El jugador belga se convierte en el primer campeón procedente de Europa Occidental en el Crucible tras vencer en la final al cuatro veces campeón Mark Selby.
Un año más, el Crucible Theatre de Sheffield ha abierto sus puertas para albergar el torneo más prestigioso del mundo del snooker, el World Championship, y otro año más, cierra sus puertas dejando en sus entrañas una historia inolvidable, esta vez en la retina de su nuevo campeón, el belga Luca Brecel.
Un campeón inédito
En sus 53 ediciones previas, el campeonato del mundo solo había sido conquistado en tres ocasiones por jugadores nacidos fuera las islas británicas, pero ninguno de ellos era de la parte occidental del viejo continente. Hasta la llega de Luca Brecel, el jugador de 28 años nacido en Dilsen-Stokken, Bélgica. A partir de hoy, Brecel ya puede decir que es un jugador único en la historia de este bonito deporte, después de conseguir lo que ninguno europeo occidental ha conseguido, ser campeón del mundo, pero, además, no de cualquier manera, sino venciendo a toda una leyenda como es Mark Selby por 18 frames a 15 en una final que podría haber cerrado antes, pero que el talento de el de Leicester hizo que se sumaran más horas en el reloj.
Por si no fuera poco ser campeón del mundo, el belga se coló en la final haciendo historia, convirtiéndose en el primer jugador en remontar un 5-14 en contra en las 54 ediciones de vida del torneo. 11 mesas consecutivas lo pusieron por delante para terminar con las aspiraciones de un jovencísimo Si Jiahui que venía haciendo historia y honrando el snooker chino, que pasa por una época complicada.
Caen los mejores
Por el camino, Luca Brecel no solo dejó al jugador chino, sino que previamente se deshizo de tres míticos de la escena. Primero a Ricky Walden, a quien gano en un decider que podría haber cambiando la historia del resultado final del torneo. A continuación, se enfrentó y venció por dos frames de diferencia a Mark Williams, rival siempre difícil y, por último, le remontó a un Ronnie O´Sullivan que se dejó llevar después de perder 7 mesas consecutivas a pesar de llegar como un cohete de las rondas anteriores.
El Torturador torturado
Mark Selby se ha presentado en la final con una oportunidad única de resarcirse, más después de una temporada 2021-2022 donde la presión de ser campeón le causó estragos importantes mentalmente, de los cuales ha demostrado en esta final que está recuperado al completo, para la suerte de todo aficionado al snooker, más después de ver partidos como el que disputó contra Mark Allen en las semifinales, que por poco se va la última mesa.
La final, disputada al mejor de 35 frames, ha sido dominada de principio a fin por el jugador belga, pues el Torturador, como apodó el gran Ronnie O´Sullivan a Selby, parecía por momentos estar siendo torturado por el juego de un Brecel que ha metido las bolas largas como si estuviesen a dos palmos y que ha contraldo la cue ball a su antojo, vaciando las mesas como más le gusta hacer, rápido y directo. Selby no ha podido ponerse por delante del marcador en ningún momento del partido, a pesar de tener dos arreones en las segundas sesiones de cada día de final.
En su desdicha quedará esa bola negra fallada en la trigésimo segunda mesa del partido, cuando estaba peleando por empatar la final después de ganar 5 frames consecutivos y ponerse a solo uno de distancia, esa misma bola a la que ha hecho referencia en la entrevista después de terminar el encuentro.
Sorpresas en el Crucible
También han tenido su espacio, como cada año suele pasar, tanto para bien como para mal. La más positiva se la lleva el snooker chino y su nuevo protagonista, Si Jiahui, el joven de 20 años, número 80 del ranking, que llegó a la semifinal después de ganarle a viejos conocidos como Shaun Murphy y Anthony McGill.
La cara más amarga se la llevó Judd Trump. El que fuera subcampeón en el 2022 y campeón en 2019, este año no pudo pasar de primera ronda frente a McGill, perdiendo por 10 a 6 en un partido raro para el número 5 del ranking, que dejó escapar la ventaja inicial que había conseguido. De esta manera, Trump pone fin a una temporada de altibajos, pero con el Masters en su haber.
El partido del torneo
Si hay algún partido al que hay que otorgarle este premio particular, muchos aficionados tendrán por seguro que es para la semifinal entre los dos Marks, Allen y Selby. El choque (17-15) fue una auténtica masterclass táctica y técnica, con golpes defensivos sublimes y con mesas que rozan la perfección de este deporte y, en ocasiones incluso, hasta dando de lleno en esa excelencia. Dos de los jugadores más en forma del circuito dejaron lo que se podría decir que fue una final anticipada, confirmando así el norirlandés que es miembro de esa élite a la que Selby ha vuelto o de la que, quizás, puede que nunca se haya ido.
Fin a la temporada
Como todos los años, el telón del Crucible se baja para ponerle fin a otra temporada más, de la cual se puede decir que Mark Allen ha sido su gran protagonista, de principio a fin, después de ganar tres títulos de ranking: el World Gran Prix, el Campeonato de UK y Open de Irlanda del Norte.
Pero no solo ha destacado Allen, ya que también lo han hecho Trump o Selby, que han conseguido ampliar sus palmarés a lo largo de la temporada. Pero el que se ha llevado el premio más suculento ha sido, sin duda, Luca Brecel, el nuevo campeón del mundo, que se ha colado en el olimpo de los dioses del snooker por la puerta grande.
Imágenes: @WeAreWST
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