El próximo día 4 de diciembre, y en las frías tierras de Suecia, se inicia un nuevo Campeonato de Europa de balonmano femenino, en el que, a priori, no existe claro favorito, a pesar de la hegemonía plasmada desde hace años por parte de Noruega que, además, contará con una nutrida afición al tratarse del país vecino. España acude a Suecia con la vitola de subcampeona de la pasada edición y dispuesta a reverdecer laureles o, cuando menos, a realizar un papel importante tras la “renovación” realizada por el cuerpo técnico español.
Grupo A (Estocolmo)
La capital, Estocolmo, será la sede del grupo donde va a competir de inicio la anfitriona Suecia que tendrá como contrincantes a España, Serbia y Eslovenia. Las dirigidas por Henrik Signell parten como claras favoritas del grupo, teniendo en cuenta que juegan en su feudo y donde será muy complicado arrebatarles la victoria. Recordar que en el Europeo de 2014 consiguieron el bronce y en éste tienen un plus a su favor al jugarse en su país. Isabelle Gulldén, la central del actual campeón de Europa, el CSM Bucuresti, y la zurda Nathalie Hagman son sus estrellas.
España acude como subcampeona de la anterior edición celebrada en Hungría/Croacia. Por lógica, es una de las favoritas a encabezar el grupo y le pondrá las cosas difíciles a las suecas. Cambios importantes en su esquema traen nuevos aires a las guerreras, si bien no esperamos demasiadas “locuras” por parte de su seleccionador. Nerea Pena y Alexandrina Cabral Barbosa son sus estiletes ofensivos, además de una portería con muy buenos números.
Serbia acude a Suecia con bajas muy notables, que ya en su día dijeron NO a la selección, como son los casos de Andrea Lekic y Dragana Cvijic. Igualmente, el banquillo tiene una nueva inquilina desde febrero de 2016, a cargo en la actualidad de Dragica Djuric, portera de la antigua Yugoslavia y ganadora del oro en los JJOO de 1984. Serbia es toda una incógnita, y en ella destacan jugadoras como Kristina Liscevic o Katarina Krpez Slezac.
Eslovenia, al igual que Serbia, es una de las selecciones “dudosas” en este grupo. Desde 2010, donde se clasificó en 16ª posición, no participa en un Europeo. Parte como la cenicienta del grupo aunque a los equipos balcánicos nunca se les puede dar la espalda. Ana Gros, jugadora del Metz francés, y la central Nina Jericek del RK Krim Mercator son sus jugadoras destacadas. Al timón de la nave, Uros Bregar, entrenador, asimismo, de este último equipo.
Grupo B (Kristianstad)
La localidad de Kristianstad será la sede de este grupo que está formado por las selecciones de Holanda, Francia, Alemania y Polonia. Como principal favorito parte la selección naranja que en el anterior Europeo ocupó la séptima plaza, si bien viene de conseguir la plata en el último Campeonato del Mundo. El equipo tulipán ha progresado mucho en los últimos años hasta convertirse en una de las selecciones referencia del panorama mundial. Su nueva inquilina en el banquillo es la sueca Helle Thomsen que en 2014 ocupaba el de Suecia junto a Thomas Sitversson. Destacar a una de las mejores centrales de la actualidad como es Cornelia Nycke Groot, jugadora del Györi Audi ETO, así como la portera Tess Wester o Estavana Polman.
Francia siempre está ahí. Es una selección complicada, y si no que se lo digan a España, capaz de realizar proezas como la medalla de plata en los últimos JJOO. En el último Campeonato de Europa consiguió la quinta posición. Entre sus jugadoras cabe destacar a la gran capitana Allison Pineau, que ha vuelto a su país para enrolarse en el Brest Bretagne, así como Alexandra Lacrabérè, lateral zurda del RK Vardar. En el banquillo sigue Olivier Krumbholz. Francia es otra de las favoritas junto a Holanda.
Alemania sigue dando pasos hacia delante en su progresión deportiva. La décima plaza obtenida en 2014 fue un punto de inflexión para las entrenadas por el veterano Michael Briegel, antiguo seleccionador polaco, y que va consiguiendo algunos resultados importantes como la victoria ante España en partido amistoso. La veterana portera Clara Woltering, jugadora del Borussia Dortmund y otra veterana la central del TuS Metizingen, Anna Loerper.
Polonia acude a Suecia sin su máximo exponente como es Karolina Kudzlac–Gloc. Ya en el Torneo Internacional de Elda no participó, y parece ser que ha abandonado la disciplina de la selección de manera definitiva. A pesar de ello, Polonia dispone de un equipo que puede poner en aprietos a cualquiera, como ya lo hizo hace unos días en Elda a las guerreras. Destacar a Alina Wojtas, jugadora del Larvik noruego que, aunque no se encuentra a pleno rendimiento, es una cañonera a la que hay que tener en cuenta. En el banquillo también ha habido cambio, ya que Leszek Krowicki ha sustituido al danés Kim Rasmussen.
Grupo C (Malmöe)
No está pasando por buenos momentos la selección de Montenegro. Tras unos decepcionantes JJOO en Río, su preparador Dragan Adzic puso su puesto en manos de la Federación balcánica, pero parece ser que las aguas revueltas se calmaron y sigue al mando de las montenegrinas. Adzic ha presentado a su Federación un plan viable y han vuelto a confiar en la sabiduría de este gran entrenador. Habrá que ver los resultados de su trabajo. En 2014 Montenegro ocupó una respetable cuarta plaza. Como jugadoras importantes tenemos a Madja Mehmedovic, extremo que ha cambiado de aires dejando atrás a Buducnost y enrolándose en el actual campeón de Europa el CSM Bucuresti. Katarina Bulatovic, como casi siempre, junto a Milena Raicevic llevan las riendas de Montenegro.
Hungría estrena inquilino en el banquillo, nada más y nada menos que el danés Kim Rasmunssen que fue el artífice de que CSM Bucuresti alcanzara la Champions en la pasada campaña. Hungría siempre ha sido un equipo con mucha calidad pero que, a la hora de la verdad, no lo refrenda en las competiciones internacionales. Destaca el regreso de la gran Anita Görbicz. La jugadora del Györi Audi ETO parece haber encontrado la forma y es uno de los pilares de las magiares. Junto a ella, la jugadora del FTC Rail Cargo, Zita Szucsanszki, la portera de Györi Eva Kiss o la polivalente Aniko Kovacsics, también del equipo de Budapest. Sexto plaza en el Europeo de 2014 y con aspiraciones para el actual.
Dinamarca ha perdido parte de su glamour en las competiciones internacionales. De ser una de las grandes aspirantes a las diferentes coronas, se encuentra en la actualidad en una situación bastante alejada de lo que fue en su día. La octava plaza en el anterior campeonato de Hungría/Croacia no dejó buen sabor de boca y en la actualidad están intentando reverdecer laureles y volver a la primera plana del balonmano europeo. Las Stine Jorgensen, Kristina Kristiansen, Louise Burgaard o Sandra Toft tienen categoría de sobra reconocida como para intentar el asalto a las preseas de la mano de Klaus Bruun Jorgensen.
La República Checa llega a este Europeo tras no hacerlo desde 2012 donde consiguió la duodécima plaza. Parte como la cenicienta del grupo y lo tendrá complicado a la hora de ganar alguno de los encuentros de su grupo. Iveta Luzumova, jugadora del HC Thüringer alemán, la extremo zurda del Györi Jana Knedlikova o la jugadora del Göpingen alemán, Michaela Hrbkova son las jugadoras destacadas de esta selección entrenada por Jan Basny.
Grupo D (Helsingborg)
La actual campeona de Europa y del mundo, Noruega llega con la intención de conseguir de nuevo el oro tras la decepción de Río de Janeiro donde ni tan siquiera accedieron a la final. Pero en este Europeo van a tener un hándicap importante como es la baja por maternidad de la mejor pivote del mundo, la jugadora del Györi Audi ETO Heidi Løke o la de Linn Kristinn Riegelhuth Koren que, incomprensiblemente, y siendo la máxima goleadora de la actual Champions League ha quedado fuera de la lista de Thorir Hergeirsson. No vamos ahora a descubrir el potencial de las noruegas que, además, van a jugar en “casa”, ya que numerosísimos seguidores acudirán a la vecina Suecia para seguir sus andanzas. Complicado destacar a alguna jugadora en particular ya que dispone de un elenco de jugadoras impresionantes, empezando por la gran Kari Aalvik Grimsbø en la portería, la menuda pero magnífica extremo Camilla Herrem, la versátil Veronica Kristiansen, una de las mejores centrales del mundo como es Stine Oftedal o la considerada mejor lateral derecho, la zurda Nora Mørk.
Rumanía, de la mano del español y entrenador de Györi, Ambros Martín, llega con ánimos renovados, precisamente por ese cabio en el banquillo que ha devuelto la ilusión a las rumanas. Van a intentar mejorar la novena plaza el pasado Europeo y para ello parten con jugadoras como la magnífica Cristina Neagu, una lateral izquierdo que no necesita presentación, super completa, goleadora y buena defensora en quien se basa el potencial ofensivo de las de Martín. Oana Manea, una pivote que cada día va a más, la portera Paula Ungureanu, a veces excéntrica, pero con grandes dotes en su puesto, la zurda Melinda Geiger o la también lateral Gabriela Perianu. Es una de las favoritas del grupo.
La actual campeona olímpica Rusia se presenta con la vitola de gran favorita por aquello del estatus que ostenta, aunque a decir verdad, las competiciones internacionales como Europeo o Mundial no le han ido demasiado bien en las últimas ediciones, como en 2014 que quedó relegada a la 14ª posición. El gran Evgeni Trefilov se mantiene en el banquillo ruso con la intención de asaltar el oro en Suecia, y para ello, confía en jugadoras como la MVP de los JJOO, la zurda Anna Viakhyreva, la central Ekaterina Ilina o la lateral Daria Dmitrieva que ya realizó unos JJOO muy importantes.
Croacia es una incógnita ya que en los últimos tiempos no ha tenido unas actuaciones demasiado brillantes. En 2014 quedó en 13ª posición de “su” Europeo pasando por el mismo de manera desapercibida. Pero como siempre decimos, los equipos balcánicos tienden a superarse en base a su ADN o exento de técnica. Jugadoras como Andrea Penezic, muy importante en su equipo RK Vardar, la pivote Andrea Covic o Vesna Milanovic–Litre, son las jugadoras en las que el seleccionador Goran Mrdjen pondrá los galones en este equipo.
En resumen, un Campeonato de Europa que se presenta muy abierto, con las favoritas de siempre, aunque siempre aparece ese mirlo blanco que todos deseamos, como ocurrió en el anterior Mundial donde las tulipanes nos brindaron un balonmano de muchos quilates llegando a la final, aunque Noruega no les dio opción alguna.
Así, pues, desde el día 4 hasta el 18 de diciembre el balonmano femenino se viste de gala en Suecia, donde esperamos, entre otras cosas, que las guerreras de Jorge Dueñas alcancen, a ser posible, una de las preseas lo que significará que el trabajo se ha hecho a conciencia y que los cambios introducidos han sido un acierto pleno.
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