Primoz Roglic se ha impuesto hoy domingo en su segunda gran ronda, segunda Vuelta a España de manera consecutiva, demostrando que ha sido uno de los ciclistas más fuertes de esta carrera y está atípica temporada.
Quizás para hablar del trabajo y del historial del corredor esloveno ya tenemos lo escrito tras la pasada Vuelta, aquí lo dejamos, lo que vamos a analizar es como ha llegado hasta aquí el corredor top esloveno.
Desde el principio el objetivo del líder del Jumbo era la victoria en el Tour de Francia y así lo anunciaron a bombo y platillo en la presentación del equipo, dando incluso la alineación para la gran cita desde el principio con Roglic, Kruijswijk y el fichaje estrella, Tom Dumoulin.
Su idea este año era empezar más tarde con respecto al año pasado pero la pandemia del Covid le llevó a retrasarlo hasta finales de julio con las primeras carreras post-Covid con los nacionales eslovenos, imponiéndose en ruta y siendo batido en la CRI por Pogacar, quedémonos con este nombre.
Tras esta participación, lo siguiente fue un mes después prácticamente con el Tour de l’Ain donde demostró su buena forma con dos victorias de etapa y la general final para tomar parte después en la Dauphine donde también se llevó una etapa y tuvo que abandonar tras la disputa de la 4ª etapa y cuando era líder de la clasificación por caída.
Aquí llegamos al objetivo claro de Primoz y da para un libro, pero lo haremos rápido. Partió como claro aspirante a la victoria, se impuso en Orcieres Merlette en la 4ª etapa y se vistió de líder en la 9ª en Laruns demostrando que era el más fuerte de la carrera en este punto.
El esloveno siguió demostrando estar en buena forma y además tenía un gran equipo con gregarios como Kuss o Dumoulin que le ayudaban pero no tenía una ventaja lo suficientemente importante antes de la última crono, donde pese a ser favorito a la victoria, acabo sucumbiendo ante el empuje de Pogaçar, su compatriota, que le birlo la victoria en el último momento, pareciendo que podía hundirse moralmente al ser segundo y parecer que tenía la victoria de la gran carrera francesa en el bolsillo.
Tras perder el Tour al final, el corredor fue 6º en el mundial y , sobre todo, se impuso en la Lieja en el último golpe de pedal, recuperando así gran parte de moral de cara a la Vuelta a España donde iba a participar inicialmente para ayudar a Dumoulin a llegar lo más arriba posible, pero….
El comienzo fue inmejorable para el corredor esloveno ya que se impuso en la primera etapa y vistió de líder hasta la 6ª en Formigal donde lo perdió a manos de Carapaz pero quedándose a una distancia más que corta para poder recuperarlo si problemas al imponerse en Suances con un gran punch final.
Con eso y con todo, lo perdió en un puerto digno de los mejores escaladores, el Angliru pero de nuevo quedándose cerca para recuperarlo al día siguiente en la CRI con final en el mirador de Ezaro, que ganó.
Tras esto y con el susto final en La Covatilla donde fue ayudado por los Movistar en algún momento de la etapa, consiguió su otro objetivo, la victoria en La Vuelta, su segunda consecutiva, demostrando así que es uno de los mejores vueltomanos del pelotón y demostrando que el varapalo del Tour está totalmente olvidado.
De cara a la próxima temporada está claro que su objetivo principal, si nada lo impide (lesiones, pandemias, etc…) es el Tour de Francia, carrera que ya ha demostrado que puede ganar, pero también sabe que para ganarla no le vale con pancartazos o bonificaciones, por lo que esperemos ver a un corredor más ofensivo en busca del gran premio francés.
Imagen destacada: www.lavuelta.es
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