El Valencia Basket visitaba la cancha del Brose Bamberg concienciado en la necesidad de la victoria para poder romper la racha negativa en la que había entrado en Euroliga, y a fe que lo logró a pesar de las cinco importantísimas bajas con las que contaba (las habituales de Williams y Diot, más Abalde, Rafa Martínez y Dubljevic). Lo logró al menos durante 37 minutos de partido, en los que llevaba una cómoda y trabajada ventaja de 15 puntos, que tiró por los suelos en los tres últimos minutos merced a una blanda defensa y unos desastrosos ataques.
Empezó el partido con un equipo taronja espeso en ataque, cargándolo especialmente en individualidades ante un equipo alemán muy concentrado en defensa y con un ataque más fluido y versátil dominando la zona y controlando casi a la perfección la línea de tres. Conforme fue pasando el tiempo, el Valencia Basket se asentó más sobre el terreno de juego y gracias al acierto de Doornekamp y San Emeterio pudo irse con ventaja al segundo cuarto: 20-23.
El segundo cuarto empieza con un Valencia flojo en defensa pero muy acertado en ataque, donde Will Thomas tomó la responsabilidad de liderar el equipo, acompañado de los triples de Sastre y Rudez, que compensaron al hoy desdibujado Erick Green, que era un coladero en defensa y en ataque estaba más preocupado en buscar la falta y la posibilidad del 2+1 que en una buena selección de tiro. El californiano remató este desastre con dos balones perdidos y una antideportiva, que junto con una técnica a Pleiss, rebajaron los 11 puntos de diferencia que hasta ese momento llevaban los valencianos, llegando al ecuador del partido con un interesante 41-47. Por su parte, en el equipo alemán brillaba Hickman con una gran actuación en la línea de triple (4/5).
Durante el descanso, el Valencia recibía una nueva técnica a Will Thomas, cosa que permitió comenzar a los de Bamberg desde la línea de tiros libres y con posesión. Un comienzo poco halagüeño en un tercer cuarto en el que el club taronja supo luchar y conseguir una creciente ventaja punto a punto donde los jugadores pudieron sacar lo mejor de sí mismos y un gran acierto en triples con un Van Rossom espectacular (4/4). Los alemanes no podían con la defensa visitante que le obligaba a una mala selección de tiro y el consiguiente descenso en los buenos porcentajes que habían conseguido hasta el momento. El 52-66 auguraba una balsámica victoria del Valencia, máxime teniendo en cuenta la ascendente línea que iba trazando el equipo durante el transcurso del encuentro.
En este último cuarto salió el Brose desbocado y con intención de una nueva remontada en Euroliga al estilo de la conseguida con el Barcelona Lassa, donde fue capaz de remontar 26 puntos de desventaja. Pero un ordenado Valencia era capaz de cortar cualquier posibilidad de acercamiento peligroso. Una cerrada defensa y un eficaz intercambio de canastas permitía que apenas bajara la diferencia en el marcador, que había llegado a los 15 puntos. Pero llegaron los últimos 3 minutos y todas las murallas se derribaron, quedando tan solo un frágil castillo de naipes, que el Brose Bamberg hizo volar por los aires con las incursiones del italiano Maodo Lo y los disparos del francotirador Hickman. A falta de 2 segundos, el americano sacó una falta a Pleiss desde la línea de 6’75 y dio la vuelta al 80-82 al que se agarraba el equipo ché, que dispuso del último tiro. Desastroso tiro que no desentonó con el resto de los jugados en los minutos finales de este encuentro.
Dolorosa derrota, al estilo de la sufrida la semana pasada ante el Milan o también parecida a la de la final de la Eurocup ante el Unicaja la temporada pasada, que puede ser síntoma de un serio problema de concentración o de un importante bajón físico, debido a la sobrecarga de partidos y minutos de la corta plantilla taronja. El mazazo es importante, ya que la sensación percibida en estos últimos partidos continentales es la de haberlos perdido cuando se tenían perfectamente controlados, y meten al Valencia Basket en los últimos puestos de la clasificación, circunstancia que podía haber sido diametralmente opuesta en caso de haber sabido atarlos en los instantes finales. La mejor noticia es el parón liguero de esta semana que dejará unos valiosos días para la recuperación física y anímica del equipo.
Foto: Euroleague/Getty
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