El Campeonato Mundial de Fórmula 1 vive un tiempo nuevo, una ola que arrastra a todo y a todos, una nueva ilusión o un nuevo interés: Max Verstappen.
Esta ola trae críticas y elogios, trae decepciones y alegrías, momentos polémicos y momentos de disfrute máximo, trae recuerdos y comparaciones odiosas o no tanto. Para gustos colores y para jardineros, flores. En mi humilde opinión, Max Verstappen es una bendición a esta categoría venida a menos o a más dependiendo de como se vea.
Os preguntaréis: ¿Qué significa el título? A continuación, os pongo la explicación:
A lo largo y ancho de la historia de la categoría reina de la velocidad han exisitido y convivido 2 tipos de pilotos: los valientes y los precavidos calculadores. Valientes como James Hunt, Ayrton Senna, Lewis Hamilton o Max Verstappen (me tomo la licencia de compararlos) y calculadores como Lauda, Alain Prost, Jim Clark. También demostrado queda que los calculadores han ganado más títulos y que los temerarios han sufrido más durante su carrera pero obviamente la diversión viene gracias a los atrevidos, los que nos levantan de nuestra siesta del almuerzo, los que hacen que nos levantemos de la cama.
En los últimos años la cobardía se ha apoderado de la F1, justificada por el desgraciado accidente en aquel lejano y cercano al mismo tiempo Gran Premio de Japón. Y se ha demostrado en muchas carreras y en muchas decisiones, pero ahora díganme, ¿queréis un campeonato aburrido y sin acción o queréis luchas y adelantamientos?.
Cada persona tendrá su opinión y respetada al máximo pero nuestra añorada Fórmula 1 de los años 80 la peligrosidad estaba incluida, el peligro de perder la vida estaba presente. No se confundan, no quiero decir que debemos volver a la peligrosidad, me refiero a que si la mayoría de nuestras opiniones perjudican al piloto más espectacular y divertido de la parrilla y a la vez queremos espectáculo díganme si existe aclaración posible.
Vuelvo a aclarar, no quiero peligrosidad, quiero espectáculo, y el espectáculo trae peligrosidad si no estaríamos jugando al golf o al billar, no corriendo en máquinas de la muerte a 350 km/h. Pues eso, Max Verstappen es alegría, diversión y como tal se muestra en pista en ocasiones bastante agresivo, al igual que lo era un afamado piloto brasileño que es leyenda del automovilismo. Sin miedo a equivocarme Max es menos agresivo que lo era Ayrton, precursor del “si hay hueco hay adelantamiento”.
Pero Max no es peligro, no es daño a los rivales y no es alguien peligroso porque no busca el daño si no que busca divertirse en su gran pasión. No es como lo pintan los supuestos especialistas y gurús en esto de las carreras, es alguien que si faltara tendrían que inventarlo. Ahora pensaréis que hablo así porque es mi piloto favorito y un ídolo, en parte sí pero por otro lado no. Le queda mucho tiempo encima de un coche, no sé como acabará con lo cual en este momento es mi favorito pero no un ídolo pues le queda mucho por crecer y como todo puede dar 200 vueltas el asunto.
Me lo pregunto yo así que me imagino que os lo preguntaréis, ¿por qué no pones datos objetivos para explicar tu devoción? Os respondo: Si tuviese que dar datos objetivos para defenderle probablemente tendría que buscar datos de otros 20 pilotos con lo cual este artículo puede alargarse en una eterna disputa que no lleva a ninguna parte. Pero algún dato voy a dar: Piloto más joven de la historia en debutar en F1, marcar puntos, ganar una carrera, hacer un podio, hacer más de 1 podio…… con lo cual, ¿alguien se atreve a discutir que este chico va para algo grande? Creo que no.
