Entrevistas

Conociendo a… Paula Ginzo

Me llamo Paula Ginzo Arantes, mido 1’89 cm y nací en Cantabria. Ocupo la posición de ala-pívot y, actualmente, juego en el equipo Rivas Ecópolis de Liga Femenina 2. Esto es “Conociendo a… Paula Ginzo”.

Como cada martes llega una nueva edición de “Conociendo a…”, esta semana con un toque aún más especial al tratarse de la última entrega de este año. La protagonista de hoy es Paula Ginzo, una jugadora de carácter y versátil que recién comienza su etapa como profesional en las filas de Rivas Ecópolis en el Grupo B de la Liga Femenina 2.

La ala-pívot, habitual en las convocatorias internacionales desde los 12 años tanto en 5×5 como en 3×3, comenzó su historia con el baloncesto en su Ourense natal. Con un progreso imparable, Ginzo llamó la atención de centro de referencia para el desarrollo de jugadoras nacionales, el Segle XXI, donde llegaría en edad cadete. Una jugadora decidida y fuerte, a la vez de técnica e inteligente, que con pasos constantes se ha convertido en una de las referencias del nuestro baloncesto y en sinónimo de éxito, como atestiguan sus cinco medallas internacionales: oro Europeo U16 2013 en Bulgaria, bronce Europeo U16 2014 en Hungría, oro Europeo U18 2015 en Eslovenia, plata Europeo U18 2016 de Hungría y bronce Mundial U18 3×3 de Kazajistán.

Foto vía: gigantes.com

Pregunta. ¿Cuáles fueron tus inicios en este deporte?

Respuesta. Empecé jugando a cualquier cosa que no fuese baloncesto, al tenis, al fútbol… pero los entrenadores de Ourense, soy de allí, me veían tan alta que decían que tenía que jugar al baloncesto y yo me negaba hasta que un día me chantajearon, me dijeron que me regalaban una camiseta y un balón si iba a probar a entrenar. Fui a entrenar con 9 años y desde los 9 años a los 18 que tengo ahora.

P. ¿Cuándo te diste cuenta de que el baloncesto iba a ser protagonista en tu vida?

R. Desde un principio yo lo tomaba como un hobby, como cualquier niña de 9 años, pero veía que poco a poco, no es que se me diese especialmente bien, pero me gustaba y yo disfrutaba con ello. Hacía además muchas actividades extraescolares y después de 2 años, o así, veía que el baloncesto me quitaba mucho tiempo y que tenía que decidir entre hacer unas cosas u otras. Entonces antepuse el baloncesto a cualquier otra actividad extraescolar y antepuse el baloncesto a fiestas, cumpleaños, etc. Y creo que, a partir de ahí, pasó a ser una parte primordial de mi vida.

P.¿Cómo definirías tu estilo de juego?

R. Para ser pívot me considero una jugadora ágil, que si me defiende una pívot más lenta puedo jugar de cara y tengo movimientos ágiles. Pero [la posición] también se caracteriza, principalmente, por la fuerza; yo creo que debajo del aro necesitas tener buena fuerza de tronco y de piernas para saltar. Así que yo creo que soy ágil, que utilizo mucho la fuerza y que también salto mucho.

P. ¿Cómo te definiste como ala-pívot? ¿Ha sido siempre esa tu posición?

R. Cuando empecé a jugar en Ourense, era muy ágil y jugaba de todo lo que me pusieran, o subía el balón o lo que fuese, pero en el momento en que yo pasé de Ourense a jugar en Sigle XXI, ahí había jugadoras mucho mejores que tú en otras posiciones, entonces tienes que elegir y ahí fue donde empecé a jugar de ala-pívot o de pívot, lo que me pusieran, y como era tan ágil seguí haciendo cosas de técnica individual para poder alguna vez jugar de alero.

P. ¿Cómo se produjo tu llegada a Segle XXI? ¿Cómo fueron los primeros días, la adaptación?

R. Me acuerdo perfectamente cuando llegué. Entré por la cuarta planta de la residencia Blume de Barcelona y claro, había jugadoras que yo conocía porque había coincidido con ellas en la U13 y en la U14 de la selección española y fue verlas, abrazarlas, como si fuese la concentración de la selección española; pero ahí venía con tres maletas a meterme en una habitación que iba a ser mi casa durante toda una temporada. La verdad es que al principio estaba un poco asustada porque tenía 14 años, me iba de casa y no sabía cómo iba a ser eso, pero poco a poco como era todo nuevo, que si la residencia, el instituto, entrenar tanto, etc; me adapté bastante bien y no eché excesivamente de menos mi casa. No hubiese cambiado esa decisión por nada del mundo.

