La selección gobernada por Gareth Bale, realizará hoy su debut en la Eurocopa 2016 (Grupo B) ante Eslovaquia, uno de los conjuntos tapados que puede sorprender si no se le tiene en cuenta sus grandes cualidades ofensivas.
Una vez aquí, todo es posible. Es esa la magia que ostenta el fútbol y la que hace creer a cualquier persona en que su equipo o, en este caso, país, es capaz de llevarse el gato al agua ante alguno mucho más superior. Es este el caso de una Eslovaquia que deberá verse las caras ante la portentosa Gales, nación británica que desea no errar en su primera participación con un bloque de futbolistas de alto nivel.
Y es que, esta renovada selección cuenta con una innumerable cantidad de profesionales capaces de decidir un partido. Destaca en concreto Bale, militante en el Real Madrid, aunque también se observan grandes personalidades como Aaron Ramsey o Joe Allen, e incluso un campeón de liga al nivel de Andy King. Sin embargo, no es solo el centro del campo lo que puede producir el desequilibrio en la balanza, sino otros factores que llegan desde la defensa gracias al poder disfrutar de los servicios de Ashley Williams (Swansea), Chris Gunter (Reading) o James Chester (WBA), los tres muy sólidos y seguros a la hora de efectuar su función. Tampoco se quedan atrás los laterales tan sumamente peculiares que esta Selección Galesa tiene en sus filas, caso de Ben Davies, actual del Tottenham Hotspurs, o Jazz Richards, del Fulham.
Aún así, los eslovacos buscarán dar la sorpresa en su primer encuentro, en ese en el que la magia les acompaña a todos los que van en aparente inferioridad. Con sus armas, que no son pocas, tratarán de poner muy difícil el choque a los británicos.
Su manera de jugar es clara: contraataque llevado al límite y combinado con una gran salida del cuero gracias a dos auténticos expertos en estos aspectos como Marek Hamsik y Vladimir Weiss. Además de ello, su equilibrio defensivo no queda representado por un mal componente de la plantilla, sino por una estrella del Liverpool: Martin Skrtel. Sobre él recaerá todo el peso de un partido en el que su rival asediará el marco con total seguridad, y donde no habrá excesiva historia en caso de que los de Europa del Este se quiebren a causa de los tantos que encajen.
Es, pues, un duelo complicado de definir y sin dueño alguno, aunque si hay que decantarse por un conjunto que posea mayores posibilidades, esa es la selección de Chris Coleman, la cual no busca contentarse con varias victorias en el torneo, sino hacer historia; dejar la huella de unos chicos que probablemente podrán ser grandes si pasan por encima de la dudosa Eslovaquia este sábado a las 18:00 en el Matmut Atlantique de Burdeos.
Imagen: www.marca.com
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