Cuatro gladiadores en busca de la gloria. Bien podría ser el título de una de esas películas que emiten en televisión por Semana Santa. Pero nos referimos a los cuatro semifinalistas del Open 500 de Rotterdam. Los ganadores de los cuartos de final tuvieron que sudar sangre para alcanzar la penúltima ronda de un torneo más parecido a un Masters 1000 por el espectacular nivel del cuadro principal. Sólo cabe recordar que cayeron por el camino Medvédev y Zverev.
Una superficie algo más lenta de lo habitual hecha a la medida de Nadal, que no pudo disputar el torneo a última hora por una lesión, ha ayudado a ver partidos muy disputados en pista dura con intercambios de fondo poco habituales en torneos indoor de esta índole. Por ese motivo no es de extrañar que no se haya clasificado ningún cañonero para la penúltima ronda del torneo.
Semifinal de favoritos
La primera de las semifinales parece anunciar el futuro que nos viene en el tenis masculino cuando se retire el Big Three. Tendremos que acostumbrarnos a escuchar los nombres del griego Stefanos Tsitsipas (22 años) y del ruso Andrey Rublev (23 años) en las rondas finales. Ya han llegado al top-10 y no tienen intención de abandonarlo. Desde luego, por juego merecen estar en esas posiciones de privilegio. Se avecina una semifinal de poder a poder. De muchos winners y puntos gratis al servicio. Decidirán los pequeños detalles y el que mentalmente aguante mejor en los momentos decisivos. Sin pronóstico claro.
El tenista griego Tsitsipas ha sufrido más en sus partidos anteriores. Ya le costó superar en dos mangas a Guerasimov y aún tuvo que sudar mucho más ante el polaco Hubert Hurkacz al que ganó de forma agónica en tres sets. Con su trabajada victoria también en 3 disputados sets ante el otro ruso Karen Khachanov consigue un premio adicional pues superará a Roger Federer y se colocará como quinta raqueta mundial en la clasificación que saldrá el próximo lunes.
Para Rublev era casi una obligación alcanzar las semifinales. Su rival de cuartos no parecía un obstáculo para el joven tenista ruso. Pero J. Chardy quiso rememorar viejos tiempos y darle un disgusto a su rival. Todo un partidazo que se decantó del lado de Rublev por calidad y exuberancia física. Le servirá de aviso para la que se le avecina este sábado. Será una especie de revancha de la final que disputaron en septiembre del año pasado en el torneo de Hamburgo. En aquella ocasión el ruso se impuso al griego. Los dos vienen en gran forma y prometen un gran espectáculo.
Semifinal de aspirantes
La segunda semifinal tiene menos cartel a priori pero el buen gorumet del tenis no se perderá la oportunidad de volver a disfrutar de un Borna Coric que parece recuperado para la causa y de un luchador incansable como Fucsovics. Son dos jugadores con mucho tenis y que están asentados en la clase media-alta del circuito. Queda por ver si esta será la temporada donde darán ese salto de calidad tan difícil para codearse con los 20 mejores del ránking. Palabras mayores. El tenista croata aún está a tiempo de alcanzar ese nivel por edad y por juego.
Siempre es una alegría ver que un jugador de la clase del croata Coric vuelve a disfrutar en una pista de tenis. Al inicio de su carrera se le esperaba mucho más arriba a estas alturas pero no ha sabido gestionar la presión. Parece que la pandemia le ha venido bien para prepararse física y mentalmente. Y se le nota en su juego. Se le ve rápido y con una fuerza desconocida hasta ahora. Ante el japonés Nishikori dio su mejor versión y no dejó que su adversario le llevara a un tercer set. Muy seguro de fondo tanto en su juego defensivo como de ataque. Muy fiable con el revés a dos manos y con una derecha muy mejorada. De seguir así no extrañaría verle muy arriba esta temporada. Tenista a seguir de cerca en los próximos torneos. Por clase no será.
Su rival forma parte de la clase media y que ha llegado a semifinales sin muchos sobresaltos favorecido por su cuadro amable. Eso sí, en su cruce ante el norteamericano Reilly Opelka estuvo a punto de caer eliminado. Ese sufrido triunfo le dio moral y ya ante Davidovich y Tommy Paul se le vio más cómodo en la pista e imponiendo su superioridad. Ante el croata Coric tendrá que subir varios puntos su nivel de juego si quiere tener opciones de llegar a la final. Sus opciones pasarán por tener un gran porcentaje de primeros servicios y subir cuando pueda a la red. De fondo tiene a un hueso muy difícil de roer. A sus 29 años sería todo un premio para el tenista húngaro con sólo 1 título ATP en su carrera.
Dos semifinales con cuatro tenistas que si algo tienen en común es que no escatiman en esfuerzos y para ganarles hay que darlo todo en la pista. Si algo de bueno tienen para el espectador neutral es que podrá disfrutar de unos semifinalistas que no especulan y tienen un juego agresivo de fondo. Cuatro rivales que dignifican este inicio de temporada. Una lástima que el público no pueda disfrutar del espectáculo en directo. Y más aún después de ver gradas dando ambiente en el último Open de Australia. Ya queda menos pero aún tendremos que disfrutarlo por televisión sin gente que anime.
Fotos vía: twitter.com/abnamrowtt
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