La mayoría de críticas en nuestro país (España) se dan por una simple razón: Carlos Sáinz JR. Hijo del bicampeón del mundo de rallyes y ganador del Dakar. Llegó a la F1 de la mano del holandés y ganando las antiguas World Series by Renault, una de las categorías de promoción más famosas. Se vio que Max y Carlos iban a pelearse en más de una ocasión y como ya se hizo en 2007 con un asturiano y un británico se comenzó a defender al madrileño mediante desprestigios hacia el niño holandés. Y sí, llegaron a ser muy fuertes las acusaciones como fueron, PayDriver, Burbuja de la FIA, Desagradecido con el equipo, incluso tramposo o mimado.
Yo prefiero no comentar nada de esto solo dejo aquí que Estrella Galicia ahora y CEPSA en su día aparecían en el Toro Rosso y que Verstappen le han ascendido mientras que Sáinz sigue en TR (tienes que tener buenos contactos para que te suban a Red Bull) . Casualidad, no lo creo. Y no pienso decir nada más, porque no soy de esa calaña, porque no entro en el juego de los supuestos especialistas. Yo PREFIERO DISFRUTAR no ser un halcón ávido de desgracias ajenas para aprovecharse. Por si fuera poco para seguir criticando se inventan declaraciones (ponemos Dutch TV y que Max lo dijo), circulan rumores de que en cuanto pueda abandonará Red Bull y dicen que es un egocentrista y que “pasa del equipo”. Pues lo que dijo al terminar la clasificación del último GP hace que piense que a bastantes personas les falla la definición de ególatra.
Y las críticas han llovido también de los propios pilotos. Kimi Raikonen (nunca polémico, nunca nunca) ha dicho que causará un accidente otros han afirmado que se pasa de agresivo. Pues vale, acataremos lo que dicen, si IceMan está a menos de 1 segundo le dejaremos pasar. Mi demostración de utilizar la ironía viene porque cuando leo las críticas me valgo por la afirmación de “Te tienes que reír” y lo de causará un accidente prefiero no comentarlo pues es una acusación demasiado grave y poco digna de un ex campeón del mundo hacia un chico que tiene 18 años menos.
También comento que hay quien se ha ofendido porque Christian Horner y Toto Wolf han dicho que Max Verstappen es un nuevo Senna, qué casualidad que el último “nuevo Senna” iba a ser Fernando Alonso. Pero bueno, parece que como alguien desbanque a nuestro favorito se merece 100 años de odio y cárcel. Y sí, lo digo así porque con el paso del tiempo me ha sentado muy mal que si a alguien le apetece comparar o simplemente alabar a alguien, el que no comparta tu opinión tenga que desprestigiarte. Y creo que estos dos jefes dentro del Gran Circo saben de qué va esto de las carreras.
Hay que dejar de amargarse por cuestiones así, porque sé de sobra que Verstappen necesitará nuevos haters pues los antiguos se volverán fans. Rematadamente sí, tiempo al tiempo. Yo, disfruto con él, disfruto con su adelantamiento a Nasr en la Bus Stop de Spa 2015, me emocionó al volver a ver su victoria en el Circuit de Barcelona-Catalunya, me levanto a las 8 de la mañana para ver el Gp de Japón porque sé que va a realizar algo tremendo, me levanto del sofá cuando se atreve y me enfado cuando tiene un accidente. Porque sí, porque es persona y tiene errores.
Errores como cerrar excesivamente, demasiado impetuoso en las salidas quizá o cambiar de dirección varias veces pero piensen ¿Qué piloto no ha hecho alguna vez eso? Y lo tengo claro, prefiero algo de polémica que 65 vueltas en estático.
Por todo y por eso Max Verstappen es una bendición para la F1, es un disfrute, es una forma de olvidar que las victorias se las disputan 2 coches. Es vida y pasión. No espero contestación alguna, es mi opinión y si a alguien le apetece “hatear” que lo haga, yo seguiré disfrutando y él ganando mientras sus críticos se romperán la cabeza para seguir a su rollo.
En conclusión, es tiempo de valientes, es tiempo de disfrute y es tiempo de MAX VERSTAPPEN.
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Imagen destacada vía: Sport360.com
