Cualquiera pensaría que el Palacio estaría ya acostumbrado a estas remontadas épicas del Real Madrid, a estos saltos en el corazón, a esa necesidad de dejarse la voz para convencer a los jugadores de que en casa no se puede perdonar nada. Cualquiera lo pensaría. Pero no. Difícil acostumbrarse. Y más cuando llegas a tu asiento pensando que tras el enfrentamiento del pasado viernes contra el CSKA tocaba algo más tranquilo.
Y mirando la situación de ambos en la Euroliga… Los más valientes se atreverían a afirmarlo. El Madrid va segundo, a un solo punto del CSKA y el Maccabi Tel Aviv decimotercero y acumuló hasta la jornada pasada, cuando por fin pudo romper su racha, un total de seis derrotas seguidas.
Pero el Maccabi es mucho Maccabi y un duelo como éste no podía decidirse tan fácilmente. Y eso que las pérdidas iniciales del equipo Israelí hacían presagiar lo contrario. Duró poco. El Madrid se unió al festival de pérdidas y, con un gran Goudelock, el Maccabi quería dar la sorpresa, terminando el primer cuarto cinco arriba.
Rudy, que parece que poco a poco vuelve a ser el de siempre, no iba a permitirlo y se buscó un acompañante de lujo, Luka Doncic. Luka Doncic… Todo lo que podamos decir de él es poco. Dejémoslo solo en que es el MVP de la jornada, rozando el triple doble (10-11-8) y sí, sentimos repetirnos, con solo 17 años. Un día diremos “yo vi jugar a Luka Doncic en directo” porque este chiquillo va camino (si no pasa nada por el camino) a convertirse en uno de los más grandes.
Pero tras el descanso le tocó a Draper tomar los mandos del equipo. Y sentimos decir que el americano sigue sin encontrar su sitio y sin encontrarse a sí mismo. Y tuvo que ser el capitán, Felipe Reyes, el que, ya trascurridos tres minutos, metiera la primera canasta del cuarto. El equipo visitante supo aprovechar esos minutos llegando a meterle un parcial de 0-7 al Madrid. Cuando la diferencia llegó a los 10 puntos, Rudy y Luka salieron a la pista.
Y se llegó al último cuarto con un 53-56. Todo estaba por decidir. Pero el Madrid ya estaba concienciado y, aunque dos triples del Maccabi parecían inclinar la balanza hacia el lado visitante, la “vuelta” de Llull en los momentos claves, un Rudy que supo repartir excelentemente el juego en beneficio de Ayón y se aplicó en defensa… nos llevo a una nueva victoria del equipo local.
Cuando empezó la Euroliga nos afirmaron que no habría partido fácil, que nos preparáramos para un gran espectáculo y para marcadores ajustados y grandes remontadas… Hoy, cuando ya llevamos más de la mitad de la misma, podemos afirmar que no nos engañaron. Ahora al Madrid le toca reflexionar y aprender de los fallos… Y a nosotros nos toca seguir disfrutando de este gran deporte.
FICHA TÉCNICA
RESULTADO: REAL MADRID, 80 – MACCABI TEL AVIV, 75. (16-21,21-15, 16-20 y 27-19).
REAL MADRID: Llull (13), Doncic (10), Maciulis (-), Reyes (8) y Ayón (14) –quinteto inicial–; Randolph (6), Carroll (4), Rudy Fernández (14), Draper (-), Hunter (6) y Thompkins (5).
MACCABI TEL AVIV: Goudelock (18), Weems (5), Miller (14), Iverson (6) y Rudd (18) –quinteto inicial–; Seeley (-), Landesberg (2), Smith (6), Zirbes (2) y Ohayon (4).
ÁRBITROS: Pukl (SLO), Paternico (ITA) y Juras (SRB). Sin eliminados.
PABELLÓN: WiZink Center, 11.079 espectadores.
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