La obligada detención de las actividades deportivas, a causa de la Pandemia, ha generado diversos efectos en los deportistas. También el horizonte de regreso aparece como un nuevo reto a la psicología del deporte. En este artículo, se analizará el contexto, los efectos y algunos aportes para trabajar en los equipos.
Un escenario vacío común, y vivencias dispares.
En las distintas partes del planeta se han tomado diversas decisiones políticas que impactaron en la vida de las personas y, por ende, en la de los deportistas. Las cuales han tenido en común la suspensión de las actividades deportivas profesionales, semiprofesionales y amateurs. Esto ha impactado en la psiquis de quienes lo practican, con efectos diversos de acuerdo a la vivencia subjetiva de los mismos. Al respecto, en un artículo anterior se mencionaron algunas herramientas para que el deportista se mantenga en foco.[1]
Independientemente el deporte que se practique y en el nivel que se lo haga, la suspensión, la reprogramación o la cancelación, se inscribe psicológicamente en el orden de lo traumático. Una situación traumática se caracteriza por un hecho que produce un impacto repentino tal, que provoca un dolor psíquico y despierta una serie de mecanismos para su asimilación. Por lo tanto, se abre una doble vía. Por un lado, se está ante un hecho común; que es la ruptura de lo estipulado y planeado; pero, por el otro, es vivenciada de una manera particular de acuerdo a los recursos psicológicos del sujeto para elaborar lo traumático. Teniendo en cuenta que toda vivencia es subjetiva, se van a dar algunos puntos que han de ser comunes y que significaran un desafío psicológico.
Un horizonte de regreso
Paulatinamente, en distintos países van regresando diversos deportes. Se trata de un horizonte de regreso que implica cierto nivel de certidumbre que puede ser tranquilizador y, a su vez, motivador. Pero también cabe destacar que el regreso no implica una vuelta a lo anterior sino el ingreso a una nueva normalidad.
En esta tensión entre la alegría por el regreso actual o inminente de lo deportivo, y las dudas acerca de cómo será lo nuevo, se encuentra el reto al psiquismo del deportista. Desafío que implica las siguientes realidades:
- Añoranza de lo anterior: lo traumático cuando es repentino, deja la huella de lo que estaba y ya no está. Es decir, subjetivamente desata un trabajo de duelo. Lo que implica asumir el hecho de un vacío que no se puede llenar con algo de lo que antes estaba. La psiquis puede defenderse queriendo retener lo perdido de algún modo, pero que a la hora de la acción puede traer complicaciones. Puede aparecer la tentación de recuperar mágicamente el nivel del equipo, del rendimiento individuales o de las sensaciones que se tenían previamente. Quedar anclado en lo perdido o en la magia de volver a lo anterior, va a generar una carga de estrés tan grande que puede provocar lesiones, presiones y sensaciones que pueden complicar al deportista.
- Angustia por lo perdido: lo perdido que no puede recuperarse tal cual se lo tenía, cuando se lo acepta es vivido con angustia. La presencia de angustia por una vuelta que no es a un punto anterior, es la respuesta subjetiva esperable. Es decir, dar cuenta de que algo ya se perdió y que eso angustie es necesario para asumir lo perdido. Por lo tanto, se trata de convivir por un período con la angustia que genera la distancia entre lo que era pre pandemia y lo que es el hoy. Esa angustia ha de ser el punto de inicio para asumir una nueva realidad en el rendimiento personal, del equipo y del entorno.
- Ansiedad deportiva: El deseo de regresar a las actividades y al nivel de rendimiento, puede llegar a acelerar de tal modo al deportista que lo haga forzar más de lo posible. Lo cual puede conducir a lesiones, malos movimientos y situaciones conflictivas.
- Avidez de la afición: los seguidores de los deportes, vivieron exactamente lo mismo que los deportistas, pero sus deseos y expectativas pueden convertirse en presión para los protagonistas. La avidez puede llevar a exigir rendimientos y resultados de manera inmediata, que probablemente no se consigan a la brevedad. Como deportista o entrenador es necesario aislarse de la presión que genera la avidez del espectador, que será mayor a la habitual.
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[1] Consultar en: https://sextoanillo.com/index.php/2020/03/25/aspectos-psicologicos-mantener-el-foco-en-tiempos-de-incertidumbre/
