Reportajes Rugby

La purga que amenazó a los “rebeldes” Cavaliers se desinfló por el primer Mundial (y II)

Foto: Johan Jooste

En la primera parte del artículo se analizó las giras entre NZL y RSA hasta 1981 durante el aislamiento de Sudáfrica a causa del apartheid.

La gira de los Cavaliers de 1986.

Cuatro años después se planteó una gira oficial de los All Blacks en Sudáfrica, pero rápidamente fue cancelada por motivos de incumplimiento de la normativa de la propia NZRFU. No obstante, los jugadores neozelandeses querían jugar contra RSA para medirse con uno de los mejores equipos del “Planeta Rugby” y, de camino, comprobar su nivel justo antes del primer WRC que se celebraría en su propio país tan solo un año más tarde.

En el plano político, la gira fue desautorizada y el Gobierno declaró firmemente que los jugadores que fueran a Sudáfrica no representarían en ningún caso a Nueva Zelanda.

Sin embargo, los mejores 30 jugadores de los del helecho plateado aceptaron arriesgarse a realizar la gira. Capitaneados por Andy Dalton, con el mando técnico del mítico Colin Meads y actuando como manager el no menos conocido Ian Kirkpatrick, partieron hacia Sudáfrica. Solamente se negaron a ir el medio melé David Kirk y el ala John Kirwan.

No podían usar el nombre de su selección nacional y se autodenominaron “The Cavaliers”. Su camiseta no podía ser la tradicional kiwi y mantuvieron el negro con unas rayas doradas en las mangas con un cuello también dorado (patrocinados por las Yellow Pages). Su escudo tampoco podía ser el tradicional helecho dorado y lo cubrieron con un antílope dorado enmarcado en una orla dorada.

Camiseta y escudo de los Cavaliers. Fuentes: nzhistory.govt.nz y rugbycollection

Entre los participantes de los Cavaliers se encontraban las grandes figuras de renombre internacional que se estaban jugando su participación en el primer Mundial. Entre los forwards se encontraban estrellas del rugby, tales como, Wayne Shelford, los hermanos Whetton (Alan y Gary), Andy Dalton o Steve McDowall. Entre los backs formaban el elenco los mejores de la época, como Grant Fox, Warwick Taylor y Craig Green, entre otros.

Foto oficial de la gira de los Cavaliers. Foto: Johan Jooste

Se rumoreó que todos los participantes fueron generosamente retribuidos, a pesar de que estaba prohibido por las reglas del amateurismo que regían en aquella época. Se estaba violando la ética de la esencia del rugby del momento.

El hecho de desobedecer las indicaciones del Gobierno, considerando ilegal la participación de un combinado en una gira por Sudáfrica bajo la representación de Nueva Zelanda, y el cobro de emolumentos, obligaron a la NZRFU a manifestar que los participantes serían fuertemente sancionados. Incluso se insinuó la ineligibilidad para participar en el WRC de 1987.

Al tour de los Cavaliers en Sudáfrica se le denominó “The Battle of the Giants”. Con carácter previo, la gira enfrentó los Cavaliers a varios equipos de Clubs locales y selecciones regionales, entre los que se encontraron partidos que fueron verdaderas batallas, muy duras de desgaste para la gran traca final. Los jugadores sudafricanos se emplearon a fondo para minar el potente y casi indesgastable físico de los Cavaliers y lo consiguieron. Como ejemplo, podemos poner la famosa gran tangana en el partido contra Natal.

Gary Whetton, observa cómo se aleja du Plessis, mientras su compañero realiza un último intento de pararlo. Foto: Johan Jooste

Se jugaron 4 Test Matches en Ciudad del Cabo, Durban, Pretoria y el decisivo en Johannesburgh, que se saldó con 3-1 para los Boks. Dato curioso, los Cavaliers solo bailaron la Haka en el último test match de Johannesburgh, como postrer intento psicológico para ganar el partido y empatar la serie, pero no pudo ser. Incluso, hubo sus más y sus menos entre los Cavaliers y el árbitro Ken Rowlands, tras terminar el partido con derrota neozelandesa. Fue el último partido que ofició como árbitro. Famosa fue la frase del manager Cavalier, Ian Kirkpatrick: “We did the Haka today, mainly to scare the South Africans, but I think we scared the referee”.

Balon juego Super Springbok de InvincibleBalon conmemorativo Gira de Invincible

Balón de juego modelo Super Springbok y conmemorativo (blanco) de la gira fabricado por Invincible. Fuente: @BECHIGUES

Entre los Springboks, se encontraban unos magníficos jugadores que marcaron toda una época en el rugby sudafricano y mundial. En el duro paquete de delanteros, se destacaban Erasmus, Schmidt, Kruger, Bartmann y Breedt. Y entre los backs, jugadores inolvidables, como Botha, los du Plessis, Gerber, Reinah y Heunis. Esta gira demostró al mundo entero el excelente juego, y, al mismo tiempo, duro, que desplegaban los Boks. Todo un espectáculo.

Equipo de los Springboks en los dos primeros Test Matches. Foto: Johan Jooste

 

Consecuencias reales para los jugadores de los Cavaliers.

A pesar las amenazas de realizar una purga entre los jugadores que realizaron la gira con los Cavaliers, la NZRFU disminuyó sensiblemente sus amenazas previas a la gira. La realidad era que el Primer Mundial se jugaba en Nueva Zelanda y no se podían permitir el lujo de perder a sus mejores jugadores para asegurar el Campeonato. Hubo sanciones simbólicas, casi ridículas, de dos partidos de suspensión y un intento de declaración pública de intenciones con la convocatoria de nuevos jugadores que no participaron en la gira para los siguientes dos test matches disputados. Los jugadores de esos partidos fueron denominados “Baby Blacks”, los cuales conformaron una excelente generación que relevó con solvencia al equipo titular.

A la hora de la verdad, en 1987 los All Blacks presentaron un plantel en el WRC basado principalmente en los jugadores que habían participado en la gira de los Cavaliers, a los que se unieron David Kirk, como capitán, John Kirwan y el joven Michael Jones, elegido como mejor jugador del Campeonato.

El resultado final lo sabemos todos: los All Blacks ganaron con autoridad la primera WRC que se celebró en su país, cuyo núcleo básico fueron los jugadores que participaron en la gira de los Cavaliers por Sudáfrica en plena etapa de prohibición para la competición a causa del apartheid. La alineación de los All Blacks en la Final es recordada por todos los amantes del rugby: McDowell, Fitzpatrick, Drake; Pierce, G. Whetton; Jones, A. Whetton, Shelford; Kirk, Fox; Taylor, Stanley; Green, Gallagher, Kirwan.

Tras las dos primeras ediciones de la Copa del Mundo de Rugby, Sudáfrica pudo participar, siendo curiosamente la sede del Tercer Campeonato, como premio por abandonar la política del apartheid y tras nombrar como primer Presidente de la RSA a Nelson Mandela, que entregó el Trofeo en la Final al capitán de los Boks, François Pienaar. Pero eso será otra historia.

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