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Basket Zaragoza: un equipo y un proyecto en caída libre

Tras las dos últimas derrotas, Basket Zaragoza se sitúa al borde del precipicio si no en plena caída libre ya. El calendario no es nada propicio y las sensaciones son malas en todos los aspectos. La entidad afronta lo que queda de liga con la amenaza real de pérdida de categoría.

Crisis a orillas del Ebro

Y es que no es para menos, la alerta roja es todo un hecho. Las dos humillantes derrotas ante Morabanc Andorra y Herbalife Gran Canaria ponen en una situación muy comprometida al equipo zaragozano. Motivos hay de sobra para ello ya que el equipo no da ningún síntoma positivo al que aferrarse.

La temporada se antojaba complicada, se intuía que habría que luchar cada victoria como una final para estar en la zona tranquila. Ser más ambicioso y aspirar a play-offs o plazas europeas se sabía que era excesivo para un equipo confeccionado con lo mínimo. Las estrecheces presupuestarias mandan y Zaragoza es el penúltimo presupuesto de Liga ACB y hacia esa plaza deportiva parece marchar si nadie lo remedia. En este momento, una sola victoria separa a Basket Zaragoza de Obradoiro más el basketaverage particular, pero los gallegos tienen un partido menos que los maños, que aún han de guardar jornada de descanso. Así las cosas el panorama es como poco preocupante.

De cumplir a fracasar

 Una temporada que arranca en precario, si no se pone el máximo y se dan circunstancias favorables, tiene todos los números para acabar en desastre. Ese guión lo está siguiendo Tecnyconta al pie de la letra. Se apostaba por una columna vertebral del anterior año y compuesta por Bellas, Jelovac, Fotu y Norel. La salida a Joan Sastre para hacer caja no aportaba fichajes de interés como así se ha demostrado un año más. También la salida de Willy Villar de la dirección deportiva dejaba al equipo sin ese cargo hasta la entrada de Salva Guardia mediada la presente campaña. La dirección de banquillo daba continuidad a Andreu Casadevall, sustituto de emergencia de Joaquín Ruiz Lorente la anterior temporada.

Deportivamente se iniciaba la liga de un modo aceptable, casi optimista, y se iban manteniendo posiciones relativamente cómodas. Se ganaba a Unicaja y Murcia y con dos victorias se iban manteniendo esperanzas. Llegaba el partido ante Obradoiro y por primera vez se vio un equipo muy poco combativo ante un rival que estaba llamado a ser directo. Se lavaba la cara el equipo venciendo a Fuenlabrada y contra Baskonia se caía en la prórroga presentando batalla. Incluso el equipo revelación, Tenerife, caía derrotado en el Príncipe Felipe, como lo hacía también Andorra. Pero llegó el partido de Badalona ante Joventut y apareció un equipo que se dejaba llevar en los finales apretados para acabar perdiendo. Quizá este partido fue el que marcó un antes y un después. En los siguientes nueve partidos, los de Casadevall sólo eran capaces de lograr dos victorias ante Manresa (en la prórroga) y ante Real Betis. Esto desencadenó el cese del entrenador y la llegada express de Luis Guil que se estrenaba ante Obradoiro. Efecto placebo fue la victoria ante los gallegos que, viniendo en cuadro, cedieron incluso el basketaverage. Los dos varapalos consecutivos de Andorra y Gran Canaria han noqueado a equipo, entidad y afición.

El presente nada halagüeño

Se han escuchado ya con claridad los primeros silbidos contra la actitud del equipo y contra la inoperancia de la entidad. Luis Guil llegó con muy buenos propósitos y un espíritu muy positivo pero parece que se ha dado de bruces con la realidad. Su discurso inicial se veía pautado por la directiva: nada de fichajes, hay plantilla suficiente, somos un buen equipo, todo saldrá bien. Han bastado tres jornadas para desmontarle todos esos argumentos.

Consciente de las limitaciones del equipo, aunque no las pueda reconocer, opta por fomentar el “buenrrollismo” y dar libertad a los jugadores. Quiere que jueguen de cara a canasta, con alegría y sin miedos. La contrapartida a esto ha sido una caída en la actitud defensiva que hace al equipo encajar en dos partidos más de doscientos puntos. Y así las cosas, el desastre está servido. La pelea de Casadevall por armar un equipo que creciera desde la defensa se ha abandonado en pos de un equipo alegre en ataque. Al final da la sensación de que los jugadores han llegado a un punto en que no saben a qué hay que jugar y han caído en la apatía y la anarquía.

El bajón de rendimiento de Norel con el cambio de entrenador es más que notable, posiblemente por haberle quitado peso en el equipo. Fotu está en un momento de apatía preocupante. En general no se aprieta en defensa y por momentos parecen desaparecer los sistemas. El barco, parece a la deriva y lo que queda por venir no ayuda a tener sensaciones positivas. Un calendario complicado y unas sensaciones malas. Combinación peligrosa.

Responsabilidad para todos

La afición está cansada. Lo está de ver que no se toman medidas correctivas, que no se ficha, que lo poco que se hace suele ser tarde y mal. Se prescindió de Holt para fichar a un pivot que nunca llegó. Se aguanta a Kraljevic con quien no se ha contado en ningún momento. Los jóvenes de cantera apenas sacan algún minuto por encuentro. Con una plantilla escasa, aún se hace más escueta de este modo.

Siempre se apela a la afición reclamando compromiso y apoyo, pero ¿qué se le da a cambio? El Príncipe Felipe no se va a llenar sólo y los que acuden pueden empujar al equipo pero no hacer el trabajo del equipo. No hay fe en lo que se hace. El proyecto está fracasado y sólo cabe intentar salvar la campaña permaneciendo en ACB. Aún en ese supuesto, deberían de cambiar muchas cosas en esta entidad que realmente no es la que a todos viene a la memoria cuando se recuerdan tiempos gloriosos de Cai Zaragoza. Este Basket Zaragoza nació en 2002 y su mayor éxito ha sido un tercer puesto en liga, no cabe engañarse. Ascensos, descensos y mucha mediocridad. Lo demás son paños calientes.

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Fotos vía: basketzaragoza.net (Esther Casas)

Foto destacada vía: basketzaragoza.net (Esther Casas)

2 Responses

  1. La derrota contra Andorra no fue humillante. Por otro lado,además de la tercera plaza, el Basket Zaragoza llegó a semifinales de copa y ha hecho campañas dignas en Eurocup. Por lo que se refiere al presente, todo parece tristemente cierto.

  2. Para mí si que está siendo una temporada desastrosa aunque se vaya siempre al tema de presupuesto. La planificación ha sido mala desde que falleciera José Luis Abós, y no solo la deportiva.
    Las derrotas contra Herbalife y Andorra si que las veo humillantes lo que pasa que al lado de la de Gran Canaria la de Andorra fue un lujo. Pero a Andorra se le había ganado en el Príncipe Felipe y el ir allí y que te metan cien puntos (33 en el primer cuarto) para un equipo ACB es humillante lo mires como lo mires y más viendo el partido que solo se maquilló porque ese día hubo acierto ofensivo.
    Respecto a la Eurocup, se entró por invitación y no por ganar plaza y se hicieron partidos dignos eso es cierto, pero los rivales tampoco fueron la bomba, que yo fui a ver todos y no eran de traca.
    La marcha actual lleva al equipo a zona de descenso de cabeza, y lo peor es que parece que la directiva no va a hacer nada porque debe de confiar en que no suba ningún equipo de LEB por tema presupuestario y/o canon ACB si es que aún se mantiene. Así resulta que es jugar a la ruleta rusa, pero no se va a hacer nada. El poco dinero que se ha hecho esta temporada vendiendo a Holt (que podria haber ayudado al equipo más que Kraljevic) se gasta en traer a Luis Guil, que por lo visto lo único que es, es un entrenador más sumiso que no se va a quejar de no tener refuerzos, porque Casadevall ya estaba levantando la voz demasiado.

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