Análisis Opinión

¿Triplete?: Danilo, Benzema y el resto

Después de que el Celta de Vigo haya mandado de vuelta a casa al Real Madrid, tan solo queda lamentarse o analizar de lo que ha sucedido en el terreno de juego para que esto tenga lugar. Los señalados son varios, pero, ante todo, uno: el desajuste en el once.

Recordaba, y pedía, hace varios días que no se sembrase el ciprés porque todo iba acorde con lo establecido, y sigo manteniendo esta opinión. El equipo de Zidane ha mostrado hoy soltura en su ataque y se ha centrado en hacer bien su trabajo, sin embargo, el once que desde primera hora ha sido designado, ha propiciado el estropicio de Balaídos. Para entender el porqué simplemente hay que analizar varias de las posiciones que parecen estar ‘mágicamente’ cubiertas y que nadie se percata de que su ausencia es semejante a que a cualquiera de nosotros nos falte un pulmón.

Sí, en efecto, hablamos de Danilo, hablamos de Nacho; hablamos de los laterales. Marcelo y Carvajal son, y hay que repetirlo, dos de los mejores laterales que la historia del fútbol ha dado, y cuando estos chicos faltan, el once lo nota. Lo nota de tal forma que no es capaz de enlazar, que hasta Sergio Ramos se ve obligado a subir a la ofensiva. Lo nota de tal forma que no hay suplente que valga, porque nadie está a su nivel. Es por ello por lo que Danilo, cuando accede al terreno de juego, se encuentra sin vitalidad, sin chispa, sin soltura. Y es que, si no le das continuidad a un deportista, raramente encontrarás que este te rinda bien.

Claramente, el hecho de que estos futbolistas situados en segundo plano no tengan opciones suficientes, es debido a que los encuentros que disputa el Real Madrid son todos se máxima exigencia y en ninguno de ello se puede permitir el lujo de sentarlos. Pero, en cualquier caso, cuando no se le puede exigir lo que se le viene exigiendo desde su llegada: algo que no se tiene y que no se conseguirá a base de poco rodaje.

Acto seguido, es preciso hacer hincapié en la posición ‘extraña’ de Casemiro en el día de hoy. El brasileño ha desempeñado el rol de central, algo que viene haciendo desde que llegó al equipo con ‘Zizou‘ en cada acción defensiva. Y es que, no es para nada algo nuevo lo que ha hecho el seguro madridista, ya que de manera natural, en cada enfrentamiento, tiende a retroceder cuando el equipo recula, así pues, podemos deducir el problema no ha estado en él ni en Ramos, ni siquiera en Nacho.

Una vez analizada la defensa, es oportuno pasar al plano de los más adelantados, ya que el centro del campo ha estado brillante en todas sus facetas. Bien, es aquí cuando saltan las alarmas y cuando nos ponemos serios. Muy serios.

Karim Benzema, ese joven que llegó bajo la sombra de Ronaldo en el verano de 2009, ha dejado claro que su lugar no es la delantera. Lo ha dejado tan claro que hasta, cuando accedió Morata al terreno de juego, le dijo textualmente: ‘Colócate arriba, que yo me quedo detrás‘. Desde su llegada se supo que no era un ‘nueve’, sin embargo, muchos, cuyos nombres son bien conocidos, se ciñeron en un sí que no tenía existencia alguna. No, no y no. Karim nunca debió ser partícipe del tridente merengue por muchos tantos que haya cazado.

Es entonces cuando aclaro mi visión del partido y del once en sí. Si Zidane juega con un 4-3-3 o 4-4-2, ¿encaja Benzema, que es un mediapunta, en ese esquema? No. Entonces, díganme porqué continúa junto a Ronaldo en la titularidad.

En efecto, parece que critico duramente a Karim, que crucifico a Danilo y que no alabo al Celta ni a los que sí lo han hecho a las mil maravillas del plantel de la capital. Bien, pues si esos eran vuestros presagios, dejo bien claro que el Celta ha sabido plantar cara a los blancos y que, manteniendo la calma, ha lanzado contraataques que Mourinho amaría volver a tener a su disposición en alguno de sus conjuntos. Un diez para Berizzo, que ha controlado el tempo del partido pese a las bajas, y un sobresaliente para Guidetti por el sacrificio al lado de Aspas.

Y ahora, por parte de los vikingos, que hoy vestían de ese azul oscuro que parece ser negro para algunos y azul marino para otros, e incluso el color del Pokémon Kyogre para otros muchos menos, es preciso reconocer que Ronaldo se ha dejado la piel, ha intentado echarse el equipo a la espalda y ha conseguido demostrar que le queda algo de gasolina en su tanque aún. También Kovacic se lució, Isco lo bordó, y Kroos controló el centro del campo con soltura. La única pega fue el no poder encontrarse con claridad en los últimos metros, dado que faltaba el enlace de las bandas que los laterales suelen otorgar. Por lo demás, la actitud fue memorable, recordando a las clásicas eliminatorias remontadas y jugando a ganar. Aún así, desgraciadamente, los de Vigo apretaron y cerraron la eliminatoria sin dejar espacio a una posible remontada que hubiese maquillado el ‘desastre’ que se les viene encima.

No habrá perdón para los chicos de Zinedine. No lo habrá mañana, ni pasado, ni los siguientes días. Perder no tiene perdón, y menos aún cuando esto sucede en una eliminatoria como esta, muy a pesar de haber estado tan cerca de obrar el milagro con un once inadecuado.

Imagen: Mundo Deportivo.

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