México contra el Salvador era un partido que prometía buen fútbol, uno con urgencia de ganar para no quedar fuera de Rusia 2018 y el otro con la clasificación amarrada y con ganas de recuperarse de lo ocurrido en Copa América.
Desde que la Selección Mexicana pisó El Salvador, el recibimiento fue hostil y es que la afición debía de hacer presión, ya que en este partido se jugaba mucho, gritos e insultos contra los jugadores parecían ser la mejor formula para intimidar a los Aztecas.
Llegó el día del partido, los equipos salieron al terreno de juego y ambas escuadras se veían nerviosas, pero estos nervios se fueron con el pitado inicial.
Comenzó la disputa y las acciones no fueron peligrosas, un partido bastante tranquilo, con pocas llegadas a las áreas.
El encuentro estaba parejo hasta que Torres Nilo hizo un penal y Alexander Larín con un tiro a lo Panenka, lo cambió por gol al minuto 23.
No hubo muchas jugadas de peligro en el primer tiempo para ninguno de los dos equipos, aunque en el minuto 41 se reclamó una mano en el área del equipo local, pero el árbitro no la sancionó y los Salvadoreños se sintieron aliviados.
Salvador se fue ganando al descanso, y con muchas ilusiones de conseguir el triunfo y seguir con las esperanzas de clasificar al mundial de Rusia 2018.
México se adueñó del balón desde que empezó el segundo tiempo y eso se reflejó en las dos faltas realizadas en menos de 5 minutos del segundo tiempo, una de ellas fue la hecha por Larín sobre Aquino que le dio una oportunidad a los aztecas.
Este tiro libre mandado por Guardado, generó angustia y desconcierto en la saga salvadoreña y el gol del empate del defensa central H. Moreno al minuto 53.
Cada minuto que pasaba, la Selección Mexicana tomaba más confianza y esto se reflejó en el marcador. Con el centro de Herrera que encuentra destino en la cabeza de Ángel Sepúlveda y con esto México encontró el segundo gol al “57”.
El joven Sepúlveda tuvo la oportunidad de marcar su segundo gol en una oportunidad mano a mano que le detuvo el portero Salvadoreño.
La saga Salvadoreña se desubicó después de recibir el segundo gol y muestra de esto fue el remate de Raúl Jiménez pero lo encuentran en fuera de lugar y que Sepúlveda desaprovechara un dos contra uno al tratar de hacer la jugada individual y dejara escapar una oportunidad clara de gol.
Los defensas del equipo local empezaron a sentir la presión que estaba ejerciendo México, pero se sintieron más presionados por su público y por el reloj que seguía transcurriendo y el defensor Domínguez no pudo soportar, así que perdió la cabeza y hizo un claro penal.
Al minuto 73 Jiménez marcaba gol de penal y dejaba una loza pesada de quitar al equipo local, por lo que las caras de los jugadores lo decía todo.
El tiempo transcurría y los salvadoreños empezaron a perder la ilusión en su equipo y muestra de ello fue que los aficionados comenzaron a retirarse del estadio “25” minutos antes que el encuentro finalizara.
A pesar de eso, la escuadra salvadoreña no se rindió y buscó atacar la portería rival, lo cual no se concretó y parecía estar más cerca el cuarto gol del tricolor.
El partido finalizó, ambas escuadras quedaron exhaustas, pero la diferencia en los rostros de los jugadores era obvia. Los salvadoreños tristes por haber fracasado en la búsqueda de un boleto rumbo a Rusia 2018 y los mexicanos felices por haber recobrado un poco de confianza después de haberla perdido en su último encuentro y por asegurarle a su técnico la continuidad, por el momento.
Foto Destacada y superior Milenio
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