Análisis Rugby

Francia manda en #ChampionsCup: ¿El Top14 vale el triple que la Premiership?

Vista la última eliminatoria de la Champions Cup, la conclusión puede ser ventajista, pero no por ello menos real: el Top14 es la liga nacional mas potente del Hemisferio Norte y, pese a todas las dificultades propias de su burbuja económica y de las crisis del covid, la distancia con el resto de competiciones se agranda cada año. Varios datos:

Dominio francés

– De los ocho cuartofinalistas de la Champions, cinco son franceses (Toulouse, La Rochelle, Racing, Bordeaux y Clermont), y no han sido seis por la discutible eliminación de Toulon a manos de Leinster: un positivo por coronavirus de un jugador que ni siquiera viajó a Dublín eliminó a todo el equipo, pese a los PCR negativos de toda la expedición francesa.

Sin duda, la EPCR (Federación Europea de Rugby) ha aprovechado para servir el frío plato de la venganza contra el primer club francés que se le ha cruzado por el camino: no se le ha olvidado el boicot organizado por los equipos galos en la liguilla de la Champions, a cuenta de los positivos de la cepa británica del virus. Aquello mutiló la primera ronda, y Toulon ha pagado ahora parte de la factura. En todo caso, nunca antes Francia había colado a cinco equipos en esta fase; Inglaterra, sí, en 2016 (Saracens, que fue campeón, Leicester, Wasps, Northampton y Exeter). Regresaremos a la Champions.

La gallina de los huevos de oro

– Más datos. En los últimos meses, tanto la Premiership inglesa como el Top14 han renovado sus derechos de TV con sus respectivas cadenas. Mientras la británica BT Sport abonará 40 millones de libras al año hasta 2024 (46 millones de euros), Canal+ France desembolsará 113 millones por temporada para emitir la Liga francesa. No, no es una errata, es casi el triple (y apenas hay un equipo más en el Top 14 que en la liga inglesa, donde el año que viene habrá 13 clubes).

Se trata de dos países con población similar; además, Gales, Irlanda, Escocia y el resto de naciones anglófonas (incluidas las del Hemisferio Sur, EEUU y Canadá) son, además, un entorno muy interesado, al menos potencialmente, en la Premiership. Se trata de un área de influencia que Francia no tiene (al menos en el universo oval). Y la diferencia aumenta: en los últimos 25 años, los derechos de TV del Top 14 se han multiplicado por 10 (eran 11 millones de euros en 1998).

Por tanto, en términos monetarios, el Top 14 vale el triple que la Premiership. Hay que reseñar, eso sí, que por ese precio Canal+France también puede emitir el Pro D2, la segunda división gala, altamente profesionalizada y con un techo salarial equivalente al del Top14. Y dicho sea de paso, una liga más competida y emocionante que otras con más cartel (el Pro14, sin ir más lejos).

Normativa Covid19

– Al inicio de esta temporada, todas las ligas debieron afrontar el mismo debate: ¿qué hacer en caso de suspensión de un partido por covid? ¿cómo repartir los puntos sin adulterar la competición? De entrada, la Premiership se empeñó en terminar la temporada pasada, lo que retrasó el inicio de la actual y la imposibilidad de recuperar posibles partidos aplazados. Ello provocó una decisión que conducía al desastre: cuatro puntos para el equipo sin contagios, y dos para el ‘enfermo’. Es decir, en Inglaterra da más puntos tener casos de covid que perder un partido.

No tardó mucho la Liga inglesa en darse cuenta del disparate, y determinó que esta temporada no habría descensos. De hecho, un equipo que hubiera visto suspendidos todos sus partidos, a día de hoy iría 10º en la clasificación, por delante de Newcastle, Gloucester y Worcester. Por tanto, sin peligro de descenso, la mitad de los clubes se han quedado sin objetivo competitivo.

– Ese problema coyuntural en Inglaterra, es estructural en el Pro14, que se empeña en mantener ese nombre cuando en realidad solo juegan 12 equipos (o regiones, nunca está claro), y ninguno desciende. Además, la intervención pública (económica, para ser claros) de las federaciones (contratan jugadores, o costean parte de sus contratos, y nunca está claro cómo los reparten entre los distintos equipos) desvirtúa completamente la competición. Resultado: siempre gana Leinster, y a nadie le parece mal. Seguramente no habrá ninguna competición profesional en el deporte mundial que tenga menos emoción.

Temporada perdida

– El Top 14 y el Pro D2 dieron por perdida la temporada pasada (sabia decisión) y diseñaron la actual contemplando aplazamientos por covid, a jugar en las ventanas de la selección. Fue una decisión arriesgada, pero que se ha demostrado acertada. A estas alturas, la competición está al día, se mantiene la emoción en todos los sectores de la clasificación y los clubes franceses mandan en Europa.

– Y cerrado el bucle, volvemos a la Champions. Empezando por lo peor, la anomalía del Pro14 ha quedado una vez más en evidencia. Mientras Gales y Escocia destacaron como selecciones dominantes en el reciente Seis Naciones, sus mejores clubes hicieron el ridículo este pasado fin de semana: por un lado, Scarlets perdió en casa 14-57 frente a Sale Sharks a pesar de alinear a estrellas del XV del Dragón como Halfpenny, Liam Williams, Gareth Davies y Owens, entre otros. Y Edinburgh fue vapuleado por Racing (56-3) pese a los denodados esfuerzos de Hamish Watson, elegido el mejor jugador del Seis Naciones, nada menos. Solo Munster -jugando en casa- opuso cierta resistencia ante Toulouse (33-40).

La Premiership

– En el caso de la Premiership, una de cal y tres de arena. El actual líder, Bristol Bears, no dio la talla en Bordeaux (perdió 36-17), mientras que el actual campeón de la Champions, Exeter Chiefs, se deshizo de Lyon (47-25) tras remontar un peligroso 0-14.

La Rochelle, por su parte, siguió con su regular camino hacia el olimpo de los grandes europeos, y ganó en Gloucester sin grandes apuros (16-27), mientras que el Wasps-Clermont fue el match más emocionante de los octavos, con remontada incluida y ensayo final de Matsushima (25-27).

– Ante los cuartos de final, destaca sobremanera el Exeter-Leinster: ambos equipos afrontan el partido más importante de sus respectivas campañas. Diseñados para ganar la Champions, uno de los dos quedará fuera, y el campeón irlandés no tiene buena pinta. Apenas compite de verdad en todo el año, y además este pasado fin de semana no ha podido coger ritmo frente a Toulon.

La Rochelle-Sale Sharks debería ser para los franceses, pero la ruda delantera de los de Manchester pondrá a prueba a Bourgarit, Aldritt y compañía. Los otros dos partidos de cuartos son derbies galos: Bordeaux-Racing y Clermont-Toulouse, ambos con pronóstico visitante. Una buena fase final puede salvar la Champions del año de la peste… Ojalá.

Foto destacada: Matsushima (Clermont) se zafa de Jacob Umaga y Josh Bassett para rematar con un ensayo la remontada ante Wasps.

@sergebianco

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *