¡Gran ambiente!, se quedó corto El Central
Nutrida presencia de portugueses en El Central de la Complutense madrileña que se hacían notar frente a la abarrotada grada del Estacio Nacional. Excelente mañana de domingo, soleada, con un poco de fresco y un ligero viento que en nada impedía el devenir del juego.
Speaker animando a la grada, el mismo que este año nos deleita con su televisivo just in the middle, banda militar de paracaidistas en los himnos nacionales e incluso el Sweet Caroline de los Boston Red Sox en el descanso. Solo echaba en falta algo de Loquillo y su Feo, Fuerte y Formal.
Costaba calentar los motores de una grada, cuyos rezagados no encontraban más ubicación que las pasarelas, pasillos y bar del estadio, de nutrida presencia en este tipo de eventos.
13 de marzo, apenas dos semanas antes de cumplir un año del partido de ida que jugamos con los lobos en tierras lusas, partido que me hizo reflexionar sobre los objetivos a medio y largo plazo del plantel español. Ahora, con la ventaja propia de escribir con el tiempo corrido, toma cierto sentido lo dicho en su momento, felicitando por tanto a Santiago Santos y todo el rugby español. ¡Enhorabuena!
Trepidante y dinámico comienzo
Sacaba de centro Portugal y a los tres minutos los leones superaban una situación de dificultad a raíz de una touch a diez metros. Dos minutos más tarde Portugal abría marcador con un golpe transformado por el omnipresente Samuel Marques: 0-3 a los cinco minutos.
Se recomponía la selección española en el minuto ocho plantando Jon Zábala con una potente incursión centrada, arrancando con una velocidad no común en un delantero. Plantó el oval en zona algo centrada pero Ordás falló la patada de transformación: 5-3.
Recién sacan los portugueses, un error en la recepción de la patada genera una situación de peligro, lance que finalmente es aprovechado por Portugal para realizar el primer ensayo en manos de Jeronimo Portela, transformando Marques, que no fallo una sola patada en todo el encuentro: 5-10 corriendo el minuto 12; rápida jugada de los lobos que tras montar la plataforma posterior a la touch son capaces de llevar el balón a banda contraria, generando una superioridad que les permite el ensayo. Muy rápidos y dinámicos.
España comenzaba a mostrarse superior con muy buena consistencia de sus líneas delanteras, y tras varios intentos en la veintidós portuguesa, se logra el ensayo, plantando Fréderic Quercy al segundo intento del pick and go, una vez desmontada la plataforma tras la touch. Era el minuto 18 y España volvía a adelantarse: 12-10.
Equilibrio y ventaja final de los leones
Muy sólida estaba España en la touch y en el placaje, dominaba el juego, lo que se convirtió en una nueva ventaja cuando en el minuto 28 volvía a plantar en zona de marca, esta vez más centrado por mediación de Marco Pinto; estaba la delantera del XV del León funcionando de manera excepcional. Pasó entre palos nuevamente Ordás para situar el 19-10.
Varios errores e indisciplinas dan la oportunidad de acercarse a los portugueses, que en el minuto 30 casi ensayan, teniendo que revisar el árbitro en el video arbitraje la posibilidad de dicha marca. Dos minutos más tarde vuelven a generar peligro, siendo esta vez Pedro Bettencourt quien posa facilitando la fácil patada del nueve portugués: 19-17.
Despierta nuevamente la selección española y en el minuto 38, tras un sólido avance del medio melé Rouet, Marco Pinto repite posado, marca que esta ocasión no puede obtener los dos puntos del puntapié al fallar el apertura español: 24-17.
Bien guardado el oval tras el saque de Portugal propiciando el cierre del primer tiempo.
Superioridad española y tanteo a base de puntapiés de castigo
Una melé mal ejecutada por Portugal a los tres minutos de la reanudación genera la posibilidad de ampliar marcador, con un golpe en zona de factible transformación. No falló en esta ocasión Ordás, precisamente en el momento en el que más viento tuvimos durante el encuentro. Volvía España a tomar ventaja de diez puntos: 27-17.
Se realizan cambios en la delantera española que siguió fuerte y sería clave en el tramo final del encuentro.
Entre tanto los lobos habían conseguido reducir distancias en una patada del infalible Marques, a menos de tres metros del centro del campo. Excepcional jugador. Transcurría el minuto 45 y el marcador se volvía a poner a tiro de ensayo para los visitantes: 27-20.
España se sentía cómoda y se dispuso a volver a los diez puntos de diferencia al transformar un golpe en el minuto cincuenta: 30-20. Previamente habían dispuesto los locales de una oportunidad clarísima de ensayo pero perdieron el oval ya dentro de la zona de marca.
La superioridad de los leones se veía contrarrestada por errores que daban a Portugal la posibilidad de recortar y volvieron a colocarse a siete: 30-23. Un golpe tras una melé favorable a España que no supo manejar.
En el 57 nueva infracción a favor de España por no dejar salir el placador. Transforma Ordás y coloca el 33-23.
Portugal tenía que apretar y España defenderse. Nervios finales.
Volvía España a tener la posibilidad de realizar un puntapié sencillo en el minuto 60, pero en esta ocasión se decidió ir a la touch a 10 metros. Falló el quince rojo y la posesión iba para los portugueses que también la perdían momentos posteriores. Parecía que el cansancio o los nervios entraban a jugar el determinante partido.
El reloj indicaba que faltaban 10 minutos y en el juego de imprecisiones y buenas defensas, España aporta aire fresco con la entrada de Güemes; previamente habían salido Facundo, Merkler y Munilla. Portugal también realizaba cambios, pero la rapidez la seguían poniendo Marques, Portela y Pinto.
Estuvo España muy fuerte en defensa propiciando la desesperación de los portugueses, que apenas a dos metros de línea de ensayo, no lograban conquistar; seguían con ventajas, pero esta vez los puntapiés de castigo no eran una opción.
Allá por el minuto 77 volvemos a recuperar y la grada se veía en París; la megafonía avisaba de no invadir el césped al finalizar. Pero volvimos a perder la posesión y esta vez los portugueses sí consiguieron superar la línea de marca. José Madeira posó muy esquinado y sin apenas tiempo para patear, lo que solucionó Marques con un puntapié de drop que no logró siquiera llegar a palos: 33-28 con el tiempo casi cumplido.
Eran los últimos lances del juego en campo portugués con el saque español y Portugal no podía hacer el más mínimo error. Y dicho error fue cometido con una infracción finalmente echar el oval fuera Bautista Güemes.
Final del partido y España cualificada para el Mundial de Francia. Ahí es nada, conforme lo mal que se pronosticaba hace un año. Excelente logro para el rugby español.
Broche final…escuelas al campo
Hace un año reflexionaba sobre el difícil reto que tenía el seleccionado de Santiago Santos, tratando sobre objetivos a corto, medio y largo plazo, aprendiendo de errores y contando con una estrategia, como comúnmente hacen las empresas. Recuerdo mencionar la apuesta en aquella crónica por la competición nacional de equipos como clave para el futuro, representada por los Sub23.
En esta ocasión creo que es muy reveladora la invasión de campo producida al final del encuentro, donde cientos de chavales fueron a celebrar con sus héroes el logro conseguido. Es un evidente mensaje a navegantes.
Es El Central un estadio acostumbrado al disfrute de las escuelas, tanto en aquellos añorados entrenamientos de Cisneros, como en los torneos internacionales infantiles de dicho club local, que acoge equipos de distintas comunidades españolas y países extranjeros.
Son clave las escuelas y el esfuerzo de los clubes persiguiendo que las próximas generaciones acompañen el plan de la federación. Tiene el rugby español unos colaboradores enormes en la geografía nacional a base del esfuerzo desinteresado, económicamente hablando, de quienes trabajan para que los que hoy pisaban el césped al finalizar el encuentro, lo sigan haciendo con botas de tacos y protectores bucales.
Creo que el seleccionador y su equipo técnico, médico y deportivo (jugadores) han hecho un gran trabajo al cumplir el objetivo. La federación tendrá que aprovechar el empuje de este excepcional acontecimiento para que no falten los apoyos en el crecimiento de este gran deporte.
Hoy toca disfrutarlo. ¡Felicidades Rugby!
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