Toni Kroos es un futbolista diferente, sin duda. Un futbolista que, sin hacer ruido y en poco tiempo ha logrado hacerse con un papel indispensable en el Real Madrid. Fuera del campo, es una persona de lo más sencilla, con lo cual no suele llamar la atención por lo que hace fuera del campo. Es cierto que es un futbolista que puede pasar desapercibido en un primer momento, tal vez porque no explota su imagen, porque no lleva peinados extravagantes o porque no celebra los goles bailando.
Sin embargo, no le hace falta, porque él habla sobre el terreno de juego, haciendo lo que mejor sabe; jugar al fútbol. También es cierto que no es un futbolista que destaque por su velocidad o por su habilidad a la hora de realizar filigranas, y con todo esto, es muy complicado encontrar a un futbolista que pudiera reemplazar el trabajo que realiza el alemán en el equipo de Zinedine Zidane. Buena muestra de ello es el porcentaje de pases buenos que da en cada partido, siendo el jugador que tiene un mayor porcentaje de eficacia en toda Europa, tal y cómo muestra esta clasificación.
Desde su llegada a Madrid en 2014 por tan sólo 25 millones de euros (siendo uno de los mejores fichajes calidad-precio que se recuerda) ha sido indiscutible para todos los entrenadores que han ido pasando por la entidad madridista: Ancelotti, Benítez, Zidane… Ellos tienen en común que todos ellos han orientado el fútbol del Real Madrid en torno a dos pilares básicos: Toni Kroos y Luka Modric. A día de hoy, Kroos se ha convertido en objeto de deseo de todos los grandes clubes de Europa gracias al buen juego que desempeña con la elástica merengue.
A pesar de que su labor no es tan vistosa como la de algunos futbolistas que le rodean, su trabajo es igual o más importante que el de sus compañeros. Todo el juego del Real Madrid pasa por los pies del alemán, gracias a la capacidad que tiene de saber a la perfección donde debe colocarse y a quién debe darle la pelota en cada momento exacto. Además su precisión a la hora de oxigenar el fútbol de los de Zidane le convierte en un seguro al que buscan siempre sus compañeros cuando la circulación del juego se atasca.
Precisamente en estas situaciones, cuando el juego se atasca, es cuando el alemán se encarga de tomar las riendas del equipo. Cuando el Real Madrid no se encuentra cómodo en el campo, son casi siempre el germano y el croata quienes se encargan de dirigir y cohesionar el juego del equipo. Como casi siempre, cuando más se nota lo importante que es este futbolista para el Madrid, es cuando no está sobre el terreno de juego.
Un perfecto ejemplo de esto es el partido que disputó en el pasado mes de enero el Real Madrid frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán. El Real Madrid iba ganando por cero goles a uno y estaba controlando el encuentro sin mayores problemas, hasta que en el minuto 75 Toni Kroos abandonaba el terreno de juego para dar entrada a Mateo Kovačić. Cuando esto ocurrió, el Real Madrid perdió por completo el control del partido y el equipo blanco comenzó a perder balones que habitualmente no se pierden cuando Toni está sobre el césped. En consecuencia, el Sevilla remontó y acabó ganando en un partido que el Madrid tenía ganado.
No sólo es importante para la circulación del juego del Real Madrid, sino que su precisa diestra se convierte en favor del equipo de Zidane en un arma peligrosísima. Tal es así que actualmente es el máximo asistente de la Liga Santander con nueve asistencias. Esta precisión del alemán ha sido clave en momentos importantes desde que aterrizase en el equipo de la Castellana, pues hay que recordar que fue él quien colgó el balón que peinó Gareth Bale para que Sergio Ramos marcase el primer gol de la final de la Champions League ante el Atlético de Madrid, que abría las puertas hacia la Úndecima al conjunto de Zidane.
No sólo sus maravillosas lecciones de fútbol le han llevado a convertirse en uno de los favoritos de la afición del Santiago Bernabéu, sino que desde el momento en el que llegó al Real Madrid, entendió a la perfección lo que significaba vestir la camiseta blanca. A lo largo de su estancia de tres años en el conjunto merengue ha dado muestras de madridismo más propias de un canterano que de un recién llegado, siendo uno de los pilares del equipo que siempre da la cara ante la afición, tanto en los buenos momentos como en los malos.
En conclusión, su disciplina, profesionalidad y buen juego le ha llevado sin hacer ruido a la cima del fútbol europeo. Tal vez no haya costado cien millones de euros ni capte a diario la atención de los medios, pero es difícil encontrar a alguien que lo haga mejor que él en su puesto.
Foto: Libertad Digital.
Síganme en @diegopucela23 y estén al tanto de toda la actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: @SextoAnillo.