Foto vía: basquetcatala.cat

P. ¿Cómo es el día a día en la Blume? ¿Qué ventajas aporta a una jugadora crecer allí?

R. A parte de baloncestísticamente, que entrenas cuatro horas diarias, aprendes muchísimo, aprendes un mundo de cosas, tanto tácticamente como técnicamente. Pero, aparte de eso, creo que llegar allí con 14 años, enfrentarte a la vida tú sola… tienes tutores, tienes gente que te ayuda, pero al final con 14 años, entras tu sola en la vida, así que creo que te forma muchísimo como persona, te hace madurar de golpe y saber que tú tienes que sacarte las castañas del fuego, que ya no son tus padres los que te tienen que ayudar a estudiar, que no sea mamá la que te haga la mochila para ir a entrenar. Yo creo que aparte de técnicamente, que mejoras muchísimo, al igual que como jugadora; personalmente aprendes un mundo.

P. Firmaste por UCAM Jairis, pero tras la no inclusión en LF2 del club murciano llegaste a Rivas Ecópolis. ¿Has encontrado las mismas facilidades a la hora de compaginar los estudios allí?

R. Supongo que en UCAM también lo compaginarían bien, no lo he vivido, así que tampoco puedo compararlo, pero al ser la Universidad del club se compaginarían bien. Aquí la verdad es que me lo han facilitado mucho, voy a la Universidad Complutense y me queda a una hora, hora y cuarto de Rivas, me queda bastante lejos, y tengo turno de tarde, además. Al ser deportista de élite, tuve que presentar el papel a la Universidad y tengo que perderme algunas clases, pero ellos ya son conscientes del porqué, que no es por ninguna tontería, sino por entrenar. Además, el club me permite hacer los entrenamientos físicos por las mañanas y así poder hacer más horas de clase, así que de momento no me quejo, aunque haya más carga de estudios y sea un poco más complicado.

P. La excepción actualmente es no ir a la NCAA. ¿Por qué decidiste quedarte en España?

R. Porque no estaba cien por cien convencida. Yo creo que para irte, no por el hecho de echar de menos tu casa, que la verdad es que no tengo ningún problema y soy bastante independiente, pero para irte a otro país, con una cultura bastante diferente y todo eso, tienes que estar totalmente convencida, porque lo dejas todo y estás abierto a conocer todo de nuevo, eso no me da miedo, porque yo me apunto a un bombardeo si hace falta, pero no estaba al cien por cien convencida. Tenía claro que quería jugar al baloncesto y que quería estudiar, pero como no estaba convencida al completo, decidí quedarme aquí, que tengo 18 años, y si alguna vez me tengo la posibilidad de irme a Estados Unidos para jugar, igual me lo planteo, pero de momento no me apetecía especialmente, así que con mi criterio me quedé aquí.

P. Eres habitual en las convocatorias de la Selección, sumándole tu presencia en los campeonatos de 3×3. ¿Dónde reside la principal diferencia entre ambos? ¿Cuál prefieres de los dos?

R. Me quedaría con los dos, no puedo elegir entre jugar 5×5 y 3×3. La diferencia es que en el 3×3 tienes que tener mucho desparpajo, no necesitas tanta visualización del juego porque tienes muchos menos segundos para atacar y mucho menos tiempo para pensar. No se para tanto el juego, así que tienes que tener mucha facilidad para jugar el 1 contra 1, también tener fuerza, saber defender con manos puesto que permiten mucho más contacto que en el 5×5. Es una mentalidad totalmente diferente a la del 5×5, sabiendo que los dos son baloncesto, pero en el 5×5 necesitas más visión de juego, tienes que saber que las jugadas sirven para ordenar el juego y que en el 3×3 no tienes tiempo para pensar, si la fallas, te fastidias y a defender porque en el segundo siguiente ya pueden estar metiéndote una canasta.

Foto vía: FIBA

P. ¿Cómo recuerda la primera llamada internacional? ¿Cómo se produjo?

R. Tenía 12 años y estaba en un partido, yo jugaba en Carmelitas en Ourense y al salir del partido yo notaba raros a mis padres, no sabía que les pasaba, porque habíamos ganado y yo estaba muy contenta. Les pregunté y me dijeron que tenían una noticia que darme, yo me imaginaba cualquier cosa mala y cuando me dijeron que me habían convocado para la selección española yo, con 12 años, fue un empezar a saltar y llorar como una magdalena, no sabía que era lo primordial, pero la verdad es que fue una emoción increíble. Era mi primera concentración, con la U13, en Zaragoza.

