Análisis ATP Tenis

Thiem y la irrupción de la NextGen en el top10

Dominic Thiem, jugador austriaco de 23 años de la denominada NextGen, ha aparecido con fuerza en el circuito, completando una gran temporada, con un balance positivo en cuanto a partidos ganados (58-24). Su entrenador Gunter Bresnik, que ya trabajó con Boris Becker o Ernests Gulbis, ha hecho de su pupilo un jugador a tener en cuenta.

En 2015 acabó dentro del top 50, 2016 le empezó en el puesto 20 de la clasificación, pero desde el comienzo de la temporada empezó a cosechar buenos resultados en los torneos, lo cual le permitió escalar posiciones en el ranking. En la actualidad ocupa el octavo puesto en la clasificación de la ATP, aunque en junio llegó a ocupar la séptima plaza, su mejor posición como tenista profesional hasta la fecha.

El polvo de ladrillo, su gran aliado

Tras hacer semifinales en Brisbane y no pasar de tercera ronda en Australia, Thiem empezó la temporada sobre arcilla. Su primer título del año le consiguió en la tierra batida de Buenos Aires (ATP 250). Se enfrentó a Rafael Nadal en la semifinal, a quien venció tras salvar un punto de partido; en la final se impuso al tenista murciano Nicolás Almagro.

También se proclamó campeón sobre pista dura en el ATP 500 de Acapulco, tras derrotar a Bernard Tomic. Además, se alzó con el trofeo en Niza (ATP 250), demostrando que la tierra batida es uno de sus puntos fuertes y convirtiéndose en uno de los principales tenistas a batir en dicha superficie. Como prueba de ello está la semifinal que alcanzó en Roland Garros este año, donde cayó derrotado en manos de Novak Djokovik.

Thiem, campeón sobre todas las superficies

Sobre pasto el joven jugador austriaco también ha saboreado el éxito esta temporada. En Stuttgart, Thiem tuvo que enfrentarse a Roger Federer en la semifinal.

Ya se habían enfrentado en dos situaciones este año, en Brisbane y en Roma, con una victoria para cada jugador. Tras un disputado partido, el austriaco se hizo con el pase a la final por un marcador de 3-6, 7-6(7) y 6-4, habiendo salvado un punto de partido en el tie-break del segundo set, y decantando a su favor los enfrentamientos entre ambos. En la final se impuso al germano Philip Kohlschreiber por 6-1 y 6-4, proclamándose como campeón en el ATP 250 de Stuttgart.

De esta forma, se convirtió en el primer tenista de la temporada en lograr un trofeo sobre cada una de las superficies del circuito, y el noveno tenista en activo que suma tres títulos sobre distintas superficies en el mismo año (Federer, Karlovic, Nadal, Querrey, Djokovic, Ferrer, Dimitrov, Murray)

Tras la temporada de hierba, Thiem renunció a los Juegos de Río, ya que, tal y como dijo: “No soy un gran fanático de los Juegos, no me conecto mucho con ellos”, y prefirió prepararse de cara a los últimos torneos de la temporada. Como resultados más destacados están la cuarta ronda en el US Open y la final del ATP 250 de Metz donde fue derrotado por el tenista local Lucas Pouille por 7-6(5) y 6-2.

El colofón al gran año de Thiem fue la clasificación al Torneo de Maestros disputado en noviembre en Londres, donde no logró pasar de la Round Robin. Aún así, cierra un gran año, con grandes resultados y sin duda, la irrupción de Thiem en el top 10 es alentadora, ya que vemos como los jugadores jóvenes van abriéndose paso en el circuito.

Fotos: USA Today y Mundo Deportivo.

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