Volvía La Liga a Mendizorroza tras la victoria de los locales en Copa en Getafe y la casi inmaculada marcha de los visitantes en el arranque de la temporada.
PRIMERA PARTE
Sorpresa en los locales, al salir con dos hombres arriba, dado el contrincante y su magnífico comienzo de temporada, que en los últimos partidos promediaba más de cuatro tantos por encuentro.
Comenzó el encuentro con un Alavés valiente, mandando en el juego, sobre todo por banda izquierda donde Alfonso Pedraza le comió la tortilla a Montoya que no podía con el empuje y velocidad del carrilero local. Hasta en tres ocasiones llevó peligro por su banda, irrumpiendo con velocidad pero sin encontrar rematador a sus pases. El Glorioso daba la cara y sorprendía a los Che. Neto tuvo que emplearse a fondo para detener en dos tiempos el lanzamiento de una falta sobre Wakaso, que lanzó Munir.
Cuando la cosa va mal, es que va mal todo. Y la demostración es que en un despeje franco, sin presión alguna, Dieguez golpeó mal el balón y quedó franco para Pereira que lo cedió a Simone Zaza que disparó a puerta, y tras golpear en la cadera de Alexis, se coló por la escuadra a pocos centímetros de la mano de Pacheco, que nada pudo hacer.
Más llegadas de los locales pero más eficientes los visitantes es el resumen de lo que aconteció en los primeros 45 minutos.
SEGUNDA PARTE
Comenzó la segunda parte sin cambios en los dos equipos. Bueno si. El Alavés salió confiando en si mismo y el resultado lo obtuvo en el minuto 49 cuando a la salida de un corner lanzado por Munir, lo cabeceó Alexis fuera del alcance de Neto, que solo puede ver como entra, para poner el empate en el marcador.
Siguieron los locales empujando con el apoyo de la grada, incansables ambos durante todo el partido.
Munir dió un paso al frente aprovechando que Santos fijaba a los centrales, e incansable pedía balones al espacio o en apoyo y de sus botas fueron saliendo balón tras balón, que pusieron el desasosiego entre los valencianistas, y ponían a prueba las habilidades del cancerbero Che. Wakaso se hizo dueño del centro del campo con la colaboración de Tomás Pina hasta su sustitución.
Cuando los locales estaban mereciendo más, un balón mal cabeceado por Rodrigo, golpeó en el brazo de Ely, que saltó de cabeza con los brazos arriba, y el colegiado señaló el punto de penalti, que convirtió en gol el propio Rodrigo, desaparecido hasta entonces.
A partir de aqui, domino de los locales pero sin materializar y los visitantes se dedicaron a defender y salir en dos contras que los alavesistas desbarataron con orden de repliegue.
Jarro de agua fría, de nuevo, para los locales, que a todas luces merecían más, y tres puntos para los visitantes que con poco consiguieron mucho.
Foto: El Correo
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