El deporte se ha convertido en estas últimas décadas en algo más que ocio, ganar o perder. Ahora supone prestigio, reconocimiento y éxito. La dimensión que ha adquirido el deporte hace que ganar o perder no solo represente lo anteriormente dicho sino que vaya mucho más allá y repercuta económicamente a muchos niveles. Esto quiere decir que la ambición pone en marcha la capacidad de implementar muchos más recursos y se busque la excelencia.
La nutrición, pilar básico
En este contexto, están claros los 4 pilares del rendimiento deportivo, tratemos el deporte que tratemos, estos son: entrenamiento, descanso, psicología y nutrición.
Hablando sobre nutrición en el deporte parece que ahora haya una manifiesta obsesión por tenerlo todo bajo control y se observa esa tendencia. Nada más lejos de la realidad, según el contexto en el que trabaje el nutricionista deportivo se puede hablar de un guía, asesor o planificador de esa nutrición deportiva. Entiéndase con algunos ejemplos simples como por ejemplo, no realizará la misma función un nutricionista en un equipo de fútbol base, en un equipo ciclista profesional de categoría world tour o por ejemplo el nutricionista de algún atleta que compita por categoría de peso (boxeo, judo, halterofilia…).
Es evidente que para cada deporte las directrices nutricionales o necesidades no van a ser las mismas, en el equipo de fútbol base irán encaminadas a adquirir una educación nutricional y a desarrollar una buena relación con la comida en los chicos y chicas. Sin embargo, en un boxeador, mediante una elaborada planificación y estrategia nutricional, el atleta llegará a la competición en el límite de peso que marque la categoría sin comprometer el rendimiento.
A más exigencia, más especificidad
A medida que aumente la exigencia en cuanto al rendimiento del o los deportistas aumentará el nivel de especificidad del nutricionista. Si no hay mucha exigencia, este cuidará que sus deportistas mantengan la salud, un peso o composición corporal saludable y se sientan bien para competir.
Si por el contrario el nivel de exigencia es máximo, el profesional de la nutrición utilizará muchos más recursos, donde no solo entra en juego un plan nutricional o dieta, sino más elementos como pueden ser la hidratación o la suplementación deportiva, aspecto muy en boca de todos con este nuevo mantra deportivo que se ha puesto de moda y que puso de moda el equipo ciclista Sky (ahora Team Ineos) “marginal gains” o ganancias marginales.
Planificar ayuda a ganar
A modo de conclusión, en el entorno deportivo una buena planificación a nivel nutricional no va a hacer ganar las competiciones, sin embargo una mala planificación o la ausencia de esta, puede hacer que éstas tengan un resultado negativo.
Por lo tanto el nutricionista ha empezado a ser un elemento más y no menos importante que el preparador físico, el fisioterapeuta o el psicólogo cuando de rendir o de ganar se trate.
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