Oda a la perfección hecha balonmano

A veces se producen sucesos que rozan la perfección, la perfección es ese fenómeno que todo el mundo ansia por conseguir pero que todos afirman que no se puede alcanzar. Los que hemos tenido el privilegio de ver la final del campeonato de Europa, hemos sido testigos de unos de esos momentos.

Hablando de balonmano, lo más cercano a la perfección que se puede encontrar es, sin lugar a dudas, el partido que Noruega y Holanda nos regalaron como cierre del europeo de Suecia. Algo único y difícilmente repetible. Y los 11000 afortunados que abarrotaron el pabellón fueron igual de agraciados que si les hubiese tocado la lotería.

Desde los momentos previos al inicio, había una sensación de que lo que se iba a vivir en el Scandinavium Arena de Gothenburg iba a ser recordado por muchos años. Desde que empezaron a sonar los himnos nacionales, el modo en el que las jugadoras miraban al techo del pabellón y cantaban los acordes del himno de su país, era emotivo, de hecho toda la final lo fue.

Lo cierto es que, por momentos la final parecía más una partida de ajedrez de aquellas que protagonizaron Karpov y Gasparov que un partido de balonmano, las distintas, pero similares tácticas de ambos conjuntos impedían que uno pudiera dominar y controlar el partido. Todas y cada una de las jugadoras de los dos equipos tuvieron su momento de protagonismo.

Pero la épica de esta final va todavía más allá, los dos equipos tuvieron que resurgir, cual ave Fénix, de sus cenizas y remontar, Noruega lo tuvo que hacer en la primera parte, con cinco minutos mágicos entre el minuto 20 y el 25 en los que remonto un -4, Holanda por su parte, tuvo que remontar cinco goles de diferencia en los últimos 10 minutos de partido, en los que tan solo se quedó a un gol de lograr forzar la prórroga.

Al final del partido, Nora Mørk fue coronada como la MVP del partido, pero en realidad, ese reconocimiento se lo merecían todas y cada una de las jugadoras que participaron en la final, puesto que todas hicieron el partido de sus vidas.

Y es que si establecemos un anacronismo entre jugadores de fútbol, como por ejemplo, Messi o Cristiano Ronaldo y las jugadoras holandesas y noruegas, se acaba llegando a la conclusión de que tan solo por inteligencia y visión de juego, las protagonistas del mejor partido, que un servidor recuerda, están muy por encima, tan solo a la altura de los dioses del Olimpo griego, donde tienen un sitio reservado, entre Zeus y Poseidón.

Un partido en el que apenas, entre los dos equipos, se alcanzaron las 12 pérdidas, lejos de las 19 que tenía de media por partido algún otro equipo.

Holanda dio un recital de como explotar sus puntos fuertes, la velocidad y la todopoderosa Groot, también dio un repaso al manual de cómo jugar la inferioridad, mejor dicho de haber entrenado mucho el cambio con la portera y de que no se concedan goles a portería vacía.

Noruega por su parte ha dejado claro como no hay que perder la cabeza pese a ir perdiendo de cuatro goles, de cómo se ha de atacar una defensa 5:1 sin quedarse atascadas y sin ideas, de cómo hacer un “cambio generacional” sin que se note, de cómo reinar, una vez más en el balonmano.

Los banquillos también han dejado patente muchas cosas, para empezar lo trabajado que están ambos equipos, Hergeirsson ha manejado los tiempos muertos a su antojo, incluso ha gestionado a la perfección el cambio largo de Nora Mørk en la primera parte, cuando peor estaba el combinado escandinavo. Helle Thomsen ha manifestado el trabajo a la hora de encontrar soluciones tácticas, cambiando a una 5:1 cuando el equipo tenía más problemas en defensa, jugando con 7 jugadoras en busca de darle la vuelta al partido, de usar a jugadoras en posiciones que no son las habituales, como Polman en el extremo izquierdo y no en el lateral, pero con calidad suficiente como para resolver las situaciones.

Siempre comentamos lo poco que se sigue este deporte, pero eso es porque la gente no ha visto este partido, que aunque no conozcas el deporte ha sido una maravilla propia de Picasso, Dalí, Mozart o Bethoven.

Lo triste viene ahora que el partido se ha acabado, pero siempre quedará verlo repetido una y otra vez, porque nunca nos cansaremos de ver este partido, el punto bueno, es que en el horizonte balonmanístico se  vislumbran más partidos como este, entre los dos grupos de jugadoras que mejor juegan a este espectacular deporte.

Aquí os dejo el enlace, para que todo aquel que quiera disfrutar de esta obra de arte, tenga la oportunidad. http://www.ehftv.com/es/video/final-netherlands-norway

Fuente imagenes: swe2016.ehf-euro.com  (Sportissimo)

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