En la previa del partido Brasil vs Colombia por la 8va. fecha de las eliminatorias rumbo a Rusia 2018, Pékerman busca suplir la baja de Daniel Tórres quien no podrá estar en este encuentro por acumulación de tarjetas amarillas. Sebastián Pérez y Wilmar Barrios son los candidatos a reemplazarlo para que acompañe a Carlos Sánchez en la dupla de contención. El más idóneo: Sebastián.
El técnico argentino encontró el sustento a su propuesta futbolística en la pasada Copa América Centenario, al retirar a Sebastián Pérez del tándem que hacía con Daniel Tórres en la primera línea de volantes y al alinear a Carlos Sánchez. Pékerman mutó su propuesta y con las nuevas caras de la nueva generación de jugadores colombianos, apostó por una propuesta -que aún mantiene vigente- que se basaba en un equipo que se dividía en dos bloques. Un bloque defensivo conformado por los cuatro defensores y los dos volantes de primera línea. Y un bloque ofensivo conformado por la segunda línea de volantes que por lo general son tres -en el sistema habitual del DT del combinado ‘cafetero’-, y el centro delantero. El bloque defensivo contaba con muy poca colaboración del otro bloque, los volantes por las bandas se incorporaban poco a dar una mano a los laterales, y el despliegue de los dos mediocampistas de contención era mayor, por lo que era lógico que se fatigaran más rápido de lo normal y esto obligara a un cambio. Era una propuesta con intérpretes no propicios para ella porque tanto Daniel como Sebastián son dos mediocampistas exquisitos, que disfrutan de poseer el balón. Son dos mediocampistas que cuando se adueñan del elemento, el equipo encuentra los caminos y las ideas fluyen a la perfección; el equipo se encuentra en armonía.
En el momento en que Sánchez entró a la alineación, Colombia encontró en el su reposo. Ese desequilibrio en el eje del mediocampo causado por la propuesta futbolística de Pékerman desapareció, porque Carlos Sánchez es un mediocampista con características opuestas a las de Sebastián y Daniel. Es el típico mediocampista del cual abunda en estos tiempos: de gran despliegue físico, más condición atlética que talento y técnica, fuerte y robusto para el hombre a hombre.
El doble 5 lo inventó un técnico perezoso. Es más sencillo poner a correr a uno que armonizar a 11. Perdemos todos.
Por eso ahora la incógnita se convirtió en ¿quién acompaña a Carlos Sánchez?, y no ¿quién rodea y acompaña a Sebastián Pérez y a Daniel Tórres? Pékerman eligió deshabitar la isla para dejar solo a los más talentosos.
El combinado ‘tricolor’ posee un mediocampo con mucho talento posición por posición, en el que la propuesta futbolística podría ser mucho mejor y darle aprovechamiento a hombres como los ya mencionados y un acondicionamiento para jugadores como James, Macnelly Tórres -quien posee un presente pletórico-, ahora Luis Fernando Muriel y Carlos Bacca que es el punta de lanza en el sistema.
Ahora bien, dada la situación de la baja de Daniel Tórres y de la titularidad inamovible de Carlos Sánchez, lo más idóneo sería alinear a Sebastián Pérez; el ‘Xavi‘ colombiano. Quizás el jugador colombiano con más IQ desde el ‘Pibe‘ Valderrama. Hay que darle prioridad a los que mejor comprenden el juego porque la pelota primero es de ellos, además porque es hora de romper el paradigma del tándem en la primera línea de mediocampistas totalmente defensivos o del trivote a la hora de enfrentar a una selección peligrosa. En los más recientes encuentros ante Brasil, Colombia ha sido una selección carente de ideas y de armonía. Ha sido un equipo inconexo, que se nubla y a veces pierde el horizonte. Quizás por intención directa del DT, al poner a hombres diseñados para defender y darle equilibrio al sistema sin ser los protagonistas.
Es hora de cambiar la monotonía siempre que se enfrenta a Brasil, hay que romper paradigmas y superponer una propuesta sustentada por el dominio del elemento, para anestesiar al rival con sucesiones largas de toques y así desordenarlo por medio del orden propio que brinda la posesión de la redonda. Y todo esto se logra juntando a los mejores entendedores de juego, lo que significa, enviarle más gente a la isla a James y a Macnelly Tórres y no deshabitarles la isla. La clave está en Sebastián Pérez.
Imagen principal vía: Colprensa.
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