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Cuando nos salíamos de marcha, con María Vasco

Tributo poético

Esta semana, en la sección de las 4V (valores, victorias, vicisitudes y versos) rendimos tributo poético a una de las más grandes deportistas españolas con esa inicial en su apellido: María Vasco Gallardo (Viladecans, 26-12-1975). María tuvo la suerte de crecer en la mayor cantera de marcha de nuestra geografía, Viladecans, cuna de otros grandes marchadores como Valentí Massana, Mari Cruz Díaz, María Reyes Sobrino o David Márquez. Aficionada al atletismo desde sus orígenes, María se inició en la marcha atlética con 10 años, de la mano del entrenador Manolo Díaz, padre de Mari Cruz Díaz, en el Club Atletisme Viladecans. Posteriormente, tuvo como entrenadores a Manuel Alcalde, Josep Marín y, finalmente, a Rafael Sánchez, Fali, que fue el preparador de María Vasco en la época de mayor intensidad competitiva de María.

Su debut en la élite internacional

María Vasco destacó siempre por su técnica y estilo marchador, que le permitían disputar carreras sin apenas recibir penalizaciones por parte de los jueces. Batió el récord de España en 5 km, 10 km y 20 km marcha (este último fue superado en 2018 por María Pérez). A nivel internacional comenzó compitiendo en la prueba de 10 km marcha, en 1995, año en que disputó la Copa del Mundo de March Atlética en Pekín y el Campeonato de Europa en Goteborg, disputando el verano siguiente sus primeros Juegos Olímpicos, en Atlanta’96, acabando en el puesto 28º. En 1998, María fue en el campeonato de Europa disputado en Budapest.

De los 10 km a los 20 km y medalla olímpica

Un año después, en 1999, comenzó María Vasco a competir en la élite de los 20 km marcha con una doble cita mundial, la Copa del Mundo de Marcha Atlética, en Mézidon (Francia), acabando en el puesto 23º, y el Mundial de Atletismo en Sevilla, haciendo décima en la meta de la ciudad hispalense. Al verano siguiente, en su segunda cita olímpica, en Sidney’2000, a pesar de no partir entre las favoritas a medalla, María sorprendió a sus rivales logrando la medalla de bronce en la cita olímpica disputada en las antípodas, convirtiéndose en la primera mujer en lograr una medalla olímpica para el atletismo español.

Medallas en mundiales y europeos

Tras tocar el cielo en la cita olímpica, María consiguió el bronce en la Copa de Europa de Marcha Atlética en Cheboksary (Rusia) en 2003, en la Copa del Mundo de Marcha Atlética en Naumburg (Alemania) en 2004 y en el Mundial de Atletismo en Osaka en 2007. Tras disputar sus terceros Juegos Olímpicos en Pekín en 2008, la luchadora de Viladecans logró enfundarse en dos ocasiones el metal más preciado, el oro, en la Copa de Europa de Marcha Atlética en Metz (Francia) en 2009 y en la Copa del Mundo de Marcha Atlética en Chihuahua (México) en 2010. María Vasco se retiró tras los Juegos Olímpicos de Londres 2012, después de entrar en el selecto club de deportistas españolas con cuatro participaciones olímpicas.

Poema a la marchadora catalana

Despedimos nuestro sincero tributo a la trayectoria deportiva de María Vasco con un poema. Ahora que tanto echamos de menos el salir de marcha, queremos rememorar esos días en que, gracias a María, nos salíamos de marcha y el sabor a gloria que nos envolvía. ¡Gracias por tanto, María!

“Alma de guerrera”

Yo no tuve la fortuna
que tuvo el evangelista
de ver cómo caminaba
por las aguas el Mesías.

Pero yo sí vi a María
que, de modo similar,
marchaba sobre el asfalto
pareciendo no pisar.

Con su estilo depurado,
más armónico que el resto,
driblaba amonestaciones
pues una parte del cuerpo

siempre estaba acariciando
la superficie terrestre
impulsando sin descanso
sus dos piernas hacia el frente.

Ese espíritu guerrero,
nacido para la lucha,
seguro de un mal día
no servía como excusa,

vaciaba hasta el infinito
la fuerza de sus arranques,
su brío y hasta su aliento
para marchar por delante.

Y así acarició la gloria
en el suelo antipodal
donde, encaramada al podio,
hizo la bandera izar

y vimos brotar las lágrimas
por su rostro angelical
que, con su alma de guerrera,
era hermoso al contrastar.

Yo no tuve la fortuna
que tuvo el evangelista
de ver cómo caminaba
por las aguas el Mesías

pero he tenido la dicha
de ver marchar a María
y dejo en estos versículos
mi tributo de por vida.

Fotos: @mariavasco (en Instagram)

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