Crónica Crónicas

El último derbi vasco se queda en la capital

El ambiente en el barrio de Ariznavarra era inmejorable. Olía a derbi en Gasteiz, y no un derbi cualquiera, era el último derbi vasco en una temporada donde se volvían a encontrar cinco clubes euskaldunes. No solo era especial por este sentido, el derbi entre Alavés y Athletic Club siempre ha tenido mucha rivalidad debido al constante trasiego de vizcaínos y alaveses a la provincia vecina.

El derbi comenzaba dos horas antes del pitido inicial del colegiado. Leones y zorros poteaban en las inmediaciones de Mendizorrotza en un ambiente distendido y de rivalidad sana. A las 11:15 centenares de aficionados de ambos bandos se unían en los Frontones Ogueta haciendo una concentración pidiendo justicia para Iñigo Cabacas, aficionado Athleticzale asesinado. En ese momento el aroma pacifico dio un vuelto de 180 grados. Mendizorrotza comenzó a llenarse, 19.127 personas, de azul, blanco y rojo. La guerra de precios de las entradas entre las directivas no afectó al gran ambiente en el estadio del Paseo de Cervantes.

PRIMERA PARTE

Comenzaba el partido con muchísima intensidad tanto en el terreno de juego como en las gradas. El Athletic podía dar un gran salto en la lucha por Europa mientras que los jugadores del Alavés entendían lo que significa jugar un derbi ante los bilbaínos en Mendizorrotza.

Tras el arreón principal, muy igualado, el Athletic cogía el volante del partido. Los vizcaínos tuvieron cuatro ocasiones en diez minutos: la primera, un remate de Aduriz que Pacheco, magistralmente, manda a córner; la segunda, otra gran acción del veterano delantero que lanzó directamente fuera; la tercera, Beñat cogió el balón fuera del área y sorprendiendo a todo el estadio empalmo un disparo que fue directo al poste bajo; y la última, de nuevo Aduriz, no consiguió rematar un balón que todo el mundo veía dentro de la red.

En el futbol no se puede perdonar tanto, y menos en un derbi vasco. Así se llega al descanso, un partido vistoso donde los haya, un partido donde cada balón dividido se lucha con el alma.

Via Iraultza 1921

SEGUNDA PARTE

La segunda parte comenzaba con una ocasión para Williams tras un error defensivo albiazul que estós desbarataban. El Alavés despertaba y comenzaba a llegar a la portería rival empujados por la afición. En un córner, llegaba el primer y único gol del partido. ¿Gol?, GOLAZO. Ibai Gómez colgaba desde la esquina un balón que se iba abriendo hasta encontrar el control de Theo Hernández, tras el control, el marsellés empalma una volea con rosca y fuerza que se hace imparable para Kepa que se quedó admirando la obra de arte.

Tras el gol el Alavés pasó a la fase defensiva, donde se encuentra más cómodo. Y el partido dio paso a la última escena de la película; el Athletic Club chocándose una y otra vez contra el muro albiazul y estos tirando contras con un Rubén Sobrino brillante.

El partido termino con 1-0 a favor de los albiazules y Mendizorrotza traslado la fiesta a las calles de la capital vasca.

Via Josu Izarra

Ficha técnica:

Deportivo Alavés: Pacheco, Kiko Femenía, Rodrigo Ely, Zou Feddal, Theo Hernández, Marcos Llorente, Manu García, Edgar Méndez (Alexis-85), Camarasa (Rubén Sobrino-67), Ibai Gómez (Toquero-74) y Deyverson.

Athletic Club: Kepa, Balenziaga (Lekue-66), Laporte, Yeray, De Marcos, Beñat (Mikel Rico-79), San José, Muniain, Raúl García, Williams (Sabin-86) y Aduriz.

Goles: 1-0 Theo Hernández – Min 54

Colegiado: Sr Martínez Munuera. Amonesto a Deyverson – 36 por el Alavés y a Balenziaga – 14, Muniain – 41, San José – 56 y Laporte – 84 por el Athletic.

Imagen vía Josu Izarra

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