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Maratón de Berlín, más etíope que nunca

La expectativa de si veremos un nuevo récord mundial es mayor a cada año. Como siempre, Berlín tiene condiciones ideales para lograrlo, el clima esta vez no era la excepción. La lista de salida prometía algo grande…. Y así fue.

La salida del grupo elite de hombres fue muy explosiva, tanto que marcaron el primer kilómetro en tan solo 2min 40seg, lo que era un ritmo para correr debajo de las 2h 01min. Ya en los siguientes kilómetros fueron ajustando el ritmo, principal labor de los pacers o liebres. La encomienda como cada año es guiar a los posibles ganadores a un ritmo por debajo del récord mundial, pero en esta ocasión algo no estaba funcionando. Después de ese arranque de vértigo el ritmo no era el suficiente para romper el récord, la ventaja que habían tomado al inicio la perdieron al km13, cuando ya se colocaban 4 segundos arriba del récord.

Fue al km 15 cuando el Keniata Geoffrey Ronoh, decidió presionar a los pacers a mejorar el ritmo al grado que al km 18 la ventaja sobre el récord ya era de 32 segundos. En ese momento se colocó detrás para dejar hacer su trabajo a las liebres. En el grupo líder se encontraban Wilson Kipsang, quien obtuvo el récord mundial en el 2013. Los acompañaban Kenenisa Bekele, Emanuel Mutai, Alferts Lagat, Evans Chebet y Sisay Lemma, quien por momentos amenazaba con tomar la punta.

Llegando al km 20 los pacers abandonaron la misión dejando a un grupo impetuoso que mantenían un ritmo muy por debajo del récord mundial. Mutai ya empezaba a rezagarse. Tsegaye Mekonnen, una joven promesa, ya los seguía un minuto atrás, era demasiado el ritmo impuesto.

Fue al km 26 cuando el tiempo que habían tenido de ventaja se había esfumado. Ronoh ya no podía mantener el ritmo impuesto por él mismo y eso estaba retrasando a los demás, que no tomaban a mal que se corriera un poco más cómodo. Tantas variantes en los ritmos podrían mermar el rendimiento. En el km 27 Kipsang tomaba el control de la carrera junto con Lemma. Bekele les seguía detrás, con todo el oficio de competir en pista, dejaba que los otros dos hicieran el trabajo de marcar el ritmo.

En la rama femenil las posiciones estaban muy marcadas. Desde el km 5 las etíopes Aberu Kebede, Birhane Dibaba, Ruti Aga empezaron a tomar ventaja del resto de las competidoras. A medio maratón Kebede ya lideraba con varios metros de ventaja sobre Dibaba. Aga trataba de no alejarse de Dibaba.

Al km 30 Bekele ya se rezagaba un poco, parecía que no podría soportar más el ritmo que empezaba a aumentar Kipsang, quien ya se mantenía a un segundo del récord. Lemma también empieza a quedarse. Dos kilómetros más adelante Bekele hizo un esfuerzo por recortar la distancia que ya le había tomado Kipsang, sabía muy bien que lo peor que podía hacer era perder contacto con él.

En el km 35 Kipsang ya dominaba con plenitud la carrera, tomaba varios metros de distancia de su perseguidor y se colocaba 3 segundos debajo del récord. Todo estaba dentro de su guion. Pero de pronto Kipsang, quizá ya resentía el rigor de la carrera, empezó a bajar el ritmo, perdiendo ventaja sobre el tiempo a vencer. Bekele le seguía cada vez más cerca. Dos kilómetros más adelante, Bekele ya se le pegada de nueva cuenta, aunque él no había aumentado el ritmo, era Kipsang quien ya no podía mantener el mismo ritmo de antes. Para el km 39, ya codo a codo, la desventaja con relación al récord era de 14 segundos, parecía que eso se iría al olvido y nos enfocaríamos a un final de fotografía. Había carrera. Kenia vs Etiopía.

De pronto Bekele afloja el ritmo, parecía que Kipsang lograba vencerlo, pasaba el km 39.5 con unos metros de ventaja. Aunque Bekele, como un experto en la pista, estaba preparando su ataque final. Metros más adelante volvía a emparejarse y lograba tomar la punta. En el km 40 ya sacaba un segundo de ventaja y empezaba a apretar el ritmo, tanto que corrió el siguiente kilómetro 14 segundos más rápido que el anterior. Kipsang ya no podía contestar este ataque.

La puerta de Brandemburgo ya estaba a la vista. Bekele sabía que podía acercarse al récord mundial, ya estaba a 10 segundos e imprimía más velocidad. Los años de correr en la pista le estaban funcionando para dar un cierre de alarido en el maratón. Llegaba al 42 y la expectativa era enorme. Bekele volteaba a ver el cronómetro con desesperación, sabía que se acercaba al récord mundial. La sonrisa del etíope, acusando satisfacción al llegar a la meta como ganador absoluto, pero no lograba ocultar la desilusión de haber estado tan cerca del récord mundial. Detenía el cronómetro en 2h 03min 03seg, siendo la segunda mejor marca de la historia, a sólo 7 segundos del récord que sigue ostentando Dennis Kimetyo. Kipsang llegó en segundo con 2h 03min 13seg, empatando con Mutai la tercer mejor marca de la historia. En tercer sitio llegó Chebet con 2h 05min 31 seg.

En la femenil ya no hubo sorpresas. Aberu ganó el maratón con 2h 20min 45seg, le siguió Dibaba con 2h 23min 58 seg. Detrás Aga con 2h 24min 41seg.

Foto vía Fabrizio Bensch | Reuters.

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