Rugby

Inolvidables Springboks que no pudieron exhibirse en las dos primeras WRC (III)

Rutilantes estrellas sudafricanas no vistas en los dos primeros Mundiales

Siguiendo con el artículo anterior, vamos al meollo de la cuestión, siendo conscientes de que habrá quien considere que falten algunos, sobre todo algunos forwards que fueron vistos en alguna WRC o pertenecieron a las generaciones anteriores, ya nombrados anteriormente o de carreras internacionales más cortas, tales como Wahl Bartmann o Jannie Breedt. Las indiscutibles figuras Boks que no pudieron ser contempladas en enfrentamientos contra las mejores selecciones en las WRC de 1987 y 1991, estando en plena forma y en un nivel top del rugby mundial, podríamos llegar a un acuerdo casi generalizado que serían los siguientes jugadores.

Naas Botha

Naas Botha. Fuente: Bob Thomas Sports Photography vía Getty Images

Extraordinario apertura que siempre perteneció a su club, el clásico Northern Transvaal, actual Blue Bulls que compite en el Super XV. Rubio provocador, aunque siempre evitó el contacto directo después de un inolvidable placaje de Morné du Plessis. Insolente en los desafíos de la búsqueda de huecos, uno de los mejores estrategas del rugby mundial e infalible pateador ambidiestro.

Fue nombrado Mejor Jugador del Mundo en los años 1979, 1981, 1985 y 1987 e incluido en el International Rugby Hall of Fame en 2005. Sus escalofriantes cifras están al alcance de muy pocos: 28 caps, 312 puntos, 2 ensayos, 50 transformaciones, 51 penalty kicks y 17 drop goals. En puntos solo lo superó Percy Montgomery en 2004, aunque Botha jugó poco más de la mitad de partidos.

Escalofriante su nivel de juego, siempre eléctrico y dinámico, haciendo jugar a sus excelentes backs y asegurando un alto nivel de puntos al pie en cada partido. Su amplia gama de pases, rápidos, cortos, largos y buscando el timing preciso para encontrar a los jugadores que “cortaban” la línea defensiva contraria o condicionaba la búsqueda fructífera del “exterior”, lo transformaron en un pivote alrededor del cual giraba el juego del equipo sudafricano cuando el balón salía del paquete de delanteros.

Su íntima conexión en el campo con sus backs inseparables (Danie Gerber y los hermanos Du Plessis), hacía de los Springboks un equipo temible en las rápidas aperturas de balón, adicionalmente a la dureza de sus forwards. Destacaba principalmente en el dominio del drop goal bajo alta presión, lo cual le permitió acumular un total de 2.511 puntos durante su carrera y ganar 9 Currie Cups. Fue tal su dominio del drop que los británicos lo apodaron “Nasty Booter”.

Participó en la polémica gira de 1981 a Nueva Zelanda y también jugó en la gira de 1986, vuelta “de cortesía” de los rebeldes Cavaliers neozelandeses para preparar la primera WRC de 1987.

Anecdóticamente, podemos referir que tuvo un corto “romance” con el fútbol americano como pateador, ya que consideraba que los jugadores de rugby deberían cobrar mayores emolumentos en plena época pre-profesional. Regresó a Sudáfrica en 1984, aunque rápidamente fichó en 1987 por el equipo italiano Rugby Rovigo, básicamente por cuestiones dinerarias, en donde ganó dos ligas italianas. Finalmente, regresó a Sudáfrica en donde volvió a jugar para los Springboks por última vez en 1992 a la edad de 34 años.

Danie Gerber

Danie Gerber. Fuente: Howard Boylan vía Getty Images

Eterno compañero de Botha con 24 caps, fue casi siempre un fijo en la selección, ya que ha sido uno de los mejores outside centre (o centre three-quarter, según terminología sureña) de su época -incluso algunos lo extienden a la historia del rugby-, de manera tal que parecía el propietario de la camiseta con el número 13 en la espalda, puesto que nadie ha vestido esa zamarra Boks en más ocasiones que él.

Espectacular centro, que destacaba por su verticalidad, contrapié, potencia física y autoconfianza, además de ser un gran defensor. Pero, sobre todas esas excepcionales características, destacaba su increíble velocidad, sobre la que algunos dijeron que su principal motivación para jugar al rugby era “el amor a correr” -con el balón, claro. Raro era el partido cuando Gerber jugaba en los que no conseguía, al menos, un ensayo, lo cual le convertía en garantía de tener “puntos en el bolsillo”.

Paralelamente, sus cifras también son portentosas con un total de 82 puntos en sus 19 ensayos. En el año 2007 fue también incluido en la International Rugby Hall of Fame. Pasó por varios equipos sudafricanos ,tales como Eastern Province (en donde desarrolló la mayoría de su carrera), el dominante Western Province y finalizó su trayectoria en Free State.

Carel Du Plessis

Carel du Plessis. Fuente: rugbyrocks.com

Carel forma parte de toda una saga de Springboks, puesto que es hermano, padre y tío de jugadores que lucieron la camiseta del antílope, algunos de ellos a muy alto nivel.

En su club, en el que desarrolló la práctica totalidad de su carrera como jugador, fue el Western Province, en donde desempeñó funciones de ala, aunque también de centro. Tuvo un paréntesis de un año de su carrera en el conocidísimo Transvaal, pero rápidamente regresó a su club originario.

Sus cifras también fueron relevantes en sus intervenciones internacionales. Convocado con 12 caps, 16 puntos y 3 ensayos. Siempre ocupó el puesto de ala finalizador, en total compenetración con Botha, especialmente en el seguimiento de patadas cruzadas por detrás de la línea defensiva contraria. Adicionalmente, sus habilidades de retorno del balón en la franja cercana al lateral, lo convertían en un excelente mantenedor del alto ritmo de juego sudafricano, lo cual facilitaba la continuidad del juego del resto del equipo.

 

(Continuará)

Fuente de la foto principal: realrugby.co.za. Fuente de los vídeos: YouTube.com

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