Roger Federer se ha llevado el Masters de la ciudad de Miami al derrotar al español Rafa Nadal por 6-3 6-4 en una final en la que ninguno jugó su mejor tenis.
El duelo titánico del tenis, el más esperado de todo el torneo, aquel que nadie podía esperar a ver era el que en la Pista Central de Miami sería presenciado por un grupo de afortunados que tuviesen el placer de estar presentes. Una generación marcada por dos tenistas volvía a rememorar aquellos años tan gloriosos en los que las finales eran suyas y solo suyas. Rafa y Roger, bolas y unas cuantas raquetas era el resumen de esta historia interminable.
Después de la final de Australia en la que Federer se llevó la gloria, había que optar a llevarse el gato al agua. Con esta consigna salió a jugar un Nadal que nunca quiso dejar de lado su táctica inicial: jugar a la derecha del suizo. El estar demasiado tenso y el tener a un rival un tanto espeso ante él, lo llevó a poder dominar en cierto aspecto los primeros tanteos del choque. Y es que hasta dos puntos de rotura fueron planteado en el primer juego, ambos, claramente, salvados por el de Basilea.
El partido estaba evolucionando paso a paso, seguía el camino de ser un encuentro que pronto dominaría el balear, sin embargo, un pequeño coletazo del veterano de 35 años y siete meses cambió el devenir de este. Dos opciones de break cayeron de su lado en el 2-1. Rafa pedía serrín para sus manos, unas que, empapadas de sudor lo llevaban a sufrir para agarrar su raqueta. A causa de ello, las complicaciones crecieron, teniendo que verse obligado a salvar hasta tres puntos de quiebra en los próximos dos juegos al saque.
Si bien, es cierto que él también optó de dos al resto, dos que no fueron gestados y que, de haberlo sido, el parcial había sido suyo. No eran buenos momentos para Roger ni mucho menos, aunque los fallos del mallorquín lo catapultaron a apuntarse la manga sin problemas. En el 4-3, uno de esos juegos que marcan un antes y un después en los caras a cara, rompió el servicio y, con una exhibición de saques, se metió en el bolsillo el 6-3.
La táctica había funcionado durante la mayoría del tiempo, pese a que pareciese que las cosas no hubiesen salido como esperaba. Rafa era el fiel reflejo de lo que había planteado, era lo que se esperaba que fuese en una final en la que llegaba ligeramente por delante de su oponente. Desgraciadamente, este equilibrio se fue perdiendo con la llegada del segundo set, uno en el que el nacido en Menorca cayó en las redes de su rival.
Los tres primeros juegos al saque de Federer terminaron en blanco. Nadal no fue capaz de plantearle problema alguno al resto, cayendo en una rutina complicada de solucionar que lo hundió definitivamente en el 4-4. Ya en el 3-3 avisó el campeón de 18 Grand Slams con dos bolas de rotura, siendo en el empate a cuatro, a las primeras de cambio, y manteniendo esta ventaja para terminar con una nueva victoria.
De esta forma, es este el tercer título en lo que va de 2017, después de las gestas en el Australian Open y en Indian Wells, uno que significará su vuelta al número 4 del mundo de la ATP. Pese a la derrota, Nadal escalará a la quinta posición.
Imagen: Bettingpro.com.
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