Comentaba Juanto Apezetxea en la rueda de prensa posterior al partido, que quizás habían acusado el largo viaje de Benidorm y los entrenamientos dobles de los últimos días, e incluso añadiríamos aquí, el insoportable calor de estos días en Pamplona que pudo mantener ligeramente “empanados” a los de La Catedral ante el Recoletas Atco. Valladolid.
Hay un dicho que reza aquello de “aprieta el pan, que se escapa la magra”, y eso es precisamente lo que les ocurrió a los de Pucela en su visita a Pamplona. Con el partido ganado —o casi— perdieron los papeles y Helvetia Anaitasuna recuperó lo perdido volteando el resultado, lo cual, visto lo visto, se antojaba complicado para los navarros.
Se iniciaba el encuentro con cierta tranquilidad para los intereses anaitasunistas, si bien el juego que desarrollaban era francamente anodino y falto de punch. Si a eso le sumamos que los vallisoletanos parecían tener miedo a verse agobiados, el partido resultaba a todas luces bastante aburrido. Mikel Agirrezabalaga se convertía en el principal artillero de los locales poniendo un 4-2 en el electrónico a los 7 minutos, incluso Filipe Mota conseguía la máxima renta dos minutos más tarde con el quinto gol de los locales. Por parte del Atco. Valladolid, los hermanos Camino de la Cal eran los más acertados ante la portería de Sergey Hernández, no demasiado fino en este encuentro.
Los locales no encontraban demasiada oposición, y el partido transcurría por derroteros favorables a los de Apezetxea hasta el minuto 18 con un 9-6 que daba cierta tranquilidad. Pero a partir de ese momento, Anaitasuna iniciaba una sucesión de errores que aprovechaban los pucelanos para darle la vuelta al marcador. Dos goles seguidos del veterano Fernando Hernández desde la línea de 7 metros —infalible toda la tarde-noche— y las acertadas intervenciones de Javi Díaz en la portería, ponían patas arriba el luminoso de La Catedral, obligando a Juanto Apezetxea, en el minuto 20:55 a pedir un time out viendo que se avecinaba el descalabro. Pero de nada sirvió parar el partido, ya que los de Ignacio González habían tomado la directa y poco a poco iban marcando distancias hasta llegar al descanso con un preocupante 12-14 para los intereses de los de Pamplona.
Miguel Goñi —al igual que al inicio del partido— colocaba un esperanzador 13-14, pero los castellanos no estaban por la labor, y de nuevo Fernando Hernández entraba en acción para desde los 7 metros poner en franquicia a su equipo. Anaitasuna no encontraba la manera de doblegar a Valladolid y poco a poco veía como sus posibilidades se diluían ante un equipo mejor posicionado en la pista y las ideas más claras. Henrik Nordlander sustituía a Sergey Hernández, pero a pesar de todo, Valladolid conseguía su mayor renta por medio de Río con un 16-21 en el minuto 15. Y ahí comenzaba la remontada de los locales que, junto a una considerable mejora defensiva, conseguían acercarse en el marcador. El míster visitante paraba en ese preciso momento el partido viendo que sus huestes iban perdiendo intensidad y peligraba el encuentro. Un Anaitasuna lanzado, donde Erik Balenziaga dirigía con acierto, y Bozidar Nadoveza —había sustituido a un inoperante Agirrezabalaga— que se erigía en el principal artillero de los locales, junto a Carlos Chocarro, daba al traste con las esperanzas de los de Ignacio González, ante una Catedral que empujaba con sus ánimos a más no poder a los chicos de Apezetxea, llegando a colocarse 24-21 a su favor a los 25 minutos. Todavía el Recoletas Atco. Valladolid era capaz de aguantar el tirón de los locales de la mano de nuevo de Fernando Hernández, colocando un 25-23 a falta de dos minutos, y que obligaba al míster local a pedir otro time out. Oswaldo Guimaraes —desaparecido a lo largo de todo el encuentro— conseguía su único gol dando la tranquilidad a la parroquia local, pero todavía Nicolás López conseguía desde el pivote poner a su equipo a dos goles, tras el time out solicitado por los visitantes. Aunque Turrado pudo empatar el partido en una contra, pero se le escurrió el balón de las manos que, recogido por Balenziaga, sirvió para que Bozidar Nadoveza diera la puntilla a los de Pucela a falta de 15 segundos, y aún tuvo la posibilidad Fernando Hernández de conseguir el definitivo 27-25.
Partido extraño, con muchas alternativas, y dos equipos que hicieron como el Guadiana, es decir, aparecer y desparecer del 40×20 en distintas fases del mismo. Helvetia Anaitasuna suma cuatro puntos en dos partidos, mientras que los de Valladolid siguen a cero. Ambos equipos deben mejorar —cada uno en sus parcelas correspondientes—, sobre todo el recién ascendido Recoletas Atco. Valladolid que dio la sensación de flaqueza cuando tenía el dominio del partido y del marcador. Anaitasuna deberá ir conjuntando un equipo con muchas novedades pero que, por momentos, da unas buenas vibraciones.
Ficha Técnica:
27 – Helvetia Anaitasuna: Hernández y Nordlander; Goñi (3), Garza, Del Valle (1), Etxeberria (2), Agirrezabalaga (2), Mota (4) —siete inicial— Ugarte (1), Nadoveza (5), Oswaldo (1), Balenziaga (2), Chocarro (5), Gastón (1) y Bazán.
25 – Recoletas Atco. Valladolid: Díaz y César; D. Camino (1), F. Hernández (8), Río (5), Serdio (1), M. Camino (1), Víctor (2) —siete inicial— López (2), Turrado, Gonzalo, Dujshebaev (1), Serrano (1), De la Rubia (2) y Roberto.
Marcador cada 5 minutos: 2-1, 5-3, 8-5, 9-7, 9-12, 12-14 (descanso) 13-16, 15-18, 16-21, 20-22, 23-22, 27-25 (final)
Árbitros: Carlos y Juan José Gude Prego. Excluyeron a Garza, Bazán y Ugarte por los locales, y a López (2), Serdio y Dujshebaev por los visitantes.
Incidencias: Partido correspondiente a la 2ª jornada de la XXVII Liga Asobal celebrado en el Pabellón Anaitasuna ante unos 1.000 espectadores.
Imagen destacada: Iñaki Porto (Diario de Noticias)
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