El evento de la UFC de este pasado sábado en Hidalgo (Texas), ha sido uno de los más espectaculares que se han podido ver en los últimos años. En el combate estelar, Johnson aplastó a Poirier en un minuto y treinta y cinco segundos.
La noche se colocaba distinta a como todos preveían que iba a acontecer. Michael Johnson llevaba consigo todas las de quedarse atrás, muy a pesar de que se viese necesitado de alguna victoria luego de haber caído ante Beneil Dariush y Nate Diaz. Era tremendamente complicado que un Dustin Poirier que acumulaba hasta cuatro luchas consecutivas ganadas cayese ante este chico. Sin embargo, en las artes marciales mixtas poco importa lo que hayas hecho previamente. Aquello que realmente aporta peso sobre tu historial es lo que te ganes día a día.
Así pues, ambos saltaron al octágono con las de llevarse el gato al agua, aunque uno más que otro. Michael decidió ponerse el mono de trabajo y acabar cuanto antes para que así cualquiera de sus próximos rivales presenciase un dominio estelar de ‘The Menace‘. Y, tal que así, sucedió todo.
En poco menos de dos minutos Johnson dejó semiinconsciente a Dustin sobre la lona con un espectacular Uppercut, siguiendo a esto una serie de fuertes golpes asestados contra la cabeza del mismo. Era el final, el aplastante final; aquel que le otorgaba lo que había merecido.
Por contra, no solo se pudo ser testigo de este encuentro entre dos estrellas, sino de muchos otros más. Valdría como ejemplo otro gran duelo protagonizado por Derek Brunson y Uriah Hall, quien sería noqueado en un minuto y cuarenta y un segundos. Un gancho de izquierda que pocos pueden soportar en este planeta tierra, provocó la caída de un Derek que terminó sin saber muy bien dónde se encontraba. Herb Dean, colegiado del enfrentamiento, decidió parar el combate tras una serie de golpes asestados con excesiva potencia e imprecisión por parte de Brunson.
El siguiente de los duelos sería el que medía al veterano Roan Carneiro y a Kenny Robertson, el cual terminaría por decidirse vía decisión unánime a favor de Carneiro. Si bien, la iniciativa corrió a cargo de un Robertson que tiró del carro de forma poco acertada y sin poder sumar la puntuación suficiente. Un Uppercut en la segunda ronda y unos golpes muy parecidos a los del show estelar, fue lo que le proporcionó a Roan la victoria.
Junto a ellos, también combatieron Rick Glenn y Evan Dunham en otro cara a cara que terminó por decidirse por decisión de los jueces. Dunham controló los parámetros de un complicado envite en el que el excampeón de World Series of Fighting (Glenn), no pudo mantenerse con la continuidad adecuada.
Finalmente, los últimos dos combates, por peso mediático, fueron los que midieron a Islam Makhachev, experto en Sambo, y Chris Wade; y a Chas Skelly y a Máximo Blanco.
En el primero, Makhachev acabó alzándose con facilidad al controlar los siguientes asaltos posteriores a una primera ronda muy muy complicada para ambas partes, ello debido a una serie de ‘Grapplings‘ que fueron muy distintos a los que suelen surgir en las MMA (no se utilizaron para perder tiempo, sino para organizar el encuentro).
En el segundo, Skelly se hizo con la victoria más rápida de la noche y de la división del peso pluma, efectuada en tan solo 19 segundos. El venezolano, no pudo aguantar la presión ejercida por esa anaconda aplicada y terminó inconsciente en poco menos de una tercera parte de un minuto. Una patada al pecho, un intento de guillotina y la anaconda final fueron las tres técnicas que Chas debió aplicar para batir un gran récord.
De esta forma tuvo lugar el programa número 94 del Fight Night de la UFC, uno que ha subido el listón y lo ha dejado lo suficientemente elevado como para que el siguiente deba superarse a sí mismo y conseguir registros y confrontaciones de mayor calidad aún.
Imagen: www.mmaflex.com.
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