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Golpe de suerte

El dinero tiene suerte

 Lo que sucedió el otro día entre Whyte y Povetkin fue un auténtico golpe de suerte. Y no lo digo por el tremendo uppercut del ruso que noqueó a Whyte en el quinto asalto, algo que se consigue no por fortuna sino tras muchas horas de entrenamiento. Lo digo porque la derrota del inglés supone un gran alivio para los gerifaltes del juego. Esta circunstancia inesperada  –Whyte era favorito 4 a 1 en las apuestas y había derribado en dos ocasiones a su rival en el cuarto round- allana el camino al business entre los business, la pelea Fury contra Joshua.

Un rival incómodo

   

Whyte se había convertido en una piedra en el zapato para mucha gente importante. En primer lugar, para la WBC, que al igual que Hades tuvo a Sísifo empujando la roca por la ladera de la montaña eternamente, han tenido al inglés como aspirante mandatorio de su cinturón durante mil días. Las constantes demandas de que se cumpliera su manadatoria por parte de “The Body Snatcher” Whyte se cruzaban con los intereses del organismo que solía decantarse por otros púgiles con mejor mercado y más accesibles a su campeón e intereses.

Tuvo Whyte que llegar a amenazar por tirar por la vía judicial para que se cumplieran las normas del organismo, para que al final la WBC le prometiera que para febrero de 2021 tendría su oportunidad de optar al campeonato. Palabrita del niño Jesús. Esto también hacía que su promotor, Eddie Hearn, tuviera que apoyar esta medida aunque fuese en contra de los intereses de dar prioridad al combate que de verdad le interesa, el de su peleador estrella AJ contra Tyson Fury. Un Fury, del que sus representantes y promotores tampoco les hacía gracia que arriesgara su cetro ante Dillian Whyte alargando la espera al choque de campeones británicos y que pudiera arruinar el negocio.

 Otros posibles rivales

Así que salvando el obstáculo de Whyte, que aunque gane la revancha planificada para diciembre contra Povetkin, no sería mandatorio, a los jefes solo les quedaría los trámites de Wilder y Pulev para consumar la pelea deseada. Trámites que pueden ser como una revisión rutinaria al dentista que al final acaba con una muela arrancada.

No obstante, si los ingleses perdieran esos pleitos previos, el choque de gigantes se daría igualmente, sin todos o casi todos los cinturones, haciendo perder algo de caché (libras). De todas las maneras, los mandamases están igualmente agradecidos por ese inesperado golpe “desde Rusia con amor” que les ha aclarado el camino.

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