¿Cómo podemos definir un modelo de juego ofensivo? ¿Qué tipos de sistemas ofensivos tenemos dentro de un modelo de juego ofensivo? ¿Es más adecuado para nuestro equipo jugar posicionalmente o en transiciones? ¿Tenemos pivots para poder trabajar específicamente nuestro ataque 3-1?
Hoy me propongo iniciar una serie de artículos centrados en el modelo de juego ofensivo de un equipo, dentro siempre de nuestro modelo de identidad. Antes de empezar, vamos a refrescar lo que vimos en los dos anteriores artículos (“Cómo crear un modelo de identidad en el fútbol sala” y en “Modelo de juego e identidad en el fútbol sala“).
Principalmente sabemos que un modelo de identidad en un equipo de fútbol sala se divide en 4 grandes bloques:
- Modelo de juego
- Modelo de entrenamiento
- Gestión de partidos
- Gestión de equipo y roles
Comentamos que el modelo de juego se descompone en: modelo de juego ofensivo y modelo de juego defensivo, y que en ambos modelos usaremos la metodología M.A.S (Metodología del Aprendizaje Simplificado) basado en fundamentos individuales (1-player), dualidades (2-players), triángulos (3-players), procedimientos y reglas (4-players).
Si nos centramos en el modelo de juego ofensivo, podemos diferenciar tres tipos:
- Ataque posicional: sistemas de ataque 3-1 y 4-0
- Ataque en transiciones: situaciones de superioridad en transición 4×3, 3×2 y 2×1 u otras
- Situaciones especiales: situaciones de portero-jugador, balón parado y juego en superioridad después de expulsión (4×3).
Iniciamos hoy la explicación del ataque posicional y sus primeros conceptos. Antes de todo, aplicando la metodología M.A.S (Metodología del Aprendizaje Simplificado) debemos trabajar:
Primero de todo, es muy importante explicar las dos zonas que estructuran un ataque posicional:
La zona de creación es la comprendida entre la portería y los 25 metros rivales y es donde el equipo con posesión de balón intenta progresar el juego para entrar en la zona de finalización. Por el contrario, la zona de finalización es la comprendida en los últimos 15 metros.
Es muy importante en nuestras sesiones de entrenamiento trabajar los diferentes fundamentos tácticos en estas dos zonas del campo, generando mecanismos de creación o de finalización. Muchos entrenadores obvian las diferencias entre ambas zonas, mezclando ambos conceptos y quizá desorientando al jugador. Jugando con el espacio dentro de los ejercicios podemos trabajar muy bien estos dos mecanismos, cuanto más espacio haya menos mecanismos de finalización y al revés.
Vamos a poner un ejemplo: trabajamos una dualidad en banda, la paralela, ¿tiene el mismo objetivo en la zona de creación que la de finalización? Técnicamente si es el mismo, pero tácticamente no.
La paralela en la zona de creación tiene como objetivo progresar, ya sea generando una superioridad numérica o bien superando líneas defensivas, por el contrario, la paralela en la zona de finalización pretende buscar un disparo a puerta o superioridad en corto espacio.
Para finalizar este primer artículo sobre el modelo de juego ofensivo, vamos a introducir otro concepto importante. Podemos clasificar los fundamentos tácticos en el modelo de juego ofensivo posicional en:
- Fundamentos generales: son aquellas accciones tácticas que se aplican a ambos sistemas de ataque (3-1 o 4-0).
- Fundamentos específicos: son aquellas acciones tácticas que sólo se pueden aplicar a un sistema de ataque por su especificidad.
Ejemplo de fundamentos generales: paralelas, bloqueos y continuaciones, paredes verticales, …
Ejemplo de fundamentos específicos: triángulos en profundidad (3-1) o sobrecargas creación (4-0):
En el artículo de la próxima semana vamos a explicar algunos ejercicios para trabajar los mecanismos de creación vs los mecanismos de finalización en ataque 3-1 y 4-0. ¡No te lo pierdas!
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