P. El baloncesto es un deporte en equipo, ¿qué cree que es fundamental para hacer “piña”?

R. Tenemos que ser una “piña” tanto dentro como fuera de la pista. Está claro que siempre podemos ser amigas, que unas nos llevaremos con otras fuera de la pista, que a veces habrá grupitos, como ocurre siempre, pero eso es normal. Lo importante es que no haya malos rollos, es decir, tú puedes tener unas amigas mejores que otras, pero en la pista, a la que tienes que pasarle el balón, igual no es tu amiga del alma o no te llevas tan bien con ella, pero yo creo que, igual en categorías inferiores es más complicado, pero llegas a una edad en la que tenemos claro que nuestro único objetivo es ganar, mejorar en los entrenamientos y ganar en los partidos; así que tenemos bastante claro saber diferenciar. Y si fuera de la pista hay un mal rollo, tenemos muy claro que todas vamos a por el mismo objetivo, así que no tenemos ningún problema en solventarlo. Pero, fuera de la pista, la verdad es que con las compañeras con las que he estado nos hemos llevado siempre muy bien. Siempre hay una “palmadita” para darle, una palabra de ánimo y tener la suficiente confianza de que, si le tienes que dar un grito o me lo tienen que dar a mí, no poner malas caras y saber que es por el bien del equipo.

P. ¿Cuál ha sido tu mayor momento “tierra trágame” en pista?

R. Sí, he tenido más de uno. Llevo nueve años jugando al baloncesto y he tenido más de uno, de esos momentos que tú sabes que puedes coger rebotes, que puedes meter canastas, ayudar al equipo y no te sale nada. Te sale decirle al entrenador: “por favor, siéntame, porque no estoy haciendo nada”. Pero él sabe que puedes dar más y en esos momentos tienes que saber no ser contraproducente para el equipo y entender que igual no metes canastas porque tienes el día malo o por lo que sea, pero tienes que saber ayudar al equipo de otras maneras; por ejemplo, aparte de animar, pues cogiendo rebotes, haciendo una buena visión de juego, etc. Hay muchas cosas que, aunque dependan de ti, pueden ayudar igual al equipo.

P. ¿Alguna vez ha sentido miedo dentro de una pista de baloncesto?

R. No. Creo que esas es una palabra que para ser competitiva y para ganar, nunca lo puedes tener. No puedes tener miedo ni a ti porque no te salgan las cosas, ni a un rival ni nada. Hay que tenerle respeto, porque el rival puede ser mejor o peor, pero siempre se le debe tener respeto; creo que nadie debe tener miedo jugando porque si no… Yo soy muy competitiva y nunca he creído que haya que tenerle miedo a algo porque te puede impedir intentarlo e ir a por todo.

P. Para terminar, en una frase:

  • Un jugador/a al que admires: Jugadora, Laura Nicholls, porque creo que cuando tenía mi edad, igual tenía los mismos objetivos que tengo yo, así que la admiro por ello y por ser una jugadora que se pelea con lo que haga falta y que sé que fuera de la pista se le va un poco la pinza, y eso es muy guay, y dentro de la pista puede ser lo más serio del mundo y ayudar en el juego como la que más. Jugador, Felipe Reyes, un poco por lo mismo. No es el más alto ni el más fuerte de todos, pero sabe sacar las castañas del fuego y echar un par para conseguir lo que quiere.
  • Una canción pre-partido: “El idioma de los dioses” de Nach. Siempre escucho rap.
  • ¿Canasta o asistencia?: Al ser ala-pívot, prefiero canasta
  • Una manía: Tengo 3500 manías. Por ejemplo, con los tiros libres, nunca puedo dar la palma de la mano, siempre tengo que dar el dorso de la mano. Cuando me pongo las zapatillas, tengo que ponerme primero el calcetín derecho, calcetín izquierdo, tobillera derecha, tobillera izquierda, zapato derecho, zapato izquierdo… Tengo que ser la primera en entrar en pista y en chocar la mano al equipo y tengo que llevar siempre un coletero que tengo en la mano, en el tobillo.

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Foto destacada vía: laregion.es

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