Ricardinho realizó en el partido contra Uzbekistán la enésima maravilla, un arco-iris, un regate en el que levantaba el balón con ambos pies por la espalda y lo pasaba de sombrero sobre un sorprendido defensa uzbeko, que terminó en gol de Djo. En el partido anterior había anotado 6 goles en un único partido. Un día antes Falcao anotaba un hat-trick y se quedaba a un tanto del histórico Manoel Tobías. Ya ha batido dos récords, el de más Mundiales jugados (5) y más partidos disputados en fases finales (32). El debate ha surgido estos días: ¿Quién es el mejor jugador de la historia? ¿Falcao o Ricardinho?
Alessandro Rosa Vieira, alias Falcao, ‘O Rey’, de 39 años, ha desarrollado toda su vida deportiva en Brasil, donde ha ganado la friolera de 10 títulos de Liga, 11 Estaduales, 6 Copas y 9 Intercontinentales, mientras que con la verde amarelha se ha adjudicado 5 Copas América y 2 Mundiales. Individualmente ha conquistado el premio a mejor jugador de la FIFA en 2004, 2008, 2011 y 2012.
Ricardo Filipe da Silva Braga, alias Ricardinho, ‘O Mágico’, de 31 años, ha jugado en Benfica, en el japonés Nagoya Oceans, en CSKA Moscú, donde apenas jugó cedido unos meses, y en Movistar Inter desde septiembre de 2014. En su carrera ha conquistado 8 Copas, 4 Supercopas, 8 Ligas y1 UEFA Futsal Cup (con Benfica), mientras que con Portugal no ha sido capaz de conseguir ningún trofeo. Individualmente ha recibido el premio a mejor jugador en 2010, 2014 y 2015.
Brasil, dominadora absoluta del fútbol sala – hasta la aparición de España en los albores del siglo XXI, había ganado todos los Mundiales existentes – nutría el universo futsalero de jugadores de la talla del citado Manoel Tobías, Fininho, Schumacher, Lenisio o Neto. Falcao destacó entre todos ellos por un estilo de juego alegre, con fintas imposibles y goles espectaculares, convirtiéndose en el máximo goleador histórico de su selección. Durante muchos años fue el gran atractivo de un deporte que interesaba más por los regates de Falcao que por la propia competición.
Ricardinho, sin embargo, ha tenido una trayectoria muy distinta. Despuntó en Portugal con Benfica, el equipo de sus amores, como él siempre ha reconocido, pero tras ganar todos los títulos posibles decidió marcharse a Japón. Allí disfrutó de títulos y más dinero del que podía ganar en Europa, pero no así el reconocimiento del que sí disfrutaba su admirado Falcao – incluso tiene tatuado en el gemelo izquierdo su nombre – por lo que, tras un paso de varios meses en Rusia, optó por regresar a la élite. Volvió a Benfica y de ahí dio el salto a la LNFS, concretamente a
Movistar Inter, donde ha ganado tres títulos ligueros, otros tantos coperos y dos veces el premio a mejor jugador del mundo, desbancando a su ídolo en la mayoría de los vídeos que circulan por las redes. Se llegó a convertir en fenómeno viral durante el Europeo de Serbia’16, en el que hizo dos maravillosos goles en diferentes partidos, uno de ellos llegando a optar incluso al premio al mejor gol de la temporada 2015-16, algo inaudito hasta el momento en un deporte que siempre ha culpado a la FIFA de ninguneo.
Pero volvamos al título. ¿Ricardinho o Falcao? ¿Por qué esta pregunta? ¿Por qué ahora?
Viene al caso porque durante este Mundial se está produciendo en el ‘mundillo’ una discusión sobre cuál es el mejor, si el portugués o el brasileño. El debate se ha generado a raíz de los récords que está batiendo Falcao: más mundiales disputados, más partidos y posiblemente (está a uno en el momento de escribir este artículo) el de más goles en fases finales, en contraste con Ricardinho, quien se ha convertido en un fenómeno de masas por sus espectaculares jugadas incluso cuando su equipo va perdiendo.
El brasileño siempre ha presumido de ser el mejor jugador del mundo, entrando a todo tipo de discusiones por las redes sociales con usuarios que le criticaban por sus filigranas, a veces acusado de realizarlas sólo cuando va ganando los partidos. Él se defiende tirando de palmarés, riéndose incluso de varias personas que dudan de su calidad. No tiene problemas siquiera en discutir con otros compañeros de profesión. Recientemente criticó a Javi Rodríguez, histórico jugador de la Selección que está comentando los partidos de España en Gol, cuando dijo, durante la retransmisión del España-Azerbaiyán, que el problema de Falcao era que, pese a ser “muy bueno”, a veces no respetaba a sus rivales. Toda una legión de fans se lanzó a defender a ‘O Rei’ desde cualquier rincón del mundo, no sólo Brasil, diciendo que no tenía derecho a hablar alguien que no servía ni “para limpiar las botas de Falcao”.
En el otro lado del cuadrilátero, los detractores del paulista utilizan a Ricardinho como arma arrojadiza, poniendo al ex-benfiquista como ejemplo de profesional que respeta al contrario, que hace florituras incluso perdiendo y que no sólo ha demostrado sus aptitudes en la liga más competitiva del mundo (la española) sino que ha tirado del carro de una floja selección en la que, junto a Cardinal – los únicos jugadores de primer nivel real – han conseguido llevar a Portugal hasta el primer plano internacional.
Los hay que optan por el brasileño defendiendo que ha ganado títulos siempre y con infinidad de equipos y critican que Ricardinho se “conformase” con jugar en Japón, algo que el propio jugador ha reconocido que debió evitar, afirmando que “tardé demasiado en venir a España”. Su argumentario, más allá de los gustos
personales, se basan en un principio muy sencillo, y es que el portugués es el primero en reconocer que Falcao es el mejor jugador de la historia. No es falsa modestia sino algo que siente muy real, como demuestra el hecho de llevar un balón tatuado en su gemelo izquierdo con el número 12 de su ídolo.
Ambos han ganado títulos con sus clubes, son los máximos goleadores de su selección, han copado los títulos individuales a mejor jugador y se han encargado de difundir el futsal a través de regates y goles espectaculares, de convocar amistosos multitudinarios como el del pasado agosto en Orlando durante la celebración del All Star Showcase de la Pro Futsal League norteamericana y de llevar la imagen del fútbol-sala a un nivel impensable sin ellos dos.
Así pues, ante la diatriba sobre Falcao o Ricardinho, la pregunta más correcta no sería ninguna de las anteriores sino: ¿Y por qué escoger sólo a uno de los dos?
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