La obligada detención de las actividades deportivas, a causa de la Pandemia, ha generado diversos efectos en los deportistas. También el horizonte de regreso aparece como un nuevo reto a la psicología del deporte. En este artículo, se analizará el contexto, los efectos y algunos aportes para trabajar en los equipos.
Claves para un regreso psicológicamente saludable
Ante lo mencionado anteriormente se pueden pensar en algunas claves para que la psiquis no les juegue una mala pasada a los protagonistas:
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Comprender el nuevo contexto general:
hacer ancla en lo real y no dejarse atrapar por lo perdido o arrastrar por el futuro, es esencial. Poner la energía en comprender el hoy a de dar réditos en el rendimiento deportivo de los protagonistas. Se vuelve en el aquí y ahora, es decir, en este contexto, con esta realidad y con nuevos modos de trabajo. El focalizar en el hoy va a permitir asumir con mayor conciencia la nueva realidad y el contexto en dónde se ha de practicar el deporte. Y, por lo tanto, no forzar ni apresurar los tiempos y los momentos.
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Reacondicionarse en todos los ámbitos:
Es esencial planificar el regreso, realizar una especie de pretemporada que implica lo físico, lo vincular y lo psicológico. Es momento de ponerse nuevamente en condiciones en todos los ámbitos para poder ponerse en situación de juego. Asumir una nueva configuración grupal y de trabajo, readaptarse a la rutina deportiva, visualizar lo deportivo que se acerca; son puntos a tener en cuenta. Dar y darse un tiempo para ponerse en óptima forma psicológica es esencial para un buen reinicio de actividades.
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Reiniciarse con paciencia:
asumir la realidad contextual y propia, implica reconocer que todo va a costar un poco más. Tomar un tiempo de habituación, de reconocimiento, de activación y de visualización es fundamental para no adelantar pasos del proceso. Pues un apresuramiento puede generar diversas lesiones o sobrecargas que complique aún más el regreso deportivo. Ante esto, se trata de encontrar y conocer las limitaciones actuales, para un reinicio saludable.
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Proponerse objetivos alcanzables:
asumir la realidad, armar un proceso de reacondicionamiento y reiniciar con paciencia implica una reestructuración de objetivos. Se trata de formular nuevos objetivos personales y grupales para el regreso a la actividad. Los mismos han de anclarse en la realidad, en los tiempos previstos y los protocolos indicados para cada deporte. Ser alcanzables en el contexto actual y, por lo tanto, no tan exigentes que se conviertan en factores de mayor estrés.
El regreso a la actividad deportiva ha de ser una oportunidad para destacar la importancia de la Psicología aplicada al deporte como una herramienta esencial para la optimización del rendimiento deportivo.
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[1] Consultar en: https://sextoanillo.com/index.php/2020/03/25/aspectos-psicologicos-mantener-el-foco-en-tiempos-de-incertidumbre/
