El equipo revelación de esta OK Liga sin duda es el Lleida de Abert Folgera. En verano se propusieron confeccionar un equipo competitivo para estar lo más arriba posible en el campeonato. Para ello se reforzaron con el portero Martí Serra, el atacante Jepi Selva y la vuelta de Bruno Di Benedetto tras una temporada de claros y oscuros jugando para el Liceo. En pretemporada no lograron pasar de la primera ronda de la tradicional liga catalana. La temporada comenzó con una mala noticia, la pista en la que solían actuar como locales no se podía utilizar ya que se había convertido en un hospital campaña improvisado para combatir el Covid-19. Problema para un Lleida que necesitaba una pista donde poder jugar como local. El nuevo hogar sería en la localidad de Bell-Lloc a unos pocos kilómetros de su pista habitual.
Todo lo negativo cambió nada más comenzar la OK Liga. Comenzaron con un dudoso empate ante el Verdrell, pero la cosa cambiaría rápidamente con 6 victorias consecutivas que catapultaron al Lleida al liderato de la tabla. Varias de esas victorias fueron de mucho mérito en pistas complicadas como las del Reus y Noia. Después de un inicio tan bueno los tres siguientes se saldaron con resultados negativos. Dos derrotas ante Igualada y Barça combinado con un empate ante el Taradell.
A pesar de dichos resultados negativos la sensación era fue de ser un equipo competitivo. Un ejemplo fue la derrota 4-5 ante el Barça mostrando una imagen muy seria. Desde ahí han logrado vencer tres jornadas seguidas que les situaban en la 3º posición entrometiéndose en el top 3 habitual que suelen ocupar Barça, Liceo y Reus. La primera vuelta acabó con una derrota por la mínima ante el Deportivo Liceo.
De la ilusión a la decepción en Noia
Desesperación absoluta en el Noia después de disputar la mitad de la OK Liga. En la preparación y la pretemporada obtuvieron resultados muy positivos con incorporaciones de jóvenes talentos emergentes como Roc Pujadas. Fueron finalistas de la liga catalana de hockey y estuvieron cerca de llevarse el título contra un Barça que tuvo que remontar para llevarse el título. Todas aquellas ilusiones quedaron atarás desde la jornada 1 cuando el Reus endorsó un 6-2. Lejos de retomar el vuelo los resultados negativos continuaron con derrotas ante Lleida y Barça, en las 5 primeras jornadas solo lograron dos triunfos.
Después de un esperpéntico inicio los resultados mejoraron con dos victorias ante Mataró y Voltregá. Pero aquello solo fue un espejismo al encadenar resultados dispares que les devolvieron a la zona media de la clasificación. En la última jornada cayeron contra el Caldes que a día de hoy es un rival directo por acabar en la 4º posición. A pesar de una mitad de temporada tan irregular hay motivos para optimismo ya que jugadores como Xavi Costa, Pol Manrubia y Adriá Ballart han dado un paso adelante estas últimas jornadas para intentar cambiar la dinámica del equipo. Mucho tendrán que mejorar en la segunda vuelta si quieren salvar una temporada abocada al fracaso.
