La checa Karolina Pliskova ha derrotado a la estadounidense Serena Williams en las semifinales del US Open por 6-2 7-6(5), dejándola de esta forma sin el número uno del mundo de la WTA. Kerber, que derrotó a Wozniacki por 6-4 6-3, tomará su puesto.
La chica de 24 años no ha conseguido asimilar aquello que acaba de realizar en uno de los torneo más grandes del tenis mundial. Nadie en la Arthur Ashe era capaz de creer lo que estaba presenciando: Serena perdía el número uno del ranking ante una joven que llegaba como décima cabeza de serie y que esperaba hacer historia.
Karolina nunca perdió los nervios en un enfrentamiento que pareció caer de su lado desde el primer parcial. Así pues, en poco menos de media hora, la finalista del torneo consiguió anular a la local y llevarse la manga por 6-2. Dicha gesta fue producto de un tremendo desnivel de la californiana en su juego, en el cual no encontraba el equilibrio y mucho menos la forma de perforar el servicio de su rival.
Tan solo pudo elaborar un punto de quiebra, por seis que su rival ostentó. La menor de las Williams se encontraba apagada y únicamente podía batallar con lo que tenía, que, más bien, era poco.
Un segundo set en el que ambas se apuntaron un break para nivelar el choque, dio por cerrado el partido en la muerte súbita final. En ese instante todos los presentes se miraron los unos a los otros. La chica más importante de la última década dejaba de encabezar el mundo del tenis, perdía la oportunidad de alzarse por séptima vez en las instalaciones de Flushing Meadows, no habría foto en el Empire State, ni siquiera una portada en las mayores revistas de tenis.
Pliskova siguió a lo suyo, no era una batalla que tuviese que librar. Ella luchaba por acceder a la final, no por hacer un favor a una Angelique Kerber que supo el resultado nada más concluir el enfrentamiento.
Sirve Serena. Ya ha hecho demasiadas veces este movimiento. Lanza la bola, flexiona y golpea: falta. De nuevo, se coloca en el lugar, y piensa: ‘5-6, punto de partido para mi rival’. Lanza la bola, flexiona y golpea: doble falta. Karolina sonríe y siente que acaba de entrar en la historia, que acaba de terminar con una era y de empezar con la suya.
Sin embargo, lo comentado es casi imposible de entender a menos que se mencionen ciertos datos interesantes del cara a cara. Y es que, Williams se dejó hasta 31 puntos con errores no forzados, así como 6 dobles faltas, 12 de 35 puntos con sus primeros, los cuales puso en movimiento en el 53% de las veces que sacaba; y 15 de 31 con sus segundos. Estos comparados con 25 errores, siete dobles, 6 de 37 primeros perdidos y 18 de 29 segundos errados de Karolina, terminaron por decidir quien era aquella que merecía avanzar de ronda hacia la definitiva.
Será pues, la primera final de Grand Slam para Pliskova, mientras que para su contrincante en ella, Kerber, será la segunda en este 2016. En caso de que se alzase con el trofeo, rompería cualquiera de las apuestas del torneo, así como con las expectativas de los espectadores, unos a los que ya ha dejado en estado de shock con la enorme gesta que ha protagonizado.
Imagen: www.660theanswer.com.
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