Andy Murray se ha colocado como número uno del mundo y terminará el año en esta posición gracias a haber derrotado a Novak Djokovic en las Finales de la ATP.
El tenis, como cualquier deporte es generoso. El trabajo duro nos enseña a que podemos conseguir lo que queramos siempre y cuando seamos fuertemente persistentes con ello. Y es que, cuando uno da todo lo que tiene para ponerse en cabeza en aquello que denomina vocación, normalmente suele cumplirse el deseo.
Djokovic, este pasado 2016 ha sido afectado por el síndrome del éxito y se ha visto sumido en un año tremendamente complicado. El serbio ha pasado de ser el chico invencible a ser la incógnita de los torneos a los que se inscribía. Nadie dudaba en gran medida de su juego, pero todos llegaban a pensar que podía ser posible que terminase cayendo tarde o temprano.
Sin embargo, el verdadero problema de esta estrella que el deporte de la raqueta ha hecho brillar ha sido el de la salida a la luz de un Murray que ha dominado el circuito. El escocés ha tenido la oportunidad de vivir en la luna durante unos 12 meses en los que ha presenciado todo tipo de situaciones. Puede que el premio de terminar número uno no signifique nada para muchos, pero para él es el máximo galardón que ha podido alcanzar en su carrera.
Ninguno de los aficionados es capaz de dudar de que este chico que pudo ya arrebatar aquel Wimbledon en 2013 a Novak en Londres para terminar con la maldición de Perry y poner su nombre a la colina más famosa de Inglaterra, no merezca esta recompensa. El nivel que ha demostrado, el empeño puesto en cada bola, el dominio que ha exhibido en muchas de las competiciones a las que ha acudido y, sobre todo, la épica que lo ha acompañado de tener la opción de destronar a ‘Nole‘ del primer puesto, han sido los causantes de este regalo para los fans.
Cuando un nuevo número uno se entrega al mundo, todos esperan que jamás caiga derrotado. Desgraciadamente, no puede decirse lo mismo de Andy pese al nivel que ha tenido y está teniendo. Es por ello por lo que las predicciones que hacen todos los especialistas apuesten por un duelo de los míticos de cara al 2017. Un Borg – McEnroe, un Agassi – Sampras, un Edberg – Becker… un choque de titanes que mostrará al tenis de todo el mundo lo que son capaces de crear dos raquetas en movimiento.
Porque si cada día es un nuevo día, si cada momento es un nuevo momento, tenemos también ante nuestros ojos el comienzo de una nueva era: La Era Murray – Djokovic.
Imagen: Collage de imágenes de The Indian Express e InStyle.
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