El equipo de boedo goleó por 3 a 0 al Atlético Paranaense por la 5 fecha del grupo 4 de la Copa Libertadores y sus hinchas sueñan con una clasificación que dos fechas atrás parecía imposible.
El conjunto de Diego Aguirre que venía de vencer a la Universidad Católica en la fecha anterior jugó su mejor partido en lo que va del año, y paso por encima a un gran rival como son los brasileros, que además contaban con la ventaja de jugar de local.
El conjunto argentino pisó suelo brasilero pensando que debían ganar para continuar con vida, pero además debían conseguir un resultado abultado ya que el grupo 4 se encuentra muy parejo y cada gol cuenta, y mucho. Desde el primer minuto de juego “el ciclón” salió a buscar el partido y esa intensidad que propuso se vio reflejada a los 13´ del primer tiempo, cuando el chileno Paulo Díaz cabeceó solo en el área para traer más tranquilidad al banco argentino. Cuando el partido era parejo y parecía entrar en una meseta, apareció el goleador Nicolás Blandi a los 67´ para estirar la ventaja y comenzar a cerrar un partido que luego se convertiría en goleada gracias a un lindo gol del joven Rubén Botta, un jugador cuestionado por la gente pero al cual el técnico siempre apoyó.
La felicidad del técnico uruguayo provenía no solo del gran partido que hizo su equipo sino también de que ahora depende de ellos para clasificar, ya que venciendo al Flamengo en el Nuevo Gasómetro, pasarán a la siguiente instancia de la copa. En caso de empatar con el equipo brasilero deben esperar que el Atlético Paranaense no venza a la Universidad Catolica.
Con estas dos últimas victorias, el cuerpo técnico del equipo argentino consiguió un poco de aire, ya que su continuidad pendía de un hilo al no estar obteniendo los resultados esperados.
Foto:reuters
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