El atletismo, el deporte que introdujo en la vida de una persona sedentaria las ganas de realizar actividad física y comprometerse con tal disciplina. Las ganas de mejorar día a día a pesar de las circunstancias… Una motivación interior que despertaba en una niña el sueño de convertirse en una atleta profesional.
El atletismo, una fuente de confianza.
Es más que un deporte, básicamente, se podría definir el atletismo como un aporte de confianza en sí mismo. A pesar de la existencia de momentos más agrios existen aquellos inolvidables, aquellos primeros zapatos de clavos, esas primeras carreras, algunas amistades inolvidables y esos tirones de oreja de tu entrenador. Sinceramente, es aplicable a la vida; existen series perfectas en las cuales el ritmo cardíaco acompaña y la energía esta por las nubes mientras que encontramos otras en las que desearías terminar el entrenamiento… es muy “real” por así decirlo. La vida te presenta etapas en las que estás pletórico y otras en las que no tanto, dicho deporte abre los ojos. Podemos aplicar el ciclo de la vida a un entrenamiento de atletismo; no todas las series son iguales ni en todas te sentirás igual pero todas y cada una de ellas tiene algo que enseñarte.
El club, tu casa. El entrenador, tu padre.
Por otra parte, cabe añadir las ganas y persistencia que te transmite un club de atletismo. Aquel entrenador que tanto entrenó para quedar en primer lugar, esa compañera que te animó a seguir corriendo cuando no podías más, ese anciano de la grada que grita “campeona” cuando vas segunda… Son muchos los acontecimientos que te hacen evadirte y considerar dicho deporte tan disciplinario. El mero hecho de levantarte para entrenar, ir incluso en pleno junio con ese calor tan característico de Cádiz, entrenar acondicionamiento físico bajo un techo mientras llueve a cántaros… Pequeños detalles que marcan la diferencian y te hacen apreciar lo capaz de eres de muchas cosas.
Hoy toca recordar estos años como la actividad que hizo evolucionar a una persona que no creía en el deporte en las ganas de seguir adelante, de echarle ganas y de aplicar tantísima disciplina a distintos ámbitos de su vida.
Simplemente, gracias.
@CristinaCubero_
