Sí hay equipos que viven sus rivalidades como nadie, esos son los del País Vasco. Encuentros entre rivales que se marcan en rojo cada temporada, y que independientemente de si hay algo en juego o no, se viven con absoluta intensidad. La sana y tradicional rivalidad alcanza su máxima expresión en el norte peninsular, y seguramente se volverá a poner de manifiesto en el Athletic Club-CA Osasuna que se disputará este fin de semana.
En el terreno de juego, no obstante, ambos equipos se olvidan de cualquier trato formal, limitándose este a la legalidad deportiva, y comienzan a intentar atosigar al contrario, peleando cada balón dividido y por recuperar la pelota si se haya en posesión rival. Puede que el partido sea en vísperas del Día de Todos los Santos, pero aquí no se lleva ninguna ofrenda a cabo. Ni floral, ni mucho menos futbolística.
Si bien los bilbaínos han logrado más victorias en los últimos años contra los pamplonicas tanto de locales como de visitantes, no significa que el hacer de anfitrión sea tarea fácil para los que este domingo actúan de locales.
En lo que a visitas ligueras de Osasuna a San Mamés respecta, la estadística es más contundente con un total de 22 victorias entre las que cabe destacar la racha de 6 victorias que lleva encadenadas el Athletic cuando le toca hacer de anfitrión. Entre los partidos más disputados en “La Catedral” se pueden citar el famoso 4-3, partido en el que el Athletic consiguió remontar un 0-3 y llevarse la victoria gracias a un gol de Julen Guerrero; y también el entonces sí que inamovible 0-3 con el que Osasuna logró la victoria en la temporada 2006-2007, victoria que pudo tener peores consecuencias para los rojiblancos de haberse consumado finalmente su descenso.
Por otra parte, desde la primera vez que ambos se enfrentaron en El Sadar han transcurrido 11 victorias rojillas, 11 empates y 15 victorias rojiblancas. Los pamploneses pueden presumir de que en la primera visita (temporada 1935-1936) endosaron un 4-1 a los bilbaínos, pero la última de ellas es de doloroso recuerdo para los navarros, ya que sufrieron una contundente derrota por 1-5 (Armenteros; Aduriz 2, Susaeta, Ibai y Kike Sola), y que además influyó en su posterior descenso a Segunda División.
Sin embargo, estos datos no son más que eso: datos y estadística. Lo importante es lo que se vive, lo que se disfruta, lo que se siente cuando en el menospreciado derbi vasco-navarro echa el balón a rodar. Tampoco importa el prestigio, el palmarés o el renombre, sino el resultado que se de en el terreno de juego. No es cosa de hacerse los santos, aquí nadie regala nada.
Imagen vía: Página Web Oficial CA Osasuna
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