas y se prolongó durante la mayor parte de la carrera. Finalmente fue el asturiano de McLaren el que se llevó el gato al agua con un ritmo que el propio Sainz calificó como “de los de cabeza”. Quedará para los anales de la historia de Fórmula 1 esa vuelta rápida que Alonso se sacó de la manga y que sorprendió a propios y extraños. Grandísima labor de “los nuestros” que piden a gritos un coche competitivo para 2018.
El tirón de orejas del día se lo lleva Kevin Magnussen. El piloto danés de Haas expulsaba de manera muy sucia de la pista a Nico Hulkenberg en una maniobra en la que el alemán le pretendía adelantar. Con motivo de esta salida el piloto de Renault perdía varias posiciones y se olvidó de los puntos en una carrera que se le fue totalmente de las manos. Lo peor viene cuando ambos protagonizan una bochornosa discusión en el corralito de la prensa, que acaba con unas desagradables palabras de Magnussen a Hulkenberg después de que este le pidiera explicaciones. Esto queda por tanto, como una situación no resuelta y que seguro continuará en próximas carreras.
Pero la polémica del día no se la llevan ni Haas ni Renault. Es Mercedes la que se llevó todas las miradas cuando en la última vuelta Lewis Hamilton dejó pasar a Valtteri Bottas justo en la recta de meta. Son muchos los que se opusieron a este gesto del británico y los que aseguran que esos tres puntos que perdió le pueden salir caros. Pero si lo pensamos bien, Hamilton hizo lo que tenía que hacer. Él pidió al equipo que lo dejasen pasar tras la parada, puesto que tenía mayor ritmo que Bottas y quería intentar llegar a los Ferrari. Al no conseguirlo, lo más justo era devolverle una posición que de forma legítima pertencía a su compañero. Pero el asunto va más allá, y es que con este caballeroso gesto Hamilton se asegura los favores de Bottas y su equipo en un futuro próximo. Por lo tanto, movimiento inteligente del británico que no tendrá demasiados problemas para recortar puntos a Vettel en las próximas citas, ya que se desarrollarán en circuitos favorables a Mercedes.
Y mientras los chicos de Ferrari celebraban un fenomenal doblete en tierras húngaras, debajo del podio veíamos una imagen poco inusual. Fernando Alonso, en nombre de la Fórmula 1, se despedía de los aficionados antes de que comienze el parón de verano. Lo curioso es la forma en la que lo hacía, tumbado en una hamaca y emulando a esa famosa imagen del GP de Brasil 2015. Un toque de humor que siempre viene bien en esta Fórmula 1 que parece empezar a abrirse mucho más a los aficionados.
El Gran Circo nos deja durante un mes y no volveremos a ver monoplazas hasta el día 25 de Agosto en Spa Francorchamps. Pero nosotros no nos iremos de vacaciones y seguiremos contándote aquí todo lo que suceda en las próximas cuatro semanas con la silly season más loca que nunca. Que paséis unas buenas vacaciones y nos seguimos leyendo.
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Fotos vía: FIA
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