El Málaga CF, lleva la friolera de 2 meses sin ganar. Desde aquel lluvioso sábado 26 de noviembre, en partido jugado a las 13.00 horas ante un luchador Depor en la Rosaleda, el equipo Boquerón no conoce la victoria ni en Copa ni en Liga.
Y por poco, porque ese partido se ganó en el último suspiro, en la última bocanada de aliento de una afición que sabe empujar en los momentos necesarios y que con un tremendo golazo de Ontiveros que demostró de que casta estamos hechos los malagueños.
Desde aquel mes de noviembre, han pasado jugadores, entrenador, frío, lluvia y hasta hemos cambiado de año; pero el equipo de la capital costasoleña se ha olvidado de sumar de tres en tres. En una competición tan reñida y con tantos intereses como la Liga Santander, no se puede dormir nadie en los laureles de un puesto tranquilo en la clasificación.
Cuando se marchó Juande, en su carta de despedida, dejó escrito que se marchaba con un Málaga CF situado en puestos de la zona media en la tabla clasificatoria. Cierto en aquellos momentos, pero el daño ya estaba hecho.
Tras los desastres vividos ante el Sevilla, en el Sánchez Pizjuán, donde en el primero tiempo, tras encajar 4 goles en tan sólo 10 minutos, se apreció en los datos estadísticos que los malaguistas tan sólo habían cometido una falta, demostrando una falta total de coraje y corazón. Con un Boyko, que parecía impuesto desde el banquillo, y con muchos jugadores señalados por la prensa y la afición, se llegó al esperpento de la eliminación en Copa por el Córdoba en un partido totalmente bochornoso para los jugadores, el cuerpo técnico y la afición.
Sí la afición, que tampoco supo estar en su sitio y ante el sufrimiento de ver a su equipo arrastrándose detrás de un equipo de la Liga 1,2,3, no supo apoyar a sus jugadores. Jugadores que eran vapuleados una y otra vez en aquella fría noche copera y que fueron “pitados” y “abucheados” por ciertas zonas del estadio en un clamor popular que ponía la diana sobre Juande, como causante de tanto destrozo.
Ese partido fue la ruptura definitiva en el ámbito blanquiazul. Se rompió definitivamente la confianza de la directiva hacia el entrenador, el míster no se vio con ánimos ni confianza para seguir adelante, y la afición… esa afición que siempre apoya a su equipo y que es feliz hasta cuando sale 5 segundos en deportes Cuatro hablando de nuestro Málaga, ya puso el grito en el cielo, y la desesperación en el alma malaguista.
Desde aquella noche del 20 de diciembre han pasado muchas cosas, y quiero pensar que casi todas buenas. El cambio de entrenador era necesario, no porque Juande no sirviera, ya que es y será un grandísimo entrenador, más bien porque la ruptura entre todos los estamentos que conllevan un equipo: jugadores, directivos, cuerpo técnico y afición, era irreparable.
Tras la salida de Juande sonaron muchos nombres, pero parece ser que el vestuario pidió a un hombre de la casa como el Gato Romero para sacar esta nave adelante. Seguramente sea un cargo temporal, y que el próximo año llegue un nuevo entrenador, pero el cambio de aires, actitud y cercanía a la plantilla era muy necesario. Jugadores muy señalados, tanto por ser exigencias del anterior míster, como por su pésimo resultado (Koné, Llorente) parecen quedar fuera del actual planteamiento. Koné, se encuentra jugando la Copa de África y se escuchan ofertas por él, Llorente ha sido tema de conversación para intentar darle salida en invierno, pero la sanción que recae sobre el Real Madrid lo hace inviable. En su lugar han llegado hombres que parecen mejorar bastante la seguridad, confianza en la retaguardia como son el veterano Demichelis, y Luis Hernández que ya partieron como titulares frente al Osasuna. Kameni, ha vuelto a la titularidad, y hubo “recuperaciones milagrosas”: Charles, Keko… incluso jugaron ya en Pamplona y se va denotando un mayor empuje. Ya ante el Real Madrid se notó una gran mejoría, no puntuando por fallos arbitrales, y este pasado fin de semana dejó buenas sensaciones consiguiendo un empate ante un equipo muy luchador.
El Gato Romero debe alentar al equipo para conseguir también alguna victoria como visitantes, ya que hasta hora no lo han conseguido, porque los partidos en la Rosaleda se presentarán complicados ante equipos muy duros: Espanyol, U.D. Palmas, Betis, Alavés, Atlético, Barsa, Valencia, Sevilla, Celta y Real Madrid.
Otro aspecto que se ha mejorado es la actitud de la afición, incluso parte de la Grada de Animación pidió perdón por el mal comportamiento de parte de su afición al criticar a sus propios jugadores frente al Córdoba.
La unión entre afición, equipo y estamentos del club deben dar como resultado la mejora total que lleve al Málaga CF a sumar de tres e tres, porque en esta segunda vuelta y viendo el fin de la temporada todos los puntos son esenciales y muchas plantillas, que estaban por detrás, comienzan a sumar partidos por victorias.
Foto Destacada: Sexto Anillo.